Hoy en la mañana me invitó Carmen Aristegui a su programa a hablar sobre el posible cese al fuego y la liberación de los rehenes, que aparentemente comenzará el próximo domingo. Fue un diálogo tortuoso y fracturado con Gilberto Conde, quien, sin sustento, con un discurso de ideologías y calumnias, no digno de un analista y catedrático, convierte la realidad del Medio Oriente en una historia de buenos y malos, eligiendo satanizar a Israel. Estuvo rudo… Lo cierto es que esta guerra no la inició Israel, nada justifica la barbarie del 7 de octubre, y no hay duda que es un riesgo intercambiar hasta 1000 terroristas por bebés que sacaron de sus cunas. Urge que regresen los rehenes (REHENES VIVOS, NO CADÁVERES). pero el acuerdo es agridulce, porque liberar terroristas y asesinos sin escrúpulos que celebran el 7 de octubre, que amenazan con repetirlo, anticipa nuevos infiernos. Hamás es una amenaza latente, Hamás educa para matar en nombre de Alá, Hamás es un tentáculo del Irán de los ayatolas. Hamás tiene como principio fundacional liquidar a Israel y a Occidente.
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