CUANDO SE DAÑA, SE CREA FURIA EN EL CIELO
El Talmud cuenta una historia realmente increíble:
Rab Rejumi acostumbraba a estudiar con Rabá en la ciudad de Mejoza. Rab Rejumi se dedicaba a estudiar todo el año afuera de su casa, y cada víspera de Kipur visitaba a Rabá (por supuesto, con el permiso de su esposa).
En una ocasión, Rab Rejumi estaba profundizando tanto en su estudio, que no pudo llegar la víspera de Kipur a su casa. Mientras tanto, su esposa lo esperaba con mucha ansia e inquietud, y se decía a sí misma:
—¡Ahora llegará! ¡Ahora llegará!
Pero Rab Rejumi no llegó y ella derramó una lágrima por él. Por tanta decepción de que su esposo no llegó, ella se sintió muy mal, y en otro lugar, su esposo murió.
Preguntan los Jajamim: “¿Cómo es posible que Rab Rejumi muriera? ¡Ella se quedaría viuda toda su vida, sin hacer nada malo!”.
Contestan los Jajamim algo que constituye una gran enseñanza para la vida: cuando se trata de dañar a alguien se crea furia en el Cielo, y así como el fuego quema, ese daño quema a quien sea.
Saludos
Artículos Relacionados: