Shabat Shalom
Cuidado con la rutina
Cuando tendemos a caer en la rutina, innecesariamente se agravan los problemas cotidianos, tanto en el trabajo como en la familia, convirtiendo la vida en algo peligrosamente monótono.
Muchas cosas que deberían ser atendidas pasan desapercibidas frente a nuestros ojos sólo porque no estamos observando, sino solamente viendo.
Estamos acostumbrados a llegar a casa sanos y salvos, frecuentar a nuestra familia más cercana, contar siempre con alimentos y servicios básicos, dando todo por hecho, como si fuera imposible perderlo.
Agradece por la vida que tienes y levanta la cabeza; anima esas ganas de hacer las cosas y comienza a ver el lado positivo de todo lo que te rodea. Es la única forma en la que puedes avanzar y superar el fastidio.
Generalmente, pasamos por alto las cosas más bonitas que nos da la vida, como la sonrisa de un niño y el sincero agradecimiento de un amigo.
“La vida nos da la oportunidad de apreciarla todo el tiempo, pero debemos aprender a observarla y disfrutar del viaje de pequeños detalles”.
Saludos.
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