La gran enseñanza de Rab Abraham Seruya
Rab Abraham Seruya fue un destacado estudioso de la Torá, por lo cual fue contratado para dirigir la Comunidad “Sucat David” de Buenos Aires, Argentina, donde se desempeñó como rabino principal.
Al iniciar sus labores, reflexionó en los cambios que deberían hacerse dentro de la comunidad, por lo cual trazó objetivos y acciones que podría inculcar para fortalecer las cualidades de sus integrantes. Así que, con mucha determinación, escribió todas sus metas a largo plazo en un papel.
Transcurrieron 20 exitosos años de fungir como rabino principal y en cierta ocasión, su esposa, quien se encontraba haciendo la limpieza de Pésaj, encontró ese papel donde su esposo había escrito años atrás todos los propósitos que deseaba lograr en la comunidad desde su llegada.
Asombrada por la precisión con la que habían sido escritos, comenzó a leer cada uno de ellos. No obstante, lo que más le impactó, fue que cada uno de esos puntos se habían logrado con mucho éxito. ¡Todo era una realidad!
Entusiasmada, esperó la llegada de su esposo para mostrarle lo que había encontrado. ¡Estaba ansiosa por ver su reacción al mostrarle la hoja!
Al leerla, Rab Seruya comenzó a sollozar… Ella no comprendió y le preguntó:
—¿Por qué lloras? ¿Acaso no querías que todo esto se cumpliera?
Con el rostro afligido, el rabino respondió:
—Sí, todo se cumplió, pero ¿cuántas cosas más hubiera podido hacer, si tan sólo me hubiese propuesto lograr más metas y retos?
“Mientras más cosas anhelamos, más podemos lograr. Si nos proponemos grandes metas, alcanzaremos grandiosos objetivos”.
“Escribe el papel de lo que planeas alcanzar en tu vida.”
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