El mezcal se ha convertido en uno de los productos más representativos de México a nivel internacional, su carácter artesanal, su variedad de presentaciones y su sabor tan particular, lo han convertido en uno de los destilados consentidos alrededor del mundo. Mezcal Cómplice es un magnífico elixir cargado de tradición e historia, creado por la destilación del corazón del agave, cuyo nombre significa noble, ilustre y admirable, adjetivos que describen perfecto a esta planta tan maravillosa y que es la responsable de regalarnos este mítico y encantador elixir.
El mezcal Cómplice se produce en Oaxaca, y está protegido con su Denominación de Origen. Cuenta la leyenda había un maestro mezcalero legendario que podía capturar la esencia de una persona en las gotas del mezcal, y que un hombre que estuvo decidido a encontrarlo llegó al Cerro de nueve puntas, en San Dionisio Ocotepec, donde una hermosa mujer vestida de blanco le propuso llevarlo con el maestro si se atrevía a seguirla. Atravesaron un campo de agaves silvestres, con espinas que se hacían cada vez más grandes y el camino se complicaba, y fue cuando el hombre se dio cuenta de que seguía a la Matlazihua, un espectro que seduce a los hombres y los lleva a su perdición.
La siguió hasta llegar a un yermo, donde la mujer se desvaneció y en su lugar apareció una figura en el umbral de una casa: era el maestro mezcalero. El maestro le reveló sus secretos y así nació una complicidad mutua: cada vez que uno de los descendientes del hombre encontrara al maestro, éste le enseñaría a capturar la esencia de una persona en el mezcal a cambio de mantener el secreto en familia. Es así como miembros de generaciones han mantenido el secreto del sabor inigualable de Mezcal Cómplice.
Los conocimientos para lograr la creación de Cómplice se han transmitido de una generación a otra desde la época prehispánica, a lo que se une el trabajo de los mejores maestros mezcaleros. Es una botella de caben el compromiso con la historia ancestral, con su herencia cultural, con la calidad, con la tierra, y con quienes amamos su sabor.
Desde el cultivo del agave hasta su destilación y embotellado, cada etapa es cuidadosamente realizada para garantizar que el mezcal sea un cómplice de nuestros momentos más inolvidables.
Su elaboración comienza con el cultivo del maguey, el cual es completamente orgánico ya que no se aplica ningún producto artificial, una vez que madura, aproximadamente entre 8 o 10 años, se seleccionan los mejores. En su proceso de elaboración artesanal, se usan instrumentos como el machete y la coa para cortar las pencas y raíces, para dejar la piña o el corazón al descubierto, que es lo que se lleva a cocción, y es durante este proceso el mezcal adquiere su sabor y se obtienen los azúcares provenientes del agave.
Con sus sabores, aromas y texturas cautivantes, Cómplice nos demuestra porqué el mezcal estaba reservado para las ceremonias más especiales y para las personas más importantes, placer que ahora está disponible para todos los que apreciamos su calidad artesanal.
Artículos Relacionados: