El día que conocí a Beatriz fue en una reunión de mujeres judías. Me interesó mucho la plática porque decían que era para reducir el estrés.
Cuando la vi por primera vez me llamó mucho la atención porque no me la esperaba con ese caminar sereno y esa mirada calmada. Menos aun cuando me dijeron su edad.
Siendo Beatriz una mujer no judía me pareció muy acertado de su parte hacer un saludo en hebreo. A todas nos gustó.
Lo curioso es que su plática que fue breve en ese momento era acerca de cómo respirar. “¿cómo respirar? Pensé”.
Alguien preguntó que no tenía ninguna ciencia, sólo se respira.
Pasando los meses pude asistir a uno de sus cursos, convencí a mi esposo para ir por cinco días unas horas al curso.
Ella empezó hablando de forma sencilla acerca de los temas de la vida y de cómo tendemos a estar en cualquier tiempo menos en el que tenemos enfrente, que es el presente.
La respiración es algo que tenemos y damos por sentado como algo que simplemente está, claro es lo que nos mantiene vivos, pero respiramos de forma alterada en muchas ocasiones, o penas y se percibe nuestra respiración.
Con lo que iniciamos la vida es con el grito del bebé que respira y lo último que dejamos es una exhalación cuando abandonamos nuestros cuerpos. Esa es una importancia gigantesca…y no la valoramos.
Beatriz tiene una forma de hablar serena, su sonrisa contagia. Es sumamente graciosa y sabia.
Antes de dedicarse a esta fundación llamado El Arte de Vivir (apunto la fuente exacta). Beatriz era corresponsal de guerra. Ella vivía al filo de la navaja y no paraba.
¡Lo que no le tocó vivir y ver!, estuvo en innumerables sucesos desgarradores que le tocaron de cerca el alma, entre ellos el atentado a los atletas israelíes en Munich.
Es una mujer sumamente culta e intelectual. Gracias a que era periodista reconocida a nivel internacional, pudo entrevistar a George Bush, Madonna, la princesa de Gales, Nelson Mandela, etc. Recorrió los 5 continentes. Subió dos veces al Monte Everest. Dio la vuelta al mundo en 367 días.
Hubo un momento que con tanto ajetreo Beatriz fue a cuanto médico le dijeran porque estaba terriblemente estresada, se la pasaba viajando de un lugar a otro y no paraba. estaba en ese entonces como ella dice “al borde de un ataque de nervios”.
Pero nada la preparó para el encuentro de su vida. Gracias a su marido fueron a un curso y ahí Beatriz sintió la diferencia, el estrés regresó, claro, pero ella decidió seguir cada curso que pudiera y notó como todo tomaba un sentido.
Pasado el tiempo -ya han pasado 16 años-. Beatriz es instructora del método de respiración y meditación creado por el hindú Sri Sri Ravi Shankar.
En el curso que tomamos mi esposo y yo, al cual me hicieron llevar almohadas, cobija (y quitarnos los zapatos al entrar), escuché algunas palabras de Beatriz que me rebasaron:
Da siempre el 100%. Y esto no sólo es un asunto de matemáticas, es un asunto de compromiso de darlo TODO.
Estate presente aquí y ahora, deja de lloriquear por el pasado y pensar en el futuro.
Deja de echarles la culpa a los demás.
Y entonces entendí como dice un capítulo de su libro, “se exhala estrés y se inhala salud”. Pero de forma conciente, esto te permite estar y no irte mentalmente a otro lugar.
La tarea de Beatriz es una tarea enorme, porque hace un trabajo humanitario llevando a cuanto lugar pise (y no pise porque la pueden encontrar en you tube), impartiendo pláticas motivadoras.
Y la diferencia radica en que hay métodos y formas de respiración milenarias que permiten relajar el sistema nervioso.
Siempre hay un conflicto entre nuestra parte intelectual y nuestra parte espiritual, pero no podemos vivir sin ninguno de los dos. Es lo que nos hace personas.
Meditar, trabajar, seguir nuestras vidas, pero aún mejor… viviéndolas a plenitud y en abundancia.
Respirar, meditar nos eleva, ¡sí nos eleva en estos tiempos!, para buscar y sentir que existimos que estamos aquí para una misión, para darle algo más a nuestro propia alma que nos enriquezca aún más.
Somos esencia, energía. Dios nos ha pensado perfectamente.
Meditación y dando consejos sencillos acerca de cómo llevar nuestra vida.
Tuve la oportunidad de entrevistarla la semana pasada, me encantó poder hacerlo con alguien de su categoría. En la página de Diario Judío vendrá el video de la entrevista que le realicé.
Beatriz es la representante en América Latina y España de esta Fundación. El asunto no tiene que ver con convertirse a otra religión o secta. Es como dice Beatriz si eres católico, lee la biblia, si eres judío, lee la Torá, si eres ateo ya creerás en algo. Lo importante es que le encuentres significado a tu propia religión y la sigas. Sólo respira y medita, estamos hablando de un nivel de conciencia, esto no está peleado con nada más.
De hecho una de las grandes aportaciones de la Fundación el Arte de Vivir tiene que ver con el trabajo social, por ejemplo en las cárceles donde el nivel de estrés es diario, es un trabajo voluntario para que cada vez más personas vivamos sin estrés y sin violencia. (Y textualmente cito según su página de Internet):
El Arte de Vivir es una ONG humanitaria, educativa y sin fines de lucro, dedicada al manejo del estrés e iniciativas de servicio para el bien común. Fundada en 1981 por Sri Sri Ravi Shankar, la organización trabaja en 152 países.
Las actividades están guiadas por los lineamientos filosóficos pacíficos de Sri Sri: “Hasta que no tengamos una sociedad sin estrés y sin violencia, no podremos alcanzar la paz mundial”. Para guiar a los individuos a la paz interior, El Arte de Vivir ofrece cursos y programas para eliminar el estrés a través de poderosas técnicas de
respiración, meditación y yoga. Estos programas han ayudado a millones alrededor del mundo a superar la tensión, la depresión y las tendencias violentas.
Que no está de más decirlo, vivimos así cada día. Vivamos en calma.
- Lo invitamos a ver la entrevista -en partes- a Beatriz Goyoaga realizada por Mary Miserachi e Isaac Ajzen, oprima aquí.
- Visite la galería de fotos sobre este evento, oprima aquí.
Gracias muy interesante el tema sobre todo ahora que estoy viviendo ña época de mucho estrés en mi trabajo