Mi sionismo y yo, capítulo 1

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¡Bárbaros! Las ideas no se matan.

Esta famosa frase de Sarmiento es aplicable a este nuevo proyecto que ya cuenta con 55 años de historia.

El sionismo es una idea que ha logrado el establecimiento del actual Estado de Israel en su territorio histórico.


El periodo que yo menciono es el periodo en el cual yo me ubico, después de haber nacido.

No dudo que desde cualquier otra perspectiva pertenezco al movimiento sionista desde su constitución y seguramente aún mucho antes.

No tengo ninguna intención de justificar o condenar  al movimiento sionista en el texto pues en la práctica el movimiento sionista dejo de existir en el momento que se estableció el Estado y se declaró la independencia del imperio dominante.

Tampoco es mi intención plantear una defensa contra todos aquellos que hoy atacan sin cesar al movimiento sionista, sin ser otra cosa que sencillas manifestaciones antisemitas.

Lamento profundamente que el pueblo palestino no haya tenido una dirección política digna de valorar ya que no solo no ha conseguido desarrollar al pueblo y llevarlo a la independencia política sino que ha logrado fortalecer al más reaccionario del pueblo judío.

Espero que los lectores compartan su propia vivencia, experiencia, opinión y conocimiento sobre el tema tal como lo han vivido. Estimo que la mayoría de los lectores no tienen mayor conocimiento del tema, salvo las noticias que transmiten en la TV que por naturaleza no pueden conformar una sólida opinión y ellas mismas entran por lo general por un ojo y salen por otro (en el caso de la radio solíamos decir entra por un oído y sale por el otro). No soy un historiador y no intento hacer un reporte histórico, salvo la de mi presencia en este marco, en esta idea.

Israel debe ser el único país del mundo que a pesar de que debe su independencia formal a decisiones de las Naciones Unidas (o aun antes de la Liga de las Naciones) su existencia es cuestionada. No se cuestionan otros países y tampoco se cuestiona porque existen pueblos que aún no lograron su independencia (por ejemplo el pueblo Kurdo). Creo que eso no solo surge del factor antisemita sino también del  racismo que pecamos todos, la superioridad del hombre blanco. Eso es notable por las críticas que recibe Israel que no tiene ninguna relación con las críticas que recibe por ejemplo el Hamas. Las barbaridades turcas en contra de los Kurdos son normales pues ¿qué se puede esperar de un turco?, en cambio las mismas barbaridades o incluso menores que efectúa Israel reciben una amplia cobertura en los medios de comunicación. En una nota de Gustavo Perednik “El racismo humanitario” trae un ejemplo muy instructivo. Transcribo:

Un caso elocuente fue la noruega Trine Lilleng, Primera Secretaria de la embajada de su país en Arabia Saudí. Como mujer proveniente de una sociedad liberal de avanzada, podría preverse que se escandalizara de que en su país huésped se prohíbe a las mujeres conducir, que están obligadas a rígidas vestimentas, que son víctimas de abusos como la clitoridectomía, la poligamia y los asesinatos por «honor familiar».La Lilleng podría haber notado que en el petrolífero reino en el que residía temporariamente no hay libertad de opinión ni instituciones democráticas; la única religión permitida es el Islam, y los derechos ciudadanos se reducen a dádivas del monarca a sus súbditos. Pero no.

Trine Lilleng nunca percibió las lacras de la sociedad feudal, y a fines de enero del año pasado, se tomó el arduo trabajo de componer un fotomontaje en el que el pequeño Israel es presentado como el Tercer Reich, y el exterminio de seis millones de judíos atrapados en Europa es equiparado con la limitada guerra defensiva de Israel contra enemigos empeñados en borrarlo del mapa. Que la noruega calumniara al país hebreo precisamente desde una autocracia medieval, es una muestra cabal de la ceguera de los racistas humanitarios. Parecieran transmitir que, como a los árabes no puede exigírseles un comportamiento moral, la lupa crítica debe mantenerse enfocada en el israelita.

Elijo el término sionista pues con el me identifico más que todo, El Estado de Israel no ha logrado la paz con los palestinos pero tampoco ha solucionado un grave conflicto, sustancial y el más peligroso a mi parecer, que surge de utilizar el término judío: ¿es un pueblo? ¿es una religión? ¿es un estado?.  No sé cuándo publicaré esto pero la idea de escribir sobre este tema surgió hoy, cuando escuche en la radio  la decisión del gobierno sobre la expulsión de hijos de trabajadores ilegales nacidos en Israel.  La idea se fortaleció cuando a la noche escuche que se tiraron misiles Grad sobre Eilat y Aqaba.

Acerca de Julio Ioseph May

Julio Ioseph May (Yossi) nació en Entre Ríos, Argentina. Es Contador Público de la Universidad de Buenos Aires. Desde 1973 viviò  en el Estado de Israel y a partir de febrero 2014 reside en Barranquilla, Colombia. En vistas a la tercera edad comenzó a practicar su sueño de escribir que lo acompañó desde chico.Participa activamente en variados grupos literarios del internet. Comparte publicaciones de cinco antologías: De Paz y De Guerrasy Lazos Umbilicales publicadas en Israel en 2007, "primer antología" de Muestrario de Palabras (2007) y Libro del Haiku, Ediciones Artesanales Santoamor (2008) ambas en Buenos Aires. Pensamiento Antologico Universal, La poesia purifica la vida humana, Congreso Universal de Poesia Hispanoamericana, publicada en Mexico 2010. La revista virtual Palabras al Sol publicaba regularmentecuentos y poemas de su autoría. Su preferencia es la narración.

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