Estando en Jerusalem pudimos ir a un mirador que nos permitía ver toda la ciudad. Nuestro guía -un amigo-, nos enseñó la parte en la que viven los judíos y la parte donde viven los palestinos. Y hasta de lejos la diferencia es enorme. Eran cerca de las 5:00 de la tarde cuando escuché en los altavoces el rezo musulmán de la tarde (ese sí hay que escucharlo completo).
Le pregunté a nuestro amigo que por qué se veía más fértil el lado judío, y él me respondió que los judíos crean todo lo inimaginable para que todo produzca y crezca. Los israelíes les han propuesto la tecnología a los palestinos pero ellos no la han aceptado. Su odio es más grande y prefieren quedarse como están. Pude ver las zonas ocupados por los palestinos y no es como nos quieren hacer pensar los medios. Yo creo que los palestinos lo que quieren es tener Jerusalem y sacar a los judíos y a los judíos de todo Israel.
Me causó tristeza al ver como un día los palestinos agredieron a los judíos en pleno centro de Jerusalén, ¿qué no están en su mes más sagrado?
En lo único que no me sentí tan cómoda es que los modales no es algo que ocupe la mente de los israelíes, es como me dijo una amiga que vive allá, los israelíes tienen otras cosas que pensar, y otra amiga israelí me dijo que supone que le ponen más énfasis a lo intelectual. Pero cambiaban de actitud cuando sabían que éramos yehudim.
Una gran alegría fue comprar el tefilín de nuestro hijo que pronto hará su Bat Mitzvá. Eso me dio una enorme tranquilidad por haber aprovechado este viaje para hacerlo en un lugar recomendado.
Y fue muy lindo que los que nos vieron comprándolo incluyendo al taxista nos felicitaron con un gran: Mazel Tov! Y él mismo dijo que había hecho una gran mitzvá.
Estar en Israel es sentir una seguridad que ningún otro país te da. El caminar y moverte en los diferentes lugares da una sensación de sentirse seguro, de no sentirse señalado a pesar de los posibles ataques. Tiene otra calidad de vida.
Tuvimos la oportunidad de visitar Jordania. Y ciertamente un país árabe es muy diferente. A pesar de que la gente que tratamos fue sumamente amable, como el guía que contratamos para que hablara con nosotros en español, nos platicaba del Ramadan, siendo su mes más sagrado y de como para los musulmanes es tan importante la religión y todo en el día es para pensar en Dios.
Le hice varias preguntas. Una de ellas fue: ¿por qué llevan la pulsera de cuentas? me respondió que es para pensar solo en Dios, que la mayor de estas cuentas es la de los 99 nombres para repetirlo todo el día y para no pensar en nada malo.
En el trayecto conocimos un beduino que nos invitó a romper su ayuno en su casa. Me sorprendí que ayunan el mes completo desde que sale el sol hasta el alba, se lo agradecimos pero preferimos seguir nuestra visita a Petra e irnos.
Otra cosa que pude observar es el grado de pobreza en Jordania. Le pregunté al guía acerca de la economía y me dijo que vivir en el desierto no les ayuda en nada.
¿En nada? ¿Y que hace Israel? también viven en el desierto y aun así sacan el mejor millaje a todo. Absolutamente todo es rescatable, utilizable. La diferencia se ve en las casas, las tiendas, la gente.
Me quedé analizando que si están pensando en Dios, en cosas espirituales y son capaces de ayunar un mes completo a tan altas temperaturas, rezando cinco veces al día, porque los Musulmanes tienen el deseo -la mayoría- de ver como fastidian a los judíos. Es una contradicción total.
Al cruzar nuevamente la frontera para Eilat me invadió nuevamente una tranquilidad y una sensación de estar en casa.
A pesar de que la seguridad en la aduana Israelí fue peor que en la jordana. Entendimos el porqué de su seguridad.
Y la diferencia es total:
Israel es democracia, libertad, es primer mundo, es ver para adelante. Pero sobretodo es:
MENTALIDAD DE ÉXITO.
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