Shabat Shalom
David Hamélej escribió algo hermoso, que deberíamos aplicar siempre en nuestra vida: Shubi Nafshi Limnujaiji, Ki Hashem Gamal Alaiji, Ki Jilatza Nafshí Mimavet, “Vuelve, alma mía, a tu reposo, porque Dios te ha hecho bien. Pues Tú (Dios) has librado mi alma de la muerte” (Tehilim 116:7-8).
Con esto nos enseña el Rey David que cuando tengamos problemas debemos volver la vista a nuestro pasado y observar que hemos tenido dificultades incluso mayores que las actuales y Dios nos ha permitido salir de ellas, hasta de la muerte.
Estamos acostumbrados a pensar: “¿Cómo va a salir este negocio?”, “¿Cómo voy a casarme, si ya estoy grande?”, “¿Cómo voy a comprar ese departamento para mi hijo?”.
Pasan los años y nos damos cuenta de que el negocio salió bien, que nos casamos y que compramos departamentos para todos nuestros hijos.
Saludos.
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