Dr . Juan José Almaraz Navarro. Pediatra
Hay varias causas de salud que originan que una mascota, integrante importante de la familia, sea abandonada, o en el mejor de los casos, reubicada en un albergue o con otra familia. Dentro de estas causas, a veces sin base científica, se encuentran la Toxoplasmosis y la Alergia.
La Toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito, el Toxoplasma gondii, que infecta animales de sangre caliente, desde la forma leve asintomática, hasta infecciones mortales en la forma congénita del ser humano, y cuya fuente de infección más frecuente no son los animales de compañía, como se cree erróneamente, y se sigue difundiendo sin base científica. La fuente más frecuente de entrada para el ser humano es a través de alimentos contaminados: la carne (cruda o poco cocinada, ya contaminadas) y las frutas y vegetales mal lavados. Igualmente, la manipulación de tierra o areneros donde se encuentre éste y otros parásitos, sin la precaución o higiene adecuados. Siempre se ha relacionado erróneamente al gato doméstico como fuente de infección, puesto que son los hospedadores definitivos, junto con otras especies de felinos. El error se basa en que la verdadera causa ES LA HIGIENE DEFICIENTE DEL SER HUMANO.
Para que un gato produzca heces infecciosas, primero tiene que contagiarse. Un gato de casa, sin acceso al exterior, que no consume carne cruda o mal cocida, sino alimento industrializado, no puede infectarse, y por tanto, no infecta a otros. Aún en el caso de estar infectado, con las más simples medidas de higiene, (manipulación de alimentos, uso de guantes, aseo de manos, etc.) el ser humano evita infectarse de Toxoplasmosis.
En el caso de alergia en el hombre, que es la reacción exagerada del organismo ante la exposición a un agente (alérgeno) y que se manifiesta en piel, vía respiratoria o sistema gastrointestinal, ésta se debe a diversas causas: ácaros del polvo (65%) que están en ropa de cama, alfombras, tapices, peluches. A alérgenos de epitelios de animales (solo en el 15% de casos de asma), por saliva, pelo, escamas de perro, gato, cobayo, conejo, etc. A alérgenos de plagas como ratones o cucarachas. Al polen (10%) de árboles, pastos, flores. A hongos (mohos). A alimentos como leche de vaca, huevo, fresas, cacahuates, trigo, soya, etc., y al humo del tabaco.
En la actualidad, desde el año 2000 a la fecha, hay más información científica de que la exposición a mascotas (perros o gatos) en el primer año de vida de un ser humano se ha asociado a menor prevalencia de sensibilización alérgica a múltiples alérgenos en edad posterior de la infancia. Esto significa que las endotoxinas bacterianas de perros y gatos estimulan el desarrollo del sistema inmune de los niños en etapas tempranas, reduciendo la posibilidad de alergia, que en el caso de asma es hasta un 50% menor. Por supuesto que hay otros factores asociados en la alergia por modificar, dependiendo del origen. Solo en casos extremos de no control de alergia y comprobación que es al pelo de las mascotas, se deberá buscar un nuevo hogar. Nunca será justo echar a la calle a un miembro de la familia, por la llegada de otro, sin justificación plena.
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