Mujeres del Kotel: ¡Victoria! Si y No, 2da. parte

Por:
- - Visto 1319 veces

“Detener inmediatamente la exclusión de mujeres en las áreas bajo su autoridad.” fueron las palabras del procurador general Yehuda Weinstein, ordenaba explícitamente a los ministros de cultura y deporte, de comunicaciones, del Interior, de religión, de salubridad y de transportes que eliminaran la exclusión de mujeres en las actividades públicas. Al mismo tiempo entrego un documento a la Ministro de Justicia, determinando que segregar a las mujeres en los cementerios y prohibirles hacer eulogias constituyen discriminaciones ilegales y deben ser proscritas inmediatamente.

El Ministro de Transportes debía asegurarse de que no hubiera forma alguna de segregación en los transportes públicos: “solo por la puerta delantera podrán subir los usuarios a los vehículos y el pago debe ser directo al chofer sin zonas de discriminación.”

No permitir a las mujeres ser locutoras en Kol Berama o que canten en la presencia de hombres es una discriminación que debe ser abolida, en las dependencias públicas de salubridad es inadmisible la segregación, tampoco es aceptable la oposición a posters con figuras femeninas.


Las autoridades locales deben anular señalamientos que obliguen a las mujeres a usar calles segregadas o que impongan formas de vestir. Insistió en el veredicto del juez que afirmó la legalidad en la forma de rezar de las mujeres no ortodoxas en el Kotel

Weinstein pidió a la Knesset la promoción de una legislación que “convierta en ofensa criminal atacar a cualquier persona tratándola despectiva o humillantemente basándose en raza, religión, país de origen o sexo, incluyendo el propósito de negar el acceso o uso de servicios públicos o reducir su servicio.”

Mientras, los ultra ortodoxos se preparaban para el día de Rosh Jodesh cuando las Mujeres del Muro llegarían al Muro a su servicio religioso.

El rabino Shteinman, al frente de la comunidad ultra ortodoxa lituana, instruyó a los directores de los seminarios para niñas de Jerusalén, para que las estudiantes fueran a rezar ese viernes al Muro, También el rabino del Kotel, Rabinowitz, miembro de la Knesset, y el rabino Ovadia Josef llamaron a las mujeres y a las jóvenes seminaristas al rezo del viernes. Esperaban que miles de jóvenes y mujeres adultas se enfrentaran a unas cuantas docenas de Mujeres del Muro. Se planeaba una protesta totalmente novedosa de mujeres ortodoxas en una lucha pública.

El Ministro de Religión, Bennet, pidió calma y se reunió con representantes de las Mujeres del Muro, quienes aceptaron no llevar Rollos de Torah al Kotel.

Se espera que Bennet, después de hablar con el procurador, cambiara las regulaciones de las áreas consagradas de Israel, al redefinir el significado de lo permitido por la “costumbre local”

Tal vez no acepte la interpretación total del Juez Sobel, pero tampoco aceptara la vieja interpretación. “El Muro es un lugar santo no un campo de batalla, resolveré el problema…”

El subsecretario agrego: “haremos todo lo posible para reducir la tensión hasta que el plan Sharansky sea implementado.”

El viernes, miles de ultra ortodoxos chocaron con la policía y trataron de desintegrar el grupo de Mujeres del Muro, desde puntos diferentes les arrojaban botellas de agua y sillas, en tanto les gritaban nazis a los policías y los mandaban a Alemania.

Aunque no estaba planeado, hubo hombres que se unieron a las Mujeres del Muro en sus rezos, Fue la primera vez que hubo un servicio igualitario en la sección femenina del Muro, un anillo de policías los rodeó para protegerlos.

Cuando las Mujeres del Muro terminaron sus rezos y empezaron a salir, la policía formo una barrera humana para defenderlas. Ya habían pasado la puerta de entrada a la Plaza cuando los ultra ortodoxos les empezaron a aventar piedras, a ellas y a los camiones que llegaron a recogerlas. Mientras caminaban con quienes las apoyaban, cantaban y batían palmas, ocasionalmente lanzaban besos a sus atacantes.

La policía se portó con gran mesura, ninguna de las Mujeres del Muro fue arrestada gracias al veredicto del Juez Sobel: sus prácticas no violaban la costumbre local.

En cambio hubo tres arrestados y dos policías fueron heridos por los ataques de los ultra ortodoxos.

La policía calculó que hubo más de 5000 personas en los servicios del 10 de mayo. Miles más que de costumbre. Fuera de algunas excepciones, las jóvenes y las mujeres ortodoxas rezaron sin molestar a las Mujeres del Muro, estas también se abstuvieron de llevar Rollos de la Torah como acordaron con Bennet. Una de las portavoz de las Mujeres del Muro dijo que hubo como 500 de sus simpatizantes, pero solo 20 o 30, rodeadas por la policía, llegaron eventualmente a la sección de mujeres del Muro.

Las jóvenes entrevistadas dijeron que habían ido siguiendo instrucciones. Algunas dijeron que habían llegado para protestar porque les dijeron que las mujeres querían rezar en la sección de hombres pero solo se encontraban entre las mujeres.

Los directores de los movimientos Reformista y Conservador exigieron al procurador que investigara si el rabino Rabinowotz y su grupo, todos oficiales públicos, habían sido parte de la organización de la protesta ortodoxa. Acusan a Rabinowitz de hipocresía porque “en la Knesset habla en favor del compromiso de Sharansky, pero, fuera, actúa contra la paz en Jerusalén, como lo hizo el viernes.” A su vez, el rabino dijo que no intervino en la organización de las protestas y las acusaciones son parte de la campana de las Mujeres del Muro. “Me siento terrible por lo que sucedió aquí, no lo deseaba, no lo esperaba y espero que no se repita.”

El muro es una pequeña parte de la gran pared construida por Herodes en torno al Templo, al destruirse el Segundo Templo en el año 70 D.C. quedo parte del muro occidental, no fue considerado como sagrado por si, el paso de los siglos lo fueron cubriendo de tierra, piedras y residuos estructurales

Al final del Imperio Otomano se empezó a considerar como un lugar para orar y se hizo símbolo de renovación nacional, árabes y judíos peleaban por rezar a su lado y ser su propietario, los judíos pagaban un impuesto por rezar a los otomanos y a los habitantes del barrio de Mughrabi que los atacaban con frecuencia. Era un lugar estrecho de difícil acceso por callejuelas tortuosas, sucio, abandonado y lastimado por el clima y la basura…

En 1929 los ingleses tomaron el control, los ataques no disminuyeron y cuando los judíos pusieron una barrera para separar a los hombres de las mujeres los árabes protestaron y hubo disturbios que se extendieron a todo el país. En 1930 La Liga de las Naciones aprobó el establecimiento del Muro, la propiedad era de los mahometanos y los judíos tenían derecho de rezar en el lugar. La comisión prohibió que se llevaran muebles al lugar o se hicieran particiones como arcas para la Tora o que se tocara el shofar. Por primera vez se nombró un rabino del lugar y se construyó un puesto de policía. En 1947 el acceso al Muro fue bloqueado por los árabes.

El 7 de junio de 1967, el Monte del Templo fue capturado, el Muro liberado. Se pensó que se demolerían las construcciones del lugar, pero, el Ministro de Defensa, Moshe Dayan, después de 4 horas ordeno que se quitara la bandera israelí y se retiraran los soldados. Una decisión que enfatizaba la soberanía de Israel y la contención que impone la autoconfianza de un estado a sus acciones. Tres días mas tarde, el regente de Jerusalén, Tedy Kolek, exigió que los residentes de Mughabi abandonaran sus casas para demoler el barrio y construir la Plaza del Muro de los Lamentos, es una creación arquitectónica moderna, se escarbo hasta descubrir más tiras de piedras de la vieja pared que hoy le dan majestad. Ha sido la presión de las Mujeres del Muro la razón de que se consagrara.

Ahora el plan Sharansky propone una planta enorme de madera sobre 500 m2 sostenida una altura de 7 u 8 m de altura sobre la tierra y los restos arqueológicos al lado del Muro. La autoridad arqueológica está en contra de esa solución porque altera el balance entre la sección religiosa y la arqueológica.

Ahora empieza una lucha de palabras entre Livni, ministra de justicia y Bennet, ministro de religión. Livni le escribió a Bennet que no admitiría los cambios que intentaba hacer al veredicto de la corte y las regulaciones sobre lugares santos, esos cambios, al redefinir la “costumbre local” podrían negar el significado de las decisiones del Juez Sobel. Encausados a limitar las actividades de las Mujeres del Muro Los cambios requieren la aprobación del ministerio de justicia, lo cual estaría en contra de su apoyo a la ley.

Bennet respondió en su página de Facebook: “Desde luego no recibí ninguna carta…he conducido muchas negociaciones con los dos lados [ortodoxos y Mujeres del Muro] y tengo una base para asumir que podríamos llegar a un compromiso….sin duda, está en la capacidad del ministerio de justicia no permitirlo.” La intervención de la ministra estorbaba a su proyecto y afirmo que lo hacía “por apropiarse el encabezado de los periódicos.”

Livni le respondió por el mismo medio: “Desde que se inició la tormenta respecto al Muro, el ministro Bennet no me ha llamado ni me ha informado a propósito de sus intentos de compromiso que menciona aunque por ley ambos debemos elaborar las regulaciones, por lo tanto, no tiene de que quejarse. Aunque yo voy a una sinagoga religiosa, creo que ha llegado el momento -constitucional, social y cultural- de implementar una actitud tolerante y pluralista en el Estado de Israel. ”

Al fondo de los disturbios y las contradicciones es claro que la lucha por la libertad y el respeto es parte de la vida de las Mujeres del Muro. Su lucha es un reflector inmenso sobre la necesidad de separar la religión del estado. Imponer el derecho de sus ciudadanos a vivir y morir libres del establecimiento rabínico y las regulaciones religiosas. Combatir la alianza entre clericalismo y nacionalismo comprometido con la intolerancia y la discriminación.

Acerca de Alicia Korenbrot

Nació en la Ciudad de México, terminó sus estudios de Filosofía en la UNAM, es Escritora y traductora. Actualemente reside en Israel.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: