Mujeres Encadenadas

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Las mujeres encadenadas -agunot- son las mujeres judías que han sido abandonadas por sus maridos sin poner fin al matrimonio, dejándolas en un limbo legal, mientras el marido se niega a concederles el divorcio -get-.

En Israel no existe el matrimonio civil, aunque los matrimonios civiles de otros países son reconocidos. Solo las ceremonias religiosas son validas de acuerdo con la Halajah, al igual que los divorcios. La justicia en materia matrimonial es un monopolio de los tribunales rabínicos.

Las agunot no pueden recurrir al divorcio, ni establecer nueva relaciones o crear una familia porque siguen casadas formalmente, o tener hijos porque serían bastardos, hijos de una relación extramarital -mamzerim- y quedarían registrados en una lista negra, como consecuencia, solo podrían casarse con otro mamzer. Así por generaciones.


Para el hombre la escenografía es diferente, el divorcio es su prerrogativa, además, hasta 945 e.m. podían tener otras mujeres, cuando Rabi Gershon decreto por mil años que el judío europeo no podía tener mas de una mujer; hoy, la poligamia no es aceptada en Israel, pero, bajo ciertas condiciones, la Ley le da al hombre la posibilidad de obtener un permiso especial -hetter nisuim- para contraer un matrimonio adicional.

Una respuesta rotunda al problema de las agunot fue la creación del Centro de Justicia para Mujeres -CJM- en 2004, una organización pública en el marco legal dedicada a defender y proteger los derechos de igualdad, dignidad y justicia de las mujeres de Israel dentro de la Ley Judía.

El Centro fue fundado por Susana Weiss, quien llegó a Jerusalén en 1980, nació en Nueva York en 1955.

Con su titulo de abogada se ha dedicado activamente por mas de 20 años a encontrar soluciones para los problemas de mujeres que quieren divorciarse, primero como abogada particular, después como fundadora y directora de Yad L’isha de 1997 a 2004 cuando fundó el CJM e inicio la táctica de demandar por daños y perjuicios a los maridos recalcitrantes en las cortes civiles de Israel.

El Centro cuenta con un Consejo de 28 miembros, varios hombres y un rabino, voluntarios y defensores que convierten los ideales progresistas en acciones legales.

En 2004, Susana Weiss demandó por primera vez a un marido por daños, después de haber abandonado a su mujer sin darle el divorcio durante ocho años. El juez Menajem Hacohen de la Corte Familiar de Jerusalén, rindió su veredicto: El acudado debía pagar 425 000.00 shekel por daños.

Desde entonces ha iniciado 400 casos en diferentes cortes, inclusive en la Suprema Corte. “Estamos cambiando el rechazo al divorcio religioso de un derecho religioso a un daño civil” declaro la abogada Weiss.

En 2008, la Suprema Corte de Justicia de Canadá, Dictaminó en favor de una mujer que demando a su marido por daños al romper el contrato matrimonial y no darle el divorcio. La decisión se basó en el precedente de un caso de 2004 del CJM.

La Coalición Internacional para los Derechos de las Agunot, pidió la observación del Día de las Agunot en el ayuno de Esther -taanit Esther- en reconocimiento a la Reina Esther, quien salvó a todo el pueblo judío del aniquilamiento, mientras era cautiva de un matrimonio no deseado. La historia de Esther es prueba la contradicción entre la dedicación de las mujeres a la comunidad y su condición legal inferior en el matrimonio; tal como la mujer moderna contribuye a la sociedad mientras esta todavía relegada a una condición secundaria en los procesos de divorcio.

El 15 de marzo de 2011, en Washington, El Consejo Nacional de Mujeres Judías -CNMJ- pidió a la Knesset que pusiera en práctica la reforma al divorcio en Israel para resolver el problema de las agunot que las deja sin la posibilidad de volver a casarse, de reconstruir sus vidas.

Linda Sucker, Presidenta del CNMJ, dijo: “En la celebración del Día Internacional de las Agunot, lamentamos la persistencia de este problema para las mujeres en Israel y en todo el mundo. La situación de las Agunot es una violación flagrante de los derechos humanos civiles. La Knesset debe proveer un medio para terminar los matrimonios que respetan la Halajah sin comprometer la igualdad legal de las mujeres.”

La demanda de una mujer a su marido por 700 000.00 shekel en daños después de que el marido rehusara consistentemente concederle el divorcio durante 16 anos, fue aceptada por la Corte de Distrito de Tel Aviv en un juicio que había de ser precedente para todos los casos semejantes.

El Jerusalén Post del 2 de marzo de 2011, reportó: El Juez rindió fallo en contra de la apelación hecha por el marido por la decisión de una corte familiar: La mujer que se encuentra frente a nosotros, dijo el Juez, ha sido rehén de su marido, quien no tiene una sola razón para la celda que ha construido a su alrededor, simplemente porque ella aceptó una vez casarse con el. El marido le ha negado las alegrías de la vida, establecer una familia y, especialmente, tener hijos. Causando un daño inconmensurable que crece día a día. Estas acciones son inmorales y van contra la ley básica de dignidad humana y libertad.

Susana Weiss comentó: “Sin duda este es un precedente importante, este es el primer caso de apelación rechazada por una Corte de apelación. Su decisión, si no es alterada por la Suprema Corte. Abarca a todas las cortes familiares en Israel. Es importante para el CJM, para las mujeres en Israel, para todas las mujeres judías en la Diáspora.

Ahora las mujeres pueden afirmar que las leyes religiosas no pueden ser explotadas para abusar de ellas o ser usadas para interferir en sus derechos básicos de autonomía y libertad.

Uno de los objetivos principales del CJM, desde su fundación, es establecer que el rechazo a darle el get a una mujer abandonada es un abusoque otorga a las mujeres el derecho de recibir compensaciones por daños.

Las Cortes Rabínicas tienen el poder de imponer sanciones para obligar a una de las partes en un divorcio, generalmente el marido, a conceder el divorcio, pero, sostiene el CJM. Generalmente no lo hacen.

Los abogados que ayudan a las agunot están convencidos de que los juicios civiles tienen una ventaja clara y probada sobre las sanciones de las Cortes Rabínicas, la amenaza de un juicio por danos sirve para motivar a los maridos recalcitrantes por miedo a ser forzados a pagar grandes cantidades de dinero. Aunque ha habido casos en el que el marido paga la cantidad estipulada y sigue rehusándose a dar el get. El poder esta todavía en sus manos.

Acerca de Alicia Korenbrot

Nació en la Ciudad de México, terminó sus estudios de Filosofía en la UNAM, es Escritora y traductora. Actualemente reside en Israel.

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