Artículos en la prensa saudita justifican el asesinato del principal científico nuclear de Irán: Eliminar a un individuo que construyó una bomba nuclear para un régimen criminal cumple con la humanidad

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En respuesta al asesinato al principal científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh perpetrado el 27 de noviembre en las afueras de Teherán, la prensa saudita publicó numerosos artículos justificando el asesinato presentándolo como un bien para el mundo y para la humanidad – e incluso atacaron a aquellos estados y organizaciones que lo condenaron.

Los artículos sostenían que durante décadas Irán ha orquestado el terrorismo alrededor del mundo y es responsable de asesinatos selectivos y atrocidades perpetradas en Siria, el Líbano, Yemen y en muchos otros lugares. Por lo tanto, dijeron, no debería sorprender que sus rivales hayan decidido responder de la misma manera. Subrayando que Fakhrizadeh no era un científico civil común cuyo trabajo haya contribuido a la humanidad, sino que este encabezó el malicioso programa nuclear de Irán, con el que amenaza a la región y al mundo entero a fin de apoderarse de este, estos agregaron que todo lo que frustre el objetivo del régimen iraní de adquirir armamento nuclear, incluyendo el asesinato de altos funcionarios iraníes que se esmeran en realizarlo, es un servicio que se le hace a la humanidad. Algunos de los artículos que reprendían a quienes condenaron el asesinato expresaban asombro de que alguien pudiese denunciar el asesinato de un hombre que sirvió a un régimen criminal y que trabajó para construir una bomba nuclear con el mero objetivo de perpetrar un crimen atroz.

Cabe destacar que oficialmente, Arabia Saudita se ha abstenido de condenar el asesinato, a pesar de que varios de sus aliados regionales, entre ellos los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Jordania, lo hicieron varios días después de que sucediera.


Una caricatura publicada en el diario saudita Al-Sharq Al-Awsat: El asesinato de Fakhrizadeh es una brecha en las filas del CGRI (Fuente: Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 28 de noviembre, 2020)

Lo siguiente son extractos traducidos de artículos de la prensa saudita en referencia el asesinato de Fakhrizadeh:

Periodista saudita: ¿Cómo puede uno condenar el asesinato de un hombre que construyó una vil bomba para un régimen perverso? 

En su columna publicada el 30 de noviembre, 2020 en el diario saudita ‘Okaz, el periodista saudí Tariq Al-Homayed, ex-editor del diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, atacó duramente a las organizaciones y estados que denunciaron el asesinato y que expresaron asombro al cómo era posible considerar el asesinato de un individuo de ataque terrorista que merecía ser condenado.[1] Este escribió: «Aunque es reprensible regocijarse por la muerte de un ser humano, Mohsen Fakhrizadeh, el científico iraní y comandante del CGRI quien fue asesinado en las afueras de Teherán, no estaba trabajando para desarrollar una vacuna contra el Covid; este era conocido como ‘el padre de la bomba atómica iraní’. Por ende, es importante exponer a quienes se apresuraron a ofrecer sus condolencias por la muerte de este científico iraní – cuyo asesinato no es menos que un golpe al régimen iraní que el asesinato del comandante de las Fuerzas Qods del CGRI Qassem Soleimani – para así aprender a identificar a los agentes y aliados de Irán en la región.

«Los primeros en ofrecer sus condolencias y considerar el asesinato del científico iraní como un acto terrorista fueron, por supuesto, Hezbolá, Hamas, el cual se encuentra afiliado a la Hermandad Musulmana, las cancillerías de Turquía y de Qatar y el régimen de Assad en Siria. Todos expresaron sus condolencias, condenaron el selectivo asesinato y lo calificaron de acción terrorista. Los houties en Yemen seguramente seguirán su ejemplo…

«La condena proferida por estas organizaciones terroristas y de países que apoyan el terrorismo tales como Turquía y Qatar al asesinato, refleja su solidaridad con Irán. Tal como fue mencionado, el científico iraní que fue asesinado no estaba comprometido en ayudar a la humanidad… sino en un vil proyecto junto a un plan malvado contra toda la región. Esto significa que aquellos que condenan su asesinato… son los mayores hipócritas de la región, ¿cómo pueden condenar el asesinato de un individuo que dedicó su vida a construir una vil bomba para un régimen perverso cuando no condenan el asesinato de personas desarmadas cometido por Irán en toda la región?

«Irán es la razón por la muerte de sirios, iraquíes y libaneses. Este está destruyendo Yemen y protegiendo a todos los elementos terroristas de la región. El ejemplo más claro de todo esto lo proveyó el líder No. 2 de Al-Qaeda, quien fue asesinado recientemente en Teherán y no en Afganistán. Entonces, ¿cómo se puede considerar de terrorismo reprobable tal acción contra el malvado liderazgo iraní?…

«Los países que consolaron a Irán y condenaron el asesinato del científico iraní son esencialmente socios de Irán en derramar sangre árabe y sembrar destrucción en toda nuestra región, desde Irak pasando por Siria hasta el Líbano y Yemen… Irán no hubiese podido interferir en nuestra región sin la ayuda de estos agentes y estados que buscan destruir nuestra estabilidad y seguridad, que alguna vez colaboraron con Irán en secreto y ahora lo hacen plena y abiertamente. Es importante vigilarlos y denunciarlos, para de esta manera documentar sus acciones y advertirle a la gente sobre ellos. El científico asesinado había planeado construir una bomba sectaria y cometer un vil crimen en nuestra región».[2]

Columnista saudita: El método terrorista y de asesinato del régimen iraní ha tenido un efecto a la inversa

En su columna del 29 de noviembre de 2020 en el diario saudita Al-Sharq Al-Awsat, Abdullah bin Bajad ‘Otaibi escribió que durante los últimos 40 años, el régimen iraní ha utilizado el terrorismo y los asesinatos contra sus oponentes en casa y en el extranjero y no debería ser sorpresa que sus rivales hayan optado por responder de la misma manera: «Los regímenes eligen sus armas de acuerdo a cómo se ven a sí mismos, quiénes son y qué es lo que aspiran. Una herramienta utilizada por el régimen iraní es sembrar el caos y terror alrededor del mundo, junto a todo lo que esto conlleva: atentados, asesinatos, manifestaciones empapadas de sangre y la utilización de milicias. De hecho, el régimen iraní eligió el asesinato como una de sus armas favoritas, sin dudar en utilizarlo durante todos estos 40 años pasados, donde ha gobernado a Irán por la fuerza de las armas y ha perseguido a sus oponentes hasta los últimos confines de la tierra, buscando asesinarlos. Todos los representantes del régimen iraní en la región – en Irak, Siria, Yemen y el Líbano – utilizan los mismos métodos también… El espacio no me permite enumerar todos los atentados y asesinatos perpetrados por el régimen iraní o por sus agentes-estados en la región y en el mundo…

«Pero lo nuevo es que ahora los rivales de Irán están utilizando la misma arma del terrorismo para perseguir a sus miembros y aliados dentro de Irán, tales como el comandante de Al-Qaeda Muhammad Al-Masri, asesinado en Teherán el 7 de agosto, 2020 y el científico iraní Mohsen Fakhrizadeh, también asesinado cerca de Teherán, el 27 de noviembre, 2020. El crimen en la forma de asesinato político es ahora familiar para la mayoría de las naciones del mundo, sin importar su religión, normas y cultura… Dado que este crimen es una de las armas favoritas del régimen iraní, algunos de sus rivales aparentemente prefirieron contraatacar dándole una muestra de su propia medicina.

«La gente necesita saber que Mohsen Fakhrizadeh no fue ningún científico civil que enseñaba en una universidad o que trabajó en un laboratorio, sino un comandante del CGRI y un alto funcionario del Ministerio de Defensa de Irán quien estaba a cargo del proyecto nuclear. Quien haya decidido asesinarlo deseaba dañar y perjudicar a todo el régimen iraní, así como este régimen perjudica a sus oponentes en todo el mundo. Hasta ahora, nadie sabe con certeza quién planeó y llevó a cabo este asesinato…

«Uno de los problemas del régimen iraní es que posee gran cantidad de enemigos alrededor del mundo y no existe ni un solo país en el que no haya interferido de una forma u otra. Como resultado, cuando uno de sus miembros es asesinado, este no puede apuntar rápidamente a ningún país en particular basado en evidencias confiables. En cambio, siempre elige culpar a Israel, para así utilizar su fracaso en el área de seguridad e inteligencia como herramienta para fomentar sentimientos religiosos y sectarios en un esfuerzo por impulsar las consignas del régimen y fortalecer su ideología.

«Israel, los Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han mencionado a Fakhrizadeh desde el año 2007. Hace dos años, el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu habló sobre el peligro que representaba y el Presidente de Estados Unidos Donald Trump tuiteó un mensaje en el que insinuaba que sabía algo sobre la ejecución de esta sensible operación…

«En conclusión, el régimen iraní debe darse cuenta de que todo lo que se va viene de vuelta y que quien elige el mal camino de los asesinatos, los atentados y el terrorismo debe saber que esto puede llegar a convertirse en un bumerán».[3]

Periodista saudita: Asesinar a altos funcionarios iraníes e interrumpir sus intentos de adquirir armas nucleares es un servicio que se le hace a toda la humanidad 

En un artículo publicado el 30 de noviembre en el diario saudita ‘Okaz Mohammed Al-Saed afirmó que el régimen iraní busca adquirir armas nucleares para apoderarse del mundo, de modo que interrumpir estos esfuerzos y mucho menos asesinar a altos funcionarios iraníes, es un servicio que se le hace a la humanidad que no debe ser condenado. Este escribió:

«El asesinato de Mohsen Fakhrizadeh, un comandante del CGRI, de hecho no fue tan diferente al atentado al reactor nuclear iraní. En términos de su gravedad y su impacto sobre el régimen iraní, este asesinato es lo más parecido a un atentado a un reactor nuclear lo cual provoca una verdadera explosión nuclear – solo que sin los residuos de un daño colateral.

«El mundo libre – y no la izquierda o la chusma nacionalista o los devotos de la corriente permisiva – están lo absolutamente convencidos de que distanciar a todo líder iraní de los centros de toma de decisiones beneficia a la humanidad y constituye un mensaje de paz para toda la región. Interrumpir al régimen iraní en su búsqueda de adquirir armamento nuclear es un servicio a largo plazo para la humanidad, porque es inconcebible que un régimen retrogrado, opresivo y terrorista deba adquirir armamento nuclear que no puede controlar cuando no pueda prevenir a las facciones rivales en su gobierno que no lo utilicen durante un mínimo estallido de ira. Esto se debe a que todas estas facciones… creen que destruir a sus rivales les traerá la salvación que les permitirá controlar el mundo.

«La humanidad experimentó el uso de armamento nuclear una vez, durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque la producción de estas armas continúa hasta el día de hoy, la humanidad ha adoptado medidas estrictas que las hacen imposibles de utilizar, para que la tragedia no se repita y estas se han convertido estrictamente en armas disuasorias… Esto se debe a que todos saben que estas armas pueden destruir a la humanidad, todos excepto los iraníes, que las perciben como armas que les permiten conquistar el resto del mundo.

«Los clérigos iraníes no poseen esta exaltada emoción humana y carecen incluso de un mínimo de moral islámica que les impediría perpetrar actos horribles. Su historial está repleto de crímenes; Irak, el Líbano y Yemen son los mejores ejemplos de ello…

«El Fakhrizadeh iraní/persa no es otro que el turco/otomano Fakhri Pasha,[4] ya que ambos fueron soldados en los ejércitos de la animosidad y el odio hacia los árabes no-musulmanes por parte de los residentes árabes del Golfo Pérsico y por las tribus y familias que se opusieron y aún se oponen a los intentos de apoderarse de sus países. Así como el asesino Fakhri Pasha se esforzó por desarraigar y desterrar por la fuerza a los residentes de Medina hace más de un siglo por el sultanato otomano que ya no existe, Fakhrizadeh y los que están tras de él se esfuerzan por desarraigar a los sauditas de su país y conquistar la Mezquita Kaaba en Meca y la Mezquita del Profeta en Medina, con el fin de hacer realidad sus sueños del ya vencido Imperio Persa.

«Sin embargo, al igual que el tarbush otomano turco fue derrotado en su momento por los jinetes árabes, también el turbante nuclear persa será derrotado por sus descendientes».[5]


[1] Pareciera ser que Homayed escribió esto antes que los aliados sauditas, incluyendo a los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Jordania condenaran el asesinato de Fakhrizadeh.

[2] ‘Okaz (Arabia Saudita), 30 de noviembre, 2020.

[3] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 29 de noviembre, 2020.

[4] Fakhri Pasha fue el comandante de la Fuerza Expedicionaria Hejaz del Imperio Otomano y último gobernador de la ciudad de Medina (1916-1919). Durante la revuelta árabe en la Península Arábiga contra el Imperio Otomano (1916-1918) cuando Medina fue sitiada, Fakhri Pasha expulsó a todos los residentes de la ciudad. Este ignoró una orden proveniente de Estambul de rendirse continuando su lucha durante cinco meses, luego de lo cual se vio obligado a rendirse por la presión ejercida de sus camaradas y las amenazas de sus comandantes. Pasha fue posteriormente encarcelado en Egipto y luego en Malta durante tres años completos.

[5] ‘Okaz (Arabia Saudita), 30 de noviembre, 2020.

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