A quince minutos de San Miguel de Allende pero a una eternidad del mundo cotidiano, Viñedos Santa Catalina ha elevado el arte hotelero de la zona, sumergiendo a los viajeros en espacios de lujo relajado, de sofisticación seductora, de comodidad contemporánea y de diseño de ensueño . El desarrollo, obra maestra del despacho arquitectónico reconocido Artigas, es la más reciente añadido a la preciosa colección de La Santísima Trinidad.
La Santísima Trinidad es un desarrollo que fusiona distintas pasiones en un diversos edenes: Viñedos San Lucas, Viñedos San Francisco y Viñedos de los Senderos. Desarrollos principalmente inmobiliarios con área agrícola compuesta de viñedos, olivos y lavanda, además de contar con hoteles boutique, restaurantes, cancha de polo, taller de olivo, taller de lavanda y, por supuesto, vinícola, estas joyas nos presentan un estilo de vida que no tiene igual en el país.
Conformado por un total de 100 hectáreas, Viñedos Santa Catalina fusiona un concepto arquitectónico y de paisajismo excepcional con la mejor tecnología ecológica… El resultado es un espacio de magia en uno de los destinos más fascinantes del país.
El desarrollo, obra maestra del despacho arquitectónico reconocido Artigas, es la más reciente añadido a la preciosa colección de La Santísima Trinidad. Aquí se fusionan distintas pasiones en un diversos edenes: Viñedos San Lucas, Viñedos San Francisco y Viñedos de los Senderos. Desarrollos principalmente inmobiliarios con área agrícola compuesta de viñedos, olivos y lavanda, además de contar con hoteles boutique, restaurantes, cancha de polo, taller de olivo, taller de lavanda y, por supuesto, vinícola; estas joyas nos introducen a un estilo de vida que no tiene igual en el país.
El hotel boutique de Viñedos Santa Catalina de solamente diez lujosas habitaciones es el más exclusivo de la familia La Santísima Trinidad y su exquisito diseño, privacidad y lujo es un ejemplo a seguir en el mundo de la hotelería. Delicadamente, las alas de un ave blanco rozan, casi acarician, las inmóviles aguas del lago que se extienden desde la recepción hasta los olivos.
En el exquisito restaurante de Viñedos Santa Catalina tuve el placer de probar deliciosos platillos como la sabrosa crema de pimiento acompañada de un crouton de queso de cabra y con emulsión de albahaca, y el espectacular risotto de hongos con mantequilla, vino blanco, queso parmesano, hongos y trufa fresca. Entre sus platillos estrellas también nos encontramos con creativas creaciones como el pulpo al grill acompañado de una mezcla de lechugas, alcachofa, tomate cherry, aceituna negra, queso feta, vinagreta de limón, hibernas italianas y miel elaborada en casa.
Íntimo, Viñedos Santa Catalina nos invita a formar parte de un mundo de hedonismo total – y volvernos uno con este edén de paz.
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