Nace una bandera

Por:
- - Visto 960 veces

Ben Hecht, hijo de inmigrantes rusos, nació en Nueva York en 1894. En Chicago empezó su carrera de escritor como periodista a los 16 años. Durante su vida escribió muchos artículos en diferentes periódicos, 35 novelas, inclusive una autobiografía, cuentos, fue autor fantasma, otros firmaban lo que producía, fue dramaturgo distinguido, Su primer gran éxito teatral fue The Front Page que ganó el premio Pulitzer. Prolijo guionista creo 70 películas con su nombre y 20 más sin crédito. Nominado para el premio Oscar varias veces, el primero que recibió fue en l927 por la mejor historia; la película, Underworld, inició un nuevo género en la cinematografía. El segundo fue por The Scoundrel, en 1935. Lo llamaban el Shakespeare de Hollywood. También participo activa y valientemente en la lucha por los derechos civiles y contra la discriminación.

Hecht escribió en su autobiografía: “me volví judío en 1939, antes estaba solo relacionado con los judíos, Ese año me volví judío y mire al mundo con ojos judíos. El asesinato masivo de judíos recién iniciado por los alemanes hizo surgir mi judeidad.” Se unió al Comité de Lucha por la Libertad y empezó a escribir sobre los judíos en Europa en su columna del diario P.M. de Nueva York.

En la primavera de 1941, Ben Hecht era, según sus palabras, “un escritor honesto que caminaba por la calle un día, cuando tropezó con la historia.” Con lo que tropezó fue con una causa y la asumió con una pasión furiosa que se haría sentir desde las páginas del New York Times, los escenarios de muchas ciudades, hasta las salas del poder de Washington y Londres.


Ese año, sus artículos llamaron la atención de Hillel Kook, un emisario sionista de Jerusalén, llegado el año anterior a los Estados Unidos para reunir fondos y apoyo para los refugiados judíos de Europa y la causa de la creación de un Estado judío. Kook uso el seudónimo de Peter Bergson, buscó a Hecht y así fue como Hecht tropezó con la historia. La idea de Bergson y sus colegas cautivo la imaginación de Hecht: integrar una fuerza armada organizada por los aliados y formada con los residentes judíos de Palestina y refugiados judíos de Europa que tomaran parte en la guerra contra los alemanes. Hecht puso todo su talento al servicio de la idea: escribió artículos, diseño carteles, anuncios de una pagina con encabezados como “Los judíos pelean por el derecho de pelear” en el N.Y.T. Esta era una estrategia fuera de lo ordinario cuando las organizaciones raras veces anunciaban sus decisiones políticas en los periódicos, había un temor general a las reacciones adversas del público.

Hecht también uso sus conexiones en Hollywood y Broadway para ganar el apoyo de artistas y personalidades prominentes para su causa. La combinación de anuncios y el apoyo de gentes celebres lanzo la idea de un ejercito judío a la conciencia publica y, eventualmente, convenció al gobierno británico que estableció la Brigada Judía, esta peleo con distinción contra los alemanes en 1945, Después de la guerra, los veteranos ayudaron a contrabandear sobrevivientes del Holocausto a Palestina y tuvieron un papel importante en la defensa del recién nacido Estado de Israel ante la invasión de los árabes en l948.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, los aliados establecieron los Campos para Personas Desplazadas, donde encontraban refugio los sobrevivientes del Holocausto que no tenían a donde ir: sus comunidades habían sido borradas por los nazis, sus casas destrozadas o invadidas por vecinos hostiles y ambiciosos; aun persistían las explosiones antisemitas. Como en el pueblo judío de Kielcen, donde, en julio de 1946, un ataque perpetrado por sus habitantes dejo como saldo los cadáveres de 47 judíos, aumentando la búsqueda de refugio, aunque fuera temporal, de los sobrevivientes en los campos de P.D.

La gran mayoría quería ir a Palestina, era su sueno milenario, el único hogar posible, construido por los pioneros sionistas. Pero, había una barrera enorme, casi infranqueable que cerraba sus puertas: la política inglesa que limitaba severamente la inmigración judía a Palestina.

Los ingleses habían tomado Palestina del poder de los turcos en 1917 y habían prometido el reestablecimiento de un hogar nacional judío. En 1922 la Liga de las Naciones le dio a Inglaterra el Mandato sobre Palestina hasta que sus residentes estuvieran preparados para autogobernarse. El Mandato incluía la declaración Balfour que prometía abrir las puertas a la inmigración judía y construir un país judío, pero esa promesa se fue debilitando por consideraciones políticas alimentadas por los disturbios árabes de los años 20 y 30. Los ingleses, preocupados por el temor de que los árabes se aliaran con los alemanes en la guerra mundial que amenazaba explotar, detuvieron la venta de terrenos a los judíos, empezaron a reducir más y más el número de inmigrantes judíos legales hasta un máximo de 1500 anuales por los 5 años siguientes.

A pesar de la información que ya se tenia en 1942 sobre el asesinato masivo de los judíos europeos, Inglaterra no abrió las puertas a la inmigración, La resistencia judía en Palestina, el Irgun Zva Leumi que había suspendido su lucha contra los ingleses para apoyar la lucha contra los alemanes, cambio su decisión por las noticias del genocidio que perpretaban los nazis y sus aliados. A principios de 1944, el Irgun reinicia sus ataques a las autoridades británicas en Palestina. La Haganah no se sumo con la esperanza de que al final de la guerra los ingleses abrieran las puertas a la inmigración judía, cuando el nuevo gobierno en Inglaterra, anuncio en 1945 que continuaría con la misma política en Palestina, la Haganah se unió al Irgun y los ataques a los ingleses aumentaron drásticamente.

Al mismo tiempo, los emisarios de la Haganah en Europa, empezaron a contrabandear barcos cargados de sobrevivientes con destino a Palestina. Cuando lograban llegar a la costa por la noche, protegidos por la oscuridad, los sobrevivientes eran recibidos y distribuidos en diferentes direcciones del país. La mayoría de los 64 barcos que navegaron entre 1945 y 1948, fueron interceptados por los ingleses y sus pasajeros fueron internados en campos de detención en Chipre. Pero, los choques entre soldados británicos y refugiados angustiados en de la medianoche, a plena vista de la media, oscurecieron la imagen publica de Londres y aumento la presión sobre los británicos para que cambiaran su política.

La dramática lucha entre judíos y británicos, se convirtió en un factor más en las relaciones entre ingleses y americanos, en parte por la simpatía del público estadounidense por las victimas judías y en parte por el calendario político de los Estados Unidos, las elecciones al Congreso de noviembre de 1946. En abril de ese año, una comisión conjunta de judíos americanos e ingleses recomendó otorgar 100 000 documentos para la inmigración legal de PDs a Palestina. La administración de Truman apoyo públicamente la recomendación.

Mientras, la crítica pública y del Congreso a la política en Palestina de Inglaterra se convirtió en fuente de ansiedad para los ingleses, especialmente porque necesitaban préstamos de los Estados Unidos para su reconstrucción después de la guerra.

Ben Hecht, con la ardiente necesidad de hacer todo lo posible por rescatar a los judíos condenados de Europa, se hecho un clavado en esa mezcla volátil de intereses políticos y con su combinación única de drama y política, presento el conflicto en imágenes dramáticas, simples que impresionaban profundamente al publico.

El grupo Bergson, Ben Hecht y la Liga Americana por una Palestina Libre, crearon uno de sus proyectos mas importantes, la obra teatral en un acto: “Nace una Bandera”.

El encargado de la publicidad, dijo:”Nace una Bandera no es teatro ordinario….se escribió para juntar dinero y comprar barcos que lleven judíos a Palestina y para despertar la opinión publica americana en favor de la lucha por la libertad y la independencia que ocupa a la resistencia judía en Palestina..”

“Nace una Bandera” abrió el 5 de septiembre de l946 en el teatro Alvin de Nueva York. La obra aumento el antagonismo a Inglaterra y la simpatía por la revuelta judía. Hecht entendió que la batalla judía por la independencia era tan psicológica como militar; que se luchaba en las cortes de la opinión publica del mundo, en la salas del Congreso, al mismo tiempo que se luchaba en los montes y en los valles de la Tierra Santa. Aunque los ingleses valoraban Palestina como punto estratégico, había un limite a lo que Inglaterra podía arriesgar tras la guerra contra Alemania, cuanto querrían sufrir sus ciudadanos, cuanta humillación critica internacional podían absorber, mas la tensión con los Estados Unidos, antes de llegar a la conclusión de que Palestina no justificaba tales consecuencias.

La obra transcurre en un cementerio europeo, se concentra en dos sobrevivientes del Holocausto, enfermos, ancianos, camino a Palestina, Tevya y Zelda, se han detenido en el cementerio para descansar cuando se inicia el Shabat. En medio de sus oraciones, Tevya es sobrecogido por una visión en la que se encuentra con sabios, héroes, reyes del pasado bíblico judío. La plataforma perfecta para mostrar el reclamo antiguo del pueblo judío a la Tierra Santa y el escaparate para las experiencias históricas judías, demostrando la necesidad de un Estado judío en tiempos modernos. El puente entre pasado y futuro es el personaje David, un joven sobreviviente de Treblinka, el campo de muerte, que llega al cementerio en la parte final de la obra. Tevya y Zelda mueren. David es motivado para unirse a la resistencia judía Palestina en su guerra contra los ingleses. En los últimos momentos dramáticos, David dice un discurso fuerte, conmovedor y se va a pelear por la libertad judía en la Tierra Santa, llevando en la mano una bandera improvisada con el talit de Tevya.

Luther Adler, actor y director prominente, fue el director voluntario de la obra.

Kurt Weill compuso la música.

Issac Von Grove arregló y dirijo la música.

Mario Berini, tenor de la Opera Metropolitana, canto la música litúrgica.

Celia Adler hizo el papel de Zelda al lado de

Paul Muni, Teyva.

Quentin Reynolds fue el narrador.

David lo hizo un actor joven, prometedor, recomendado por su maestra, Adler, Marlo Brando

Todos trabajaron voluntariamente, recibiendo lo mínimo que exigía su Asociación. según sus memorias, Brando fue motivado por “lo que empezábamos a saber de la verdad del Holocausto y por la empatía que sentía por los Adler y los otros que eran mis amigos y maestros…” También lo atrajo poder actuar con Paul Muni a quien describió como “el único actor que me hizo salir de mi vestidor para verlo desde bambalinas”.

Las revelaciones de los detalles de las atrocidades nazis, combinadas con el sentimiento de culpa de la comunidad por no haber protestado rotunda y efectivamente durante el Holocausto, intensifico la pasión judía por Palestina. En esa atmósfera no es sorprendente que la petición de Hecht desde el escenario, al terminar la obra, recibiera una respuesta entusiasta a su petición de donativos. “Denme su dinero”, dijo, “y nosotros lo volveremos historia.”

El público dió y Hecht cumplió su promesa.

La obra estuvo en escena 10 semanas, después fue llevada a diferentes ciudades, siempre con respuestas entusiastas y generosas.

Parte del dinero se uso para comprar un barco que transportaría sobrevivientes a Palestina, desafiando las restricciones a la inmigración impuestas por los ingleses.

El barco, un yate de cuatro toneladas llamado S.S. Abril, fue llamado el S.S. Ben Hecht y zarpo rumbo a Francia el 27 de diciembre de 1946 con una tripulación de 21 personas voluntarias, en su mayoría ciudadanos estadounidenses. En marzo de 1947 zarpó rumbo a Palestina con 900 refugiados a bordo. El 8 de marzo la navegación fue interrumpida abruptamente, a 10 millas de la costa palestina, por lo británicos. Se dice que 600 pasajeros fueron enviados a Chipre, la tripulación fue llevada a la cárcel de Ago. Detenidos por varias semanas, pudieron ayudar a los prisioneros del Irgun en los preparativos para escapar de la fortaleza-prisión. Bob Levitan, el capitán del barco, llego con una cámara pequeña la llevaba oculta y paso inadvertida. El plan del Irgun para liberar a sus compañeros se había frustrado en el ultimo momento porque quienes escaparan necesitaban papeles de identificación con fotos recientes que no podían proporcionar hasta que Levitan les dio su cámara. 41 prisioneros escaparan en una acción atrevida, La media internacional la describió como el escape más espectacular de los tiempos modernos y uno de los golpes más fuertes al prestigio ingles.

La noticia de lo ocurrido a bordo del Ben Hecht fue dada en grandes encabezados en la prensa internacional. Los ingleses rápidamente anunciaron la liberación de los marineros a Estados Unidos y evitaron los cargos criminales en su contra. Tiempo después, el S.S. Ben Hecht fue convertido en el barco emblema de la Fuerza Naval del Estado de Israel.

El impacto de “Nace una Bandera” puede juzgarse con diferentes criterios: parte del dinero reunido llego a Palestina como apoyo a la guerra de independencia, otra parte facilito los intentos de llevar refugiados a Palestina, los cuales, aunque fracasaron, ayudaron a llamar la atención internacional a la odisea de los refugiados judíos por llegar a Palestina. También influyo en la opinión pública de los Estados Unidos. Hizo patente la cuestión Palestina y ayudo al apoyo de la causa sionista y, quizás, lo más importante, ayudo a persuadir a los ingleses de que debían retirarse de Palestina.

Seis meses después del establecimiento del Estado de Israel, Bergson y Hecht disolvieron oficialmente la organización que produjo la obra.

El entusiasmo y dedicación de Ben Hecht le costaron caro: como reacción a su posición frente a Inglaterra, la Asociación de Exhibidores Cinematográficos, representante de mas de 3000 propietarios de cine ingleses, declaro un boicot a las películas escritas por Hecht, Hasta tres películas que se estaban exhibiendo fueron alteradas porque llevaban su nombre, En Hollwood no le daban trabajo por temor a perder el mercado ingles, no lo invitaban a fiestas y apenados preferían ignorarlo. Eventualmente algunos de sus viejos patronos le ofrecieron trabajo si cortaba su precio a la mitad y olvidaba la emoción de ver su nombre en los créditos. No tuvo alternativa y se sometió a la humillación de las nuevas condiciones. No se quejo, ni se disculpo, se mantuvo en sus principios y pago el precio, Su conciencia podía estar tranquila con la certeza de que había respondido al llamado de su pueblo cuando mas lo había necesitado.

Hecht murió en 1964, en el servicio funeral en su honor, en el templo Rodeph Shalom de Nueva York, muchas personalidades participaron en las elogias, entre ellas, Menajen Beguin.

Sternlicht escribió: gracias a los discursos, artículos y fondos reunidos por Hecht, “Hecht hizo mas por ayudar a los refugiados judíos del Holocausto y asegurar la sobrevivencia del Estado de Israel naciente, que cualquier otro judío en el siglo XX”.

Acerca de Alicia Korenbrot

Nació en la Ciudad de México, terminó sus estudios de Filosofía en la UNAM, es Escritora y traductora. Actualemente reside en Israel.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: