Nadia, 2da. parte

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Capitulo 2

Mismo dia vemos a media mañana a Liliana en el aeropuerto de la ciudad de México recibiendo a su familia de Israel.

Liliana: (abrazando a todos) Que gusto volverlos a ver, mamá no pudo venir pero los espera en la casa.


Susana: (la tía)  Hola, como estas? te ves guapísima, los años no pasan para ti. Dime, cómo esta tu mamá?

Abraham: (el tío) (interrumpiendo y abrazándola)  ¡Ay! estas mujeres…

Ariel: (primo guapo abrazándola) Oye prima, espero me hayas reservado un buen hotel, lleno de hermosas turistas.

Liliana: Se ve que el zorro pierde el pelo pero no las mañas…

Rina: (la hermana de Ariel, intelectual, no simpática, solterona y religiosa) Tenemos que apurarnos, dentro de unas horas será shabat y tengo que prepararme.

Liliana: (en quedito a su primo) Tu hermana enloqueció?…

Ariel: Como no encontró su hombre, se paso de lo intelectual a lo sacramental. Antes era un plomo y ahora…

Susana: (Interrumpiéndolos) Bueno Liliana vámonos, tú llévate a Ariel y nosotros nos vamos con el chofer.

Viajando  en el carro Liliana y Ariel

Ariel: Te felicito primita, ¡que coche! Supongo que me lo vas a prestar, con un carrazo como éste te imaginas el arrastre que tendré con las chicas…

Liliana: Cómo puedo negarte algo primito? Pero acaso querido, te olvidas que estas casado?

Ariel: Querida, tu no estás actualizada,  a lo sumo estaré cansado… pues estaba cansado de estar casado, así es que estoy divorciado. Y ya que estamos en el tema, que tal tu media naranja?

Liliana: Y tú crees, que solo tú, tienes derecho a estar cansado de estar casado? Al final me divorcié, nuestro matrimonio era una farsa, no funcionaba y como no había hijos de por medio, fue más fácil la separación.

Ariel: Pero ustedes aparentaban ser una buena pareja

Liliana: “No todo lo que brilla es oro”. Pero dime primito: cómo fue lo tuyo? acaso Galit te encontró con una de tus amantes?

Ariel: Tu sabes que a mi las mujeres me vuelven loco.

Galit y yo no solamente fuimos pareja, sino  muy buenos amigos. Además tenemos a Mijael, pero un día decidimos terminar. Y heme aquí primita, disponible y gozando de mi libertad.

Liliana: Ten cuidado, no se juega con fuego.

Ariel: Tú sabes que la palabra amor no está en mi vocabulario.

Liliana: Ojo primito, nunca digas de esta agua no he de beber…

Ariel: Es que tú no sabes, que yo, estoy vacunado contra el amor.

Fin de escena

 

Misma dia en su recamara esta Nadia acostada y la sirvienta Gloria a su lado.

Gloria: Quiere que le traiga algo de comer?

Nadia: No, la verdad es que no se me antoja nada.

Gloria: Un te? Se siente mal, quiere que le hable a su médico?

Nadia: No Gloria, no estoy enferma, estoy deshecha, el señor me abandonó.

Gloria: Que? No, no puede ser. (Tartamudeando y muy sorprendida) acaso se volvió loco?

Nadia: No se, ¡Ay! Gloria, como duele, y pensar que los 20 y tantos años de casados, los redujo en un trozo de papel arrugado que me dejó ayer, ahí arriba de la cómoda, porque no tuvo el valor de mirarme a la cara. (Se pone a sollozar)

Gloria: Mi abuelita decía que a los hombres a veces les entra un Satanás, los embruja y después que los exprime los bota por ahí, ya vera como va a regresar pronto y bien arrepentido.

Nadia: Acaso crees que se fue con otra mujer?

Gloria: (sonrojándose) Ay señora, no se pero los hombres son tan cobardes que ni siquiera se atreven a vivir solos.

Voy a traerle un te cargado de tila, para que se calme un poco.

Sale Gloria del cuarto

Fin de escena

Pasadas algunas semanas, suena el teléfono, Nadia aún medio dormida contesta.

Nadia: Bueno.

Liliana: Buenos no amiga, excelentes. Porque ahora mismo se levanta, se baña y se viste con un traje primaveral que haga juego con este luminoso día, vamos a disfrutar del campo.

Nadia: (Con voz aún semidormida) De que campo, de que día me estas hablando?

Liliana? Que te prepares, en una hora estaré por ti, para ir a la hacienda de mamá.

Nadia: A la hacienda de tu mamá? pero si aún es de madrugada, además tu sabes que yo todavía estoy de luto.

Liliana: Ay! Nadia, que luto ni que nada. La vida sigue adelante, y quién no te dice que pronto conocerás a un tipazo. No eres la única divorciada en este mundo.

Nadia: Acaso estás insinuando que yo soy una mujer fácil, que ya voy a correr a otros brazos? Ni me menciones a otro hombre.

Liliana: Mi mamá hace un almuerzo en honor a unos parientes nuestros que han llegado de Israel.

Nadia: Pero…

Liliana: (Interrumpiéndola) No hay pero que valga.  A ver como te las arreglas porque yo paso en un rato por ti, tarde o temprano tienes que aceptar que la vida sigue, quieras o no.

Además tus eres parte de mi familia, te lo has ganado por todos estos años que has soportado a una Klein.

Nadia: (Mirando el auricular se da cuenta que Liliana colgó el teléfono y hace un gesto) se levanta de la cama sin ganas, y de repente sale afuera de la terraza y se acerca a las plantas y las acaricia, y tomando un poco de tierra entre sus manos la deja caer entre sus dedos) Estamos marchitándonos.

 Mas tarde Nadia entra al carro de Liliana ambas vestidas adecuadas para el día de campo,

Liliana: ¡Wow! Amiga te ves súper bien. La primavera te rejuveneció!

Nadia: Gracias, pero la verdad no tenía ganas de venir.

Liliana: Muchas veces uno va sin ganas y regresa con nuevas ilusiones, esto amiga, te lo digo por experiencia propia.

Nadia: (Interrumpiéndola) ¿Es que no entiendes? estuvimos juntos más de la mitad de nuestras vidas, en las buenas y en las malas

Liliana: A lo mejor fueron más malas que buenas y nunca te diste cuenta…

Nadia: (Suspirando) Exactamente, eso es lo que me tiene destrozada, porque por más que analizo las cosas no encuentro explicación.

Liliana: Tu ahora amiga, tienes la obligación de demostrarle a Armando lo que vales, a tus hijas enseñarles que la vida sigue adelante, y a ti misma, darte una nueva oportunidad de ser feliz.

Nadia: ¿Crees que algún día recuperare la alegría de vivir?

Liliana: (acariciándole la mano) Por supuesto. Ves esa montaña?

Nadia afirma con la cabeza Puede ser que ahora la veas lejana, pero algún día lograras subir a la cima y ahí podrás acariciar la felicidad nuevamente. Todo esta en tus manos Nadia.

Fin de escena

Los tíos de Liliana están recibiendo a la gente.

Liliana y Nadia se acercan a ellos.

Liliana: Estos son mis tíos de Israel,  Abraham y  Sara. Mi prima Rina, y aquí llega el guapísimo de mi primo Ariel.

(Nadia les da la mano y un beso)

Ariel: Mucho gusto, (la mira con mucha admiración, porque le gusta) ¡Pero… mucho, mucho gusto ……

Liliana: (Dirigiéndose a Nadia)  Amiga, ten cuidado con este macho, que es un latin lover  especializado  en embrujar mujeres hermosas e inocentes como tú.

Ariel: Gracias Liliana por la buena fama que me estas creando.

Liliana!:Y te la hago gratis!

Nadia mira a Ariel también con admiración

Los interrumpe Rebeca la mamá de Liliana quien se dirige a Nadia.

Rebeca: Ven hija, te quiero presentar unas amistades.

Ariel: Pero tía no te la lleves tan rápido.

Liliana: Déjalas, que tendrán mucho de que platicar, y tú y yo, vamos a aprovechar para me cuentes de tus planes en México.

Fin de Escena

Mismo día misma hora están sentados en un lujoso restaurante Armando con sus hijas Karina y Laila

Armando: Laila me dio gusto que hayas venido sin tu esposo, porque quiero platicar a solas con ustedes.

Laila: Lo bueno es que se fue a jugar al tenis.

Karina: Con lo deportista que es… hablando de deportes papá, ya dejaste de jugar golf? porque los palos aún están en casa. Será una señal que vas a regresar?

Laila: (Carraspeando y molesta) Hermanita podrías ser un poco mas discreta.

Armando: Ella tiene razón, hay que aclarar la situación.

Karina: (Con alegría) Yo sabía que pronto ibas a regresar.

Cámara toma la cara de alegría de Karina Papá te pregunté si vas a regresar?

Armando: (tartamudeando, en vos lenta y con la mano en la cabeza) Mira, una mujer como tu mamá, pocas veces se encuentra.

Nos casamos muy enamorados. Al principio todo era…podríamos decir hasta perfecto. Pero con los años, lo perfecto se volvió rutinario.

(Laila lo interrumpe)

Laila: Pero, por qué, papá?

Armando: No lo se, a lo mejor los extremos son malos, o será que estoy llegando a los cincuenta?

Karina: Esa no es una razón valida para que te vayas.

Armando: Ustedes todavía son muy jóvenes para entenderlo, llegar a la madurez no es fácil, es como reabrir el telón y empezar una nueva función.

Karina: Y donde quedaron los años vividos con mamá?

Laila: (interrumpiendo) Hay otra mujer en tu vida?

Karina: (triste) Y de seguro joven.

Armando: A ustedes no puedo mentirles, si, hay otra mujer

Liliana: Quien es? Aunque me imagino que ha de ser Sandrita, tú nueva secretaria.

Karina: ¡Claro, desde el primer día que la vi en tu oficina con ese vestido que dejaba todo a la vista, o más bien dicho, que no tapaba nada…

Armando: No, no es ella.

Laila: Evítanos las adivinanzas papá

Armando: Por ahora es suficiente, no puedo contarles más, esto es muy vergonzoso para mí.

Laila: Si para ti es vergonzoso, te imaginas lo difícil que es para nosotras esta situación?…

Karina: Y cuando piensas hablar con mamá?

Armando: No se, es que aún no estoy preparado para hacerlo.

Laila: A lo mejor para hablar con mamá, necesitas sacar un postgrado en como explicarle a tu mujer de veinte y tantos  años “Porque fui infiel”.

Karina: Ajá, se me ocurre una idea, ahora en vez de ser el famoso abogado Armando Garcés, vas a escribir un best seller.

Laila: Pues nosotras hoy mismo vamos hablar con ella, no es justo que se entere por otras personas.

Karina: Si, es cierto, ella lo tiene que saber, y ya.

Armando: Basta de ironías…mesero por favor la cuenta.

Termina con Close up de la cara de Armando pagando la cuenta y yéndose

Fin de escena

Rebeca abraza por un momento a Nadia y platica a solas con ella.

Rebeca: Ya verás hija que una vez que se le pase la locura va a volver a su rutina, a su casa… no es el primero ni el último que hace una estupidez como esta.

Nadia: De verás Rebeca usted piensa que él va a volver?

Rebeca: Por supuesto, donde va a encontrar una mujer con tus cualidades.

Nadia: Parece que a veces eso no es suficiente.

Rebeca: Para los hombres nada es suficiente, si uno los trata muy bien se cansan, si los tratamos mal se quejan, es muy difícil complacerlos, y te lo digo por experiencia propia.

Nadia:(Sorprendida)  No me diga que Don Samuel la hizo sufrir?

Rebeca: Ajá, y también lloré muchas noches en silencio.

Nadia la abraza

Se acerca una amiga de Rebeca a platicar con ella. Nadia se retira, se sienta sola en el jardín y llega Ariel a su lado.

Ariel: ¿Qué hace una mujer tan bella refugiándose en la soledad?

Nadia lo mira sorprendida  Acaso estorbo?

Nadia: No, la verdad es que desde aquí aprovecho para admirar el  panorama, sobre todo el azul del cielo que casi no podemos ver en la ciudad.

Ariel: Aunque yo no vivo acá estoy consiente de los problemas de polución.

Nadia: Le gustaría sentarse?

Ariel: Hasta la pregunta sobra, como desaprovechar esta bellísima vista. (Señalando con la mano el cielo y mirándola provocativamente a ella) (Ella después de mirar el paisaje se sonroja cuando ve que él la esta admirando) Aunque en Israel hay mujeres bellas, por lo que veo México no se queda atrás, no tiene que importarlas, se auto-abastece. (Nadia por fin sonríe) Atrás de su bella sonrisa hay mucho dolor.

Nadia: Tanto se nota?

Ariel: Tantos años de servir en el ejercito israelí me despertó la habilidad de conocer a la gente aún sin tratarla.

Nadia: Si ustedes viven en Israel, como es que hablan tan bien español?

Ariel: Nacimos aquí en México pero hace muchos años nos fuimos a vivir a Israel. Mis padres eran muy idealistas.

Nadia: Están de paseo?

Ariel: Combinando trabajo con placer y visitando a la familia.

Nadia: De que trabajo se trata?

Ariel: Venimos a ayudar a desarrollar la producción agrícola en México, además a promover nuevas técnicas de robótica medica desarrolladas en Israel.

Nadia: Que bien, es muy interesante.

(Una pequeña orquesta comienza a tocar música romántica)

Ariel se para y dándole la mano a Nadia).

Ariel: Me hace el honor de concederme esta pieza, señora bonita?

(Nadia se queda sin saber que hacer)

Nadia: Perdón pero no se bailar.

Ariel: Creo que además de enseñar nuevas técnicas, tendré que enseñar a bailar.

Nadia: En este momento no puedo ser su alumna.

Ariel: Lo que usted no sabe es que un Israelí no sabe aceptar por respuesta  un no.

(Nadia se levanta lentamente, Ariel la lleva delicadamente a la pista.) Cámara se va a un lado en donde esta Liliana platicando con su mamá)

Liliana: Mamá esto no me esta gustando

Rebeca: Yo no se que pensar. Ariel no es el hombre mas indicado para Nadia. Además es más joven que ella.

Liliana: Yo no quiero que la lastime, ella no se lo merece.

Rebeca: Tienes que hablar con ella y ponerla en antecedente.

Liliana: Hoy mismo lo haré

Cámara enfoca a Ariel bailando con Nadia.

Ariel: Para no saber bailar lo haces bastante bien.

Nadia: Tienes suerte que no te haya pisado.

Ariel: Una mujer como tú puede pisarme hasta la vida.

Ariel aprieta a Nadia, esta se separa de él y en eso se les acerca Liliana.

Liliana: Perdón que los interrumpa pero ya tenemos que irnos.

Ariel: Pero primita si la fiesta apenas empieza, es más, yo puedo regresar a Nadia, ya rente un carro.

Nadia: La verdad es que ya me tengo que ir, mis hijas me esperan para cenar.

Ariel: Hijas? Pero usted ya tiene hijas? Si parece una colegiala.

Liliana: (guiñando un ojo) Pues las apariencias engañan, Nadia tiene una hija en la universidad y otra que ya esta casada.

Ariel: Pues la felicito señora, de seguro usted parece hermana de ellas.

Liliana: (Dirigiéndose a Nadia) Vámonos amiga, que si seguimos acá mi primito te va volver loca.

Ariel: No le haga caso, yo traigo mis cartas de recomendación, y tengo un currículum muy vasto.

Liliana: Y un titulo de “Don Juan” que no cabria en este inmenso cielo.

Final de capitulo 2

Acerca de Esther Kershenovich

Nacida en México emigra, junto con sus hijos a Israel en 1975. Tiene en su haber la novela "Nadia", un libro de poesías denominado "Soy" y su más reciente creación, un libro de poemas y prosas titulado "Tejiendo La Vida" (2009). Ha participado en varias antologías y ha sido representante de escritores en Zaragoza, España. Pertenece a las Peñas Literarias de Raanana en Israel y además estudia teatro con directores latinoamericanos. Escribió una pelicula basada en su novela "Nadia" y actualmente esta traduciendo al hebreo su película "Agentes de Seguridad". Sus colaboraciones en "Foro" han sido por años aunque por su lejanía sus intervenciones resultan esporádicas.

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