Napoleón y los judíos

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Los judíos en Alsacia y Lorena proseguían con la profesión medieval del préstamo de dinero, pero la inestabilidad que siguió a la Revolución Francesa los transformó en involuntarios acreedores de nobles y campesinos. Esto motivó los subsiguientes pogróms. Tales revueltas conmovieron al gobierno imperial francés. Napoleón Bonaparte, obró sin embargo distinto a sus antecesores, no buscando solamente reprimir estas prácticas sino que en consonancia con el nuevo orden emergente de la revolución se propuso la polémica tarea de modificar la vida social judía.

Para aplacar los ánimos en Alsacia y Lorena, en decreto de 1806, Napoleón decretó la suspensión de las ejecuciones hipotecarias ( siempre y cuando el acreedor fuese judío). Asimismo convocó a unos presuntos estados generales judíos. Así los prefectos departamentales designaron a los delegados entre rabinos, comerciantes y notables de las diversas comunidades judías europeas.

El emperador envió doce preguntas que los delegados judíos debían responder. Algunas eran: ¿ los judíos aceptan el divorcio rabínico pese a que no es homologado por un Juez francés ? ¿ Están permitidos los casamientos mixtos ? ¿ Consideran los judíos a los franceses como hermanos o extraños? ¿ Consideran a Francia su patria, la defenderían y observarían sus leyes? ¿ El judío solo presta dinero a interés a no judíos ?


Los asambleístas respondieron cada una de las preguntas. A Francia la defenderían hasta la muerte. Respecto a los divorcios aclararon que los rabinos solo efectúan dicha declaración luego de que previamente se haya obtenido una sentencia secular.

Frente a la difícil pregunta respecto a los matrimonios mixtos contestaron con habilidad que para la comunidad tienen valor como actos civiles, no religioso, pero aclararon, un judío que se casa con una cristiana no deja de ser para nosotros un correligionario. Respecto a si era o no Francia su patria contestaron que los judíos de los diversos países no constituían un nación aparte, porque habían tenido la suerte de llegar a ser parte de una gran nación ( Francia). Polémicamente aclararon, el judío francés se siente extraño entre los ingleses. Nosotros, los judíos franceses, derramamos complacidos nuestra sangre contra los correligionarios de ejércitos enemigos. Respecto a la usura la cuestión fue bien sencilla: citaron normas halájicas que la prohíbe.

Dubnow califica la actitud de los asambleístas de servil y negacionista de su carácter de pueblo. Pero lo que se jugaba no era poco. Los judíos habían alcanzado la igualdad de derechos civiles solo unos pocos años antes (1791) y temían perderla.

Dado que el consejo contaba con pocos rabinos, sus conclusiones no serían imperativas para toda la población judía. Por ello Napoleón observó que se debía crear una institución que confirmara las resoluciones y les diera carácter obligatorio para todos. Así nació el Sanedrín judío.

Sus sesiones comenzaron en 1807. Napoleón, según Dubnow, esperaba del órgano tres resoluciones: la prohibición de los préstamos. Que se recomendará los casamientos mixtos a razón de uno cada dos endogámicos y por último, que los judíos participen del servicio militar obligatorio.

Luego de la euforia inicial por los resultados de los congresos y con sus miras hacia otro lado, Napoleón dictaría el decreto infame por el cual se prohibía ejercer el comercio a los judíos sin autorización de un prefecto local. Además se les prohibía viajar libremente e instalarse en Alsacia. Se les imponía además, el servicio militar obligatorio. Este decreto debía durar diez años, pero el imperio no tuvo tanta suerte y la caída de Napoleón liberó a los judíos de tales normas medievales.

Acerca de David Malowany

Nací en Montevideo en 1967. Egresé de la Universidad de la República en 1992 con el título de Doctor en Derecho y Ciencias Sociales.Soy docente universitario en la cátedra de derecho comercial en la Universidad Católica y en la Universidad de la República, en las carreras de contador público y administración de empresas.Desde el 2008 soy columnista de Mensuario Identidad.

1 comentario en «Napoleón y los judíos»
  1. Buena información Gracias, no tenia ni idea que Napoleón hubiera hecho estas preguntas para ver si les quitaba los mismos derechos como ciudadanos franceses …. vaya venganza querer imponer cómo llevar los negocios o visitar lugares. Es tremendo todo este tema. Saludos !

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