El sábado pasado el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, causó olas en México y el exterior con un tuit de apoyo a Trump y su muro. El mensaje de Bibi no solo lo reveló como miembro del Harem de Trump, sino también, como si fuese ocote, alentó la llama del antisemitismo en México. Inmediatamente aparecieron mensajes pidiendo “repatriar a los judíos de México”, afirmando que había “una razón más para despreciar a los judíos” y, por supuesto, declarando que era hora de “precalentar el horno”.
Poco sirvieron mensajes de célebres judíos mexicanos como Enrique Krauze, Lynn Fainchtein o Salomón Chertorivski, o el mismo comunicado del comité central de la comunidad judía, deslindándose y repudiando las palabras de Bibi. De hecho, si uno tiene el estómago para encarar la vileza del antisemitismo en México, las respuestas en Twitter a estos mensajes son un buen lugar donde empezar. (La poca atención o mensajes de apoyo que hubo de cara a estos ataques antisemitas, especialmente comparada con la atención que se le ha dado al mensaje de Netanyahu, es muy preocupante y desalentadora, pero ese es un tema para tratar en otro espacio).
Si bien la respuesta antisemita no sorprendió a nadie, vale la pena preguntarse por qué ésta llegó con tal celeridad y fuerza. El filósofo Alain Finkielkraut explica que hay un nuevo tipo de antisemitismo:
“Es explícitamente un antisemitismo antirracista, que invierte el antisemitismo tradicional aseverando que los Nazis de hoy son en verdad los judíos. El antisemitismo ya no es racismo, es anti-racismo.”
Es decir, el antisemitismo actualmente no se construye con base en demostrar que el judío controla al mundo o que mató a Jesús o que es avaro, sino que el judío es un racista opresor. Dado lo anterior, lo mejor para el proselitismo antisemita es cualquier evidencia de que los judíos en verdad son racistas. El tuit de Bibi es justo la evidencia que este tipo de antisemitismo, el “antirracista”, necesita para salir a la luz.
El racismo más allá de ser la discriminación basada en en el color de la piel, es la afirmación, justificación y utilización del poder con base en diferencias étnicas o raciales. El muro de Trump es racista porque es una imposición unilateral del fuerte blanco encima del débil moreno. Es la manifestación simbólica de la imposición de una jerarquía en la cual los estadounidenses se posicionan por encima de los mexicanos. Cuando Bibi apoya a Trump, Bibi se pone del lado del bully, y por extensión del racismo. Con esto Netanyahu no hace más que fomentar el antisemitismo en México y así ponernos a todos en peligro.
Algo igual de grave es que el tuit de Netanyahu tampoco es una sorpresa. Si bien este fin de semana a los judíos mexicanos nos tocó finalmente vivir la mezquindad de Bibi en carne propia, las proclividades xenófobas y racistas del mandatario Israelí han sido evidentes desde hace muchos años. Netanyahu es un líder que ha gobernado con el ruin instinto de resaltar la otredad. Como dice el periodista Yoel Marcus, la lógica de su administración es divisoria: judíos europeos por acá, judíos árabes por allá, derecha por acá, izquierda por allá y, claro, judíos por acá, musulmanes por allá. Esto le ha servido para consolidar su mandato, desde el cual ha impulsado una política expansionista que imposibilita la creación de un Estado palestino, y por ende la paz. Netanyahu justifica sus políticas con la narrativa de que él está garantizando la seguridad de Israel. La ironía es que, con sus acciones, la esperanza de que un día haya seguridad en Israel se vuelve una ficción.
NO es lo que dice
Mentira.
Como bien dice la biblia los que se dicen ser judio y no lo son. Netanyahu jamas los ofendio.
israel no puede dividirse asi mismo eso es lo que estan buscando las politicas de los gobiernos
Hace años que escribo y denuncio el racismo israelí, el racismo institucional y la educación racista.
En muchas notas denuncio que es precisamente Netanyahu el factor o el elemento o el personaje que despierta hoy en día la actividad antisemita y esta denuncia coincide plenamente en la expresada en la nota del enlace y copio:
El filósofo Alain Finkielkraut explica que hay un nuevo tipo de antisemitismo:
“Es explícitamente un antisemitismo antirracista, que invierte el antisemitismo tradicional aseverando que los Nazis de hoy son en verdad los judíos. El antisemitismo ya no es racismo, es anti-racismo.”
El tema del racismo en Israel no es nuevo y por eso me permito incluir un enlace https://yossimay1949.wordpress.com/2010/12/13/edicto-de-los-rabinos-somos-o-no-racistas-diez-del-internet-y-tres-de-la-vida/
Pensando que se escribió en el año 2010 y que las cosas han empeorado el texto se convierte en actual.
El muro EEUU MEXICO propuesto por TRUMP no viene a cubrir la seguridad de EEUU, no viene a proteger la economía de EEUU, es sencillamente un mensaje racista de la peor calaña y vemos que está dando resultados. Así se desarrolló el régimen nazi.