Ni ángeles, ni demonios

Israel es una creación humana

Aquí me permito hacer dos observaciones muy polémicas.
Para un argentino desprevenido la imagen de Israel es sencillamente el sangriento y eterno conflicto de medio oriente, es el robo de tierras a los palestinos, es la muerte de inocentes niños palestinos, es el enigmático espionaje internacional del Mossad, Israel es el eterno villano de la película.

Para algunos israelíes de origen argentino que aman apasionadamente a Israel y se dedican a hacer Hazbara, pueden llegar a ver a Israel como un paraíso perfecto, un país sin tachas ni defectos, la perfección de la creación humana, la nobleza llevada a su máxima expresión.

Israel no es una cosa ni la otra.
Israel no es un demonio ni tampoco un ángel.

Pero ¿De qué está hecho Israel?
Israel no es un mito, es una realidad aun no acabada y quizás demasiado humana al no ser creada por ángeles e ídolos, ni por demonios y monstruos pues simplemente fue construida en su tierra desde sus profundos cimientos, por seres tan frágiles e imperfectos como tú, como él o como yo.

Ahora les voy a relatar una historia, que probablemente ustedes, ya conocen.
A fines del siglo XIX y a principios de XX, mis bisabuelos y muchísimos más, escapaban de la pobreza, de las persecuciones del Zar del imperio ruso y de los sangrientos pogroms de las turbas antisemitas.

Muchos emigraron a los Estados Unidos, otros a la Argentina y unos cuantos a la tierra de Israel. Y es aquí donde comienza la construcción del actual Estado de Israel.

¿Sabias como era la Tierra de Israel en 1913?: “El área era despoblada y permanecía económicamente muerta hasta la llegada de los primeros pioneros Sionistas en los 1880s, que vinieron a reconstruir la Tierra Judía…La ruta que va desde Gaza hacia el norte era sólo un camino usado en el verano apropiado para camellos y carros… Las casas eran todas de barro. No se veían ventanas… Los arados que se usaban eran de madera… Las cosechas eran muy pobres… Las condiciones sanitarias en la aldea [Yabna] eran horribles… Las escuelas no existían… La tasa de mortalidad infantil era altísima… La parte occidental, hacia el mar, era prácticamente un desierto… Las aldeas en ésta área eran pocas y escasamente pobladas…”. Informe de la British Royal Commission de 1913.

¿Sabes que la población de Israel es de alrededor de un milésimo de la población mundial? La Oficina Central de Estadísticas de Israel informó que la población actual de Israel es de 8,3 millones de personas, mas de diez veces superior a los 806.000 ciudadanos que tenía hace 67 años durante su independencia en 1948 mientras hoy ya superamos los 7.000 millones de seres humanos en el planeta Tierra.

El desempleo fue de 5,7 %, fue uno de los más bajos del mundo comparado con el promedio de 7.0 % de los países de la OCDE. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es un organismo de cooperación internacional, compuesto por 34 estados y es conocida como “club de los países ricos”.

La declaración de independencia del Estado de Israel en 1948, garantiza la libertad de culto a toda la población. Toda comunidad es libre, por ley y de hecho, de practicar su fe, observar sus festividades y su día semanal de descanso, y administrar sus asuntos internos…. (Israel Ministry of Foreing Affaires).

En Israel la esperanza de vida al nacer es de casi 82 años, dos años más que el promedio de la OCDE de 80 años. La esperanza de vida para las mujeres es de 84 años y para los hombres de 80 años, cifras más bajas que el promedio de la OCDE de 83 años de vida para las mujeres y 77 años para los hombres.

Israel obtuvo tres premios Nobel de la Paz: Menachem Begin, Shimon Peres e Itzhak Rabin. Dos de Economía: Daniel Kahneman e Israel Aumann. Cuatro de Química: Abraham Hershko, Aharon Ciechanover, Ada Yonath, Dan Schechtman y Arie Warshel y uno de Literatura: Shai Agnon.

Pero Israel no es perfecto, Israel tiene también problemas.
Siempre admiré de la derecha israelí por su férrea determinación de ponerle límites sólidos y precisos al terror fundamentalista.

Siempre elogié a la izquierda israelí su firme determinación de oponerse a las injusticias y desigualdades sociales dentro de la sociedad israelí.

Y me pregunto: ¿No se podría plasmar, pronto en nuestros días, un movimiento que sintetice ambas necesidades?
En la hipotética situación de que haya impedimentos para formar un nuevo gobierno en Israel, se cree que el próximo liderazgo de Israel debería ser un gobierno de Unidad Nacional formado principalmente por el Likud de Netanyahu y la Unión Sionista de Herzog.