Ni Trump es Hitler ni el muro es el de Varsovia

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Exagerar al usar estos términos desvirtúa el Holocausto y demerita el conflicto que tenemos que resolver hoy.

Las palabras, los términos tienen muchas razones de ser.
La primera es comunicar. La segunda es permitirnos entender las diferencias finas entre situaciones similares, (por ejemplo güera con rubia, morena y morocha, bonita y bellísima, pleito con conflicto, batalla con guerra, ocupación y conquista, etc.).

Actualmente estamos pasando por el periodo de “Holocaustizacion” del lenguaje, la cual además de grave demerita con su uso los eventos a los que se refiere.

Bastante malo es que usemos el término “Holocausto” que se refiere en realidad a un “sacrificio religioso” lo cual está muy lejos de reflejar – ni siquiera remotamente – lo que sucedió en Europa.


Ahí no hubo un Holocausto, hubo una destrucción total de lo que había pero como el término Jurbn es usado en yiddish -aunque proviene del hebreo- es estado israelí prefirió cambiarlo primero por Holocausto y luego por Shoa para efectos de revisión histórica.

Aun así, aceptemos que aunque erróneo, el término ya fue adoptado por el mundo entero y será irreversiblemente ligado a Auschwitz en particular y el exterminio premeditado industrializado de gitanos y judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Y he aquí otras diferencias semánticas:

Holocausto, comprendido en estos términos implica un genocidio cultural, pero un genocidio no implica un Holocausto. Los genocidios y masacres posteriores al “Holocausto” ni han sido industrializados (convirtiendo a las víctimas en fuentes de ingreso primero, mano de obra esclava después y productos industriales al final del camino (relleno de sillones de pelo humano, por ejemplo).

Los nazis son un movimiento de extrema derecha nacionalista pero no todos los nacionalistas de extrema derecha son nazis.

Un ghetto está rodeado por un muro (construído inicialmente como vehículo de protección para los de adentro) pero no todos los muros crean un ghetto.

Hay muchas razones para comparar a los mexicanos en Estados Unidos hoy con la situación de los judíos en Europa en los años 30’s.

Es cierto que los mexicanos en EE.UU. viven asustados, no, no asustados más bien en pánico de ser detectados.

Es cierto que los mexicanos en EE.UU. viven con el terror de la posibilidad de ser arrestados en la calle (al reconocérseles como mexicanos por su aspecto o su acento al hablar) y verse separados para siempre de su familia.

Es cierto que miles de ellos viven en campos de detención por todo Estados Unidos, que en Europa se hubieran llamado “campos de concentración” pero, NO es cierto que estos campos de detención sean campos de concentración sin higiene, sin comida, sin esperanza.

Tampoco es cierto que los internos en estos campos vayan a ser usados como esclavos, ni es cierto que vayan a desaparecer asesinados; aunque sí es cierto que una vez arrestados desparecen de la vida diaria de sus familiares lo cual ya es en sí una tragedia pero no una masacre.

¿Y para qué hacer tantas diferencias?

Porque si confundimos los términos terminaremos confundiendo a la gente y esta terminara confundiendo el tema que a su vez demeritara tanto su recuerdo (recordar creo yo no sirve de nada si es sólo eso, recordar) ni muchos servirá para evitar su repetición (que aun si sería verdaderamente grave.

Si hay que recordar lo sucedido pero hay que recordarlo para enseñar que sí sucedió y que si puede volver a suceder.  Qué sí se puede repetir y cuando así suceda será mucho peor que la primera vez porque no sólo será un genocidio, sino que será un JURBN “destrucción total” de la población a la que se le imponga primero porque las formas de control de la sociedad son mucho más “avanzadas” hoy, lo que garantiza menos sobrevivientes y mucho menos comunidades en resistencia.

Segundo porque con las tecnologías modernas todo el sistema de aniquilación (genocidio) pasará a un nivel de “eficiencia” vomitivo (Holocausto) donde además de quitarles los bienes, esclavizarlos, usarlos como mercancía se les usará “biológicamente” como intento hacerlo Menguele, la Bayer y otras farmacéuticas germanas nada más que ahora tendrán a su servicio la tecnología para comercializar la sangre, los órganos, los ojos, la piel, etc. para obtener ganancias millonarias en el proceso de destrucción convirtiendo al próximo Holocausto en pingue negocio que casi garantiza el interés de algunos grupos por repetirlo si no por otro motivo por el de la simple razón de ganar dinero (!!)

Si cada vez que hay un asesinato se le llama “Holocausto”,
Si a cada muro se le llama “Varsovia”,
Si a cada fascista se le llama nazi,

cuando aparezca el próximo pasará por fuera de nuestros radares porque como en la historia de “Pedro y el Lobo” habremos abusado tanto de los términos que su uso ya no tendrá ni valor ni sentido.

En una sociedad donde el nivel académico es cada vez más bajo, donde la enseñanza académica es -parecería que -por decreto- cada vez más pobre y donde la historia es manipulada para beneficio de los líderes del momento y prejuicio de todos los demás debemos cuidarnos de los términos que usamos.

Diga SI al recuerdo,
Diga “CLARO QUE SI” a la enseñanza y advertencia de lo que paso y no debe repetirse pero
DIGA NO a la exageración en el uso de los términos para evitar su repetición.

Acerca de Alejandro Abeliansky

Alejandro Abeliansky nace en Polonia, desde pequeño muestra interés por las letras y el libre pensamiento. Actualmente radica en la región Tijuana/San Diego.

17 comentarios en «Ni Trump es Hitler ni el muro es el de Varsovia»
    • No señor, en el mundo hay muchos asesinatos, hay muchos genocidios pero solo ha habido un Holocausto.

      La diferencia es que éste genocidio es de un nivel superior. Es una masacre étnica y cultural sistematizada, con el objetivo de sacar el máximo provecho de las victimas para beneficio económico de los asesinos y sus cómplices. Genocidios, demasiados; Holocausto, solo uno y ojalá así se quede.

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  1. No creo que sea como Hitler, pero todo este escándalo del muro me parece pura pantalla. Sólo para distraer, enfocar nuestra atención en está tontería (no le veo sentido) y no en cosas mas importantes. Que apoye a Israel ya es una ganancia, pero recuerdo que en las profecías dice que Israel se quedará esperando ayuda de Egipto-EU en su mayor necesidad.

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  2. La incitación a la violencia,descriminación y persecución es igual.
    Y una persona nacida en Polonia debería de saberlo muy bien.
    No disminuyamos.
    Es simplemente inaceptable el comportamiento violento,persecutorio y xenófobo de Trump.

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  3. Y falta cobrarle a México el cemento con que se rellenan los marco túneles en la frontera,los gastos en educación de estudiantes mexicanos,manutención y traslado de extranjeros que pasaron por México. A ver si esto no obliga a peña nieto a construir un muro en la frontera sur.

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  4. El problema no es la construcción del muro. Esta en su derecho los EEUU. El problema radica en que quiere obligar a pagar a los mexicanos ese muro que él quiere construir. El problema radica en que está destruyendo la relación bilateral entre las dos naciones. El racismo fragante que despliega contra los latinos. Por décadas hemos tenido una relación de intercambio comercial y cultural. Que construya el muro del amor, pero que los norteamericanos lo paguen. Al fin y al cabo los que desean ese muro de la amistad son ellos.

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