No hay perdón para los asesinos

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Pasado un poco el dolor y la indignación por los tres jóvenes israelíes secuestrados y vilmente asesinados, me doy cuenta de que lo sucedido es más de lo mismo. Mahmud Abás, cómplice o no de lo ocurrido desde su reunificación con Hamás, llama por teléfono a las cancillerías y a todo quisque para que detengan las eventuales-aunque por el momento tibias-represalias de Israel. Pronto serán los mismos árabes, los palestinos de Gaza quienes llamen a las puertas de Egipto para frenar a Israel. Eso se llama cobardía, como cobarde ha sido el asesinato triple. Un cuadro tan conocido como repugnante: se maniata a Israel y no se dice casi nada de las continuas lluvias de cohetes sobre el sur del país, sobre el desprecio y la nefasta propaganda islámica antijudía en los colegios y las universidades palestinas. Así que ha llegado la hora de cortar por lo sano y estrechar tanto el cerco a Hamás como para que se devoren a sí mismos. Por otra parte, reflexionemos ¿no lo están haciendo sus correligionarios cerca de allí? Unos contra otros y todos contra todos, en una fúnebre fiesta a la que ahora se han sumado los miembros del ISIS, califas de poca monta poseídos por un odio amenazante. Israel debe pasar de defenderse a atacar, como piden muchos periodistas en el país, quirúrgicamente en Gaza y donde sea, sin prisa pero sin pausa, una y otra vez, hasta que se queden sin aliento, sin gasolina, sin la menor gota de energía para protestar por una desgracia que ellos mismos atraen sobre sus cabezas.

Llegará el día en que los asesinos sean descubiertos, atrapados y juzgados, y en su confesión aclaren el por qué de su crimen. Sabemos que el brazo de Israel es largo, pero no que no sabemos del todo es en qué consiste la maquinaria que se ha puesto en marcha para acabar de una vez y para siempre con la serpiente y sus huevos. El cielo se apiade ahora de los palestinos. ¿Comprenderán, por fin, los izquierdistas israelíes, que no se puede ser cómplice de quienes matan a tus hermanos? ¿Entenderán finalmente que los árabes son insaciables y sus cuentas muy viejas? En cuanto a la izquierda europea y a la vieja derecha antisemita, seguirán ladrando, tanto más alto cuanto mejor cabalguemos. Los muchachos asesinados, que no eran ciertamente soldados, han pasado a serlo. Soldados del Israel eterno

que, contra viento y marea, sobrevive a las innumerables agresiones que padece. La miseria de este mundo ha aumentado un poco más desde el execrable asesinato de los tres estudiantes judíos.


Por eso mismo es preciso reparar este mal con una mayor dosis de bien, cualquiera sea éste. No cabe aquí el perdón, ni mucho menos dejar sin decapitar la enferma cabeza de nuestro enemigo. Como dicen los santos sufíes que en muchos lugares del Islam aún son perseguidos, ´´lo que no se aprende por la meditación se aprende por el sufrimiento.´´ Si tanto les cuesta hablar con propiedad, que enmudezcan para siempre. Si tanto odian a Israel, que ese mismo odio los envenene y elimine sin piedad.

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