Esta es la consigna que muchas madres a ambos lados del conflicto, expresan entre llantos y desolación frente a los combates de israelíes y palestinos en los últimos días y que también lo hacen en Siria y varios países en diferentes sectores de África, dejándonos a todos no solo conmovidos, sino también desolados, en el sentido de que más allá de las diferencias de cualquier índole que todas esas mujeres puedan profesar, existe una verdad única y necesaria, a ambos lados de la franja de Gaza o de la dividida Gran Siria y esto es que, los acuerdos de paz son urgentes, más allá de cualquier presión política o religiosa e incluso intereses económicos imperantes.
Porque si continuamos con una política de guerra y masacre, alentada por la situación que está viviendo una parte de Medio Oriente y que hasta la fecha, ha manchado de sangre a diferentes sectores del Mundo, por la disputa en la repartición de las riquezas naturales de gas o petróleo entre varios países de Europa, E.E.U.U. y Rusia entre otros, además de la venta y tráfico de armas, no quedará en el próximo tiempo ningún vestigio de esta Humanidad, si creemos que los gobernantes de turno están pensando con el sentido común por lo menos.
Debido a que el Planeta, está inmerso en la actualidad en una verdadera Guerra desde hace varios años, aunque algunos expertos en la materia lo nieguen, o sigan pensando que la violación a los derechos humanos en diferentes partes de Oriente y otros sectores de África, todavía no ha estallado. Ya que basta con ver las ruinas en que se han convertido estos países azotados por la violencia y muerte y que cada vez más, están en el ojo del huracán en las noticias de todos los días; mientras los organismos competentes se debaten entre argumentos de diferencias irreconciliables, debido a las extremas posturas de unos y otros, en relación con el desarrollo político-social y económico del resto de la Humanidad.
Por ello, todos debemos censurar cualquier extremismo político, religioso o económico que pretenda minimizar la gravedad de los genocidios que en la actualidad se están perpetrando de nuevo, en nombre del acaparamiento de las riquezas a través de los recursos naturales que pueden ser explotados por unos pocos, que se han percatado de que las leyes del mercado son las que deciden quien vive o muere alrededor del mundo.
Y que no se detendrán en nombre de la paz por la paz, ya que los intereses económicos de los más poderosos no distinguen entre unos y otros, más allá de lo que el dólar o el euro decidan que está en venta o no, en una apropiación ilícita con tintes de guerra religiosa que nos tiene a muchos más que cansados de escuchar el mismo discurso, sin ninguna conclusión racional de buen término.
(Especial para el Diario Judío de México.com).
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