Al oeste de Ucrania, en la ciudad de Akof, nace Rab Israel, hijo de Eliezer, el 18 de Elul del año 5460 (1698-1700 aprox.), conocido como el Baal Shem Tov. Su nacimiento coincide con un período complejo en la sociedad israelita, puesto que como nación eran acosados de forma bélica por los cosacos a partir de la desarticulación de las sociedades de origen judío a partir de una serie de decretos. La vida del Baal Shem Tov o Israel ben Eliezer, fundador del jasidismo, cuyo anónimo común es Besht, es de vital importancia para una comprensión cabal de los orígenes del judaísmo. El jasidismo siempre ha tenido una gran influencia en diferentes esferas de la sociedad, volviendo más conocido el judaísmo e insertando así la alegría en la experiencia mística judaica, expandiendo la comunidad judía y concentrándose más que nunca en el individuo.
En un principio, debemos conocer que lo que se ha llamado Jasidu consiste en el contexto secreto del mismo Torá mostrado por los eruditos jasídicos que hace tres siglos siguen esclareciendo la verdades oculta de la cábala. Baal Shem Tov como su fundador se encargó hasta sus últimos días de vida de desentrañar la esencia verdadera de la religión judía y de esta manera sea más accesible para cualquier persona. Estableció la igualdad entre los judíos, sin instaurar ningún tipo de distancia entre ellos que pudiera desvalorizar los verdaderos lazos entre los hermanos. La ola de adeptos que se generó después de su deceso, contribuyó a que se popularizada el jasidismo por muchas partes del mundo, y que a pesar de sus diferencias con el judaísmo tradicional, no dejó de influenciar con fuerza significativa, gracias a la enseñanza trascendental de Baal Shem Tov.
De esta manera comprendemos que el jasidut se convierte, realmente, en la realidad propia del individuo en su sentido extático, sabiendo que la experiencia de cada quien es la metáfora en sí mismo de las relaciones entre el hombre y el cosmos. Para adentrarnos en la profundidad de la esencia del jasidut, que se origina en la palabra jesed, que quiere decir bondad y amor, debemos contrastarlos con la cábala, que quiere decir, en cambio, cabal, literalmente, servir como recipiente, así de esta manera. El Baal Shem Tov descubrió, digamos, la verdadera esencia del Torá, incrementando de manera paradigmática la influencia de este libro sagrado donde se expone los rituales de un creyente en toda la comunidad judía de todos los tiempos.
Lo poco que se sabe de la infancia de Baal Shem Tov es que fue ayudante de un maestro de niños, lo que le permitió estudiar por su cuenta tanto la Cábala como el Torá, que profundizó con originalidad. Se cuentan sus misiones de curación por distintas ciudades que aliviaron la salud de muchos enfermos, lo que trajo bendición a pueblos asolados por la miseria. A cada uno de los individuos tocados por su gracia los termina llevando al sendero de la salvación. Su importancia radica, entonces, en la cooperación íntegra y pura al desarrollo y aceptación del judaísmo en todo el mundo. En primer lugar, para establecer una nueva forma de pietismo: más humano y menos legalista. En segundo lugar, con el objetivo de reducir la importancia del ritual, simplificando así la relación entre el creyente y Dios. Tercero, defendiendo el valor de cada individuo. Y finalmente, insertando gozo y deleite en la devoción espiritual hacia lo divino.
Hemos visto cómo analizar la vida de Besht consiste en todo un reto debido a su complejidad metodológica, debido a que las fuentes sobre los orígenes de Eliezer son escasas y además poco confiables desde la perspectiva histórica, puesto que la mayoría de sus relatos son orales. Algunos de los documentos fueron creados varias décadas después de los hechos, siendo modificado, editado y basado en datos “evidentemente no históricos” [1]. Lo que no deja de sorprender a los historiadores, es la adaptación de la vida de Eliezer al judaísmo, recibiendo, igualmente, una influencia parcial de los eruditos.
Con este antecedente, vemos cómo el enfoque adecuado para analizar los documentos mencionados consiste en escudriñar los relatos autobiográficos de Eliezer de manera objetiva. El esfuerzo requerirá tanto fuentes verificables como un análisis riguroso del contexto social, teniendo como base la investigación objetiva e información cronológica, así como suprimir las interpretaciones teológicas e ideológicas a favor de hechos verificables. Sumado a esto, el alumno debería intentar eliminar su preconcepciones sobre el tema. Evidentemente, esos métodos limitarían el alcance [1] del trabajo; pero definitivamente aumentarían y mejorarían su confiabilidad y las connotaciones de su contexto y mensaje. Para el erudito, la tarea que tiene entre manos no será fácil y, obviamente, estará incompleta en muchos aspectos; pero no obstante, resulta factible y necesario que logre encontrar toda la información posible sobre el tema y comenzar a unir los puntos que se interconectan sobre la verdad de Baal Shem Tov, como fue conocido por todos sus contemporáneos.
Trabajos citados
[1] Rosman, Murray J. “Founder of Hasidism: A Quest for the Historical Baal Shem Tov.” Berkeley: University of California Press, 1996. Internet resource.
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