La verdad es diferente de lo que pensamos, y que más bien, las mayorías no piensan ni quieren pensar. Las mayorías piensan que sus vidas burguesas los van a salvar.
La verdad es que llevamos milenios y cientos de milenios emigrando en el universo, en el espacio sideral, buscando una vida equilibrada.
Llegamos a este planeta, el planeta Tierra, considerándolo como una referencia para considerar la existencia de un hogar.
Los objetivos eran aprovechar sus recursos, y dar fruto a nuestro aprovechamiento comunitario como una sola sociedad, una comunidad, la comunidad de las especies.
Primero llegamos en forma de Espíritu, y durante millones de años estudiamos el planeta y todo lo referente a este, como atmósferas y aproximación al sol.
Decidimos pues, que durante algunos miles de años habitaríamos en este planeta, en base a la igualdad y la experiencia de compartir.
Hemos vagado por el espacio en forma de espíritu porque todos los planetas o sistemas en los que hemos habitado han sido destruidos.
Ahora llegamos a La Tierra, con la finalidad de transformarla en el paraíso.
Todas las especies somos hermanos, y formamos parte de un solo Ser.
El problema principal es cuando entramos o nos convertimos en cuerpos, entonces comienza una batalla por la supervivencia, y el ego o instinto de supervivencia nos engaña, y nos hace pensar que somos individuos nacidos para competir.
¡Nada más falso que esto!
Las diferentes religiones, culturas, razas y nacionalidades son artificios, son castigos a la Especie. También el Judaísmo es un castigo.
Estas, lejos de unirnos e integrarnos como un ser como lo somos, nos separa, y nos hacen sentir que vivimos en competencia.
Todo es resultado del desequilibrio, y seguirá sucediendo mientras no alcancemos el equilibrio.
El desequilibrio trae como consecuencias negativas sistemas políticos, sociales y religiosos que nos enajenan y dividen. Nos hacen pensar que somos diferentes unos de otros en la Especie.
El desequilibrio también traer consigo catástrofes, colisiones, diluvios, incendios, terremotos, en el plano físico. Pero junto con esto trae depresión y soledad en el plano emocional y afectivo.
Tenemos que volver a ser uno, vivimos los unos para los otros, somos un solo ser.
Una de los mayores obstáculos a la verdad hoy en día es el dinero, hasta el punto que es considerado algo negativo que separa y destruye, dando una sensación de satisfacción temporal. Por supuesto el consumismo y el capitalismo son las mayores fuentes de maldad hoy en día, y todos somos sus esclavos.
Junto con estos, las religiones son verdades a medias, contienen medias verdades que están constituidas para persuadirnos y lavarnos el cerebro.
Yo no me considero mas judío, ni Israelí, ni nada por el estilo, considero a estas aberraciones que separan y que destruyen, lo mismo que las distinciones entre nacionalidades, razas y religiones.
No existe Dios, nuestros espíritus son Dios. No existe un Dios externo.
Esta en manos de nuestra Especie elegir la continuidad y preservación de la vida de la especie, para ello es necesario el equilibrio, el verdadero equilibrio (o igualdad) entre todos, y para esto es necesario y obligatorio descubrir la verdad, la verdad verdadera, que se oculta debajo de todas las pantallas.
De no conseguir el equilibrio nuestro fin como especie esta cerca: guerras, catástrofes naturales, desequilibrios sociales, enfermedades y adicciones. Nos espera un gran sufrimiento en cuerpo, en vida como individuos y personas, los problemas algún día nos alcanzaran, si es que no nos han alcanzado ya.
Según esta idea, esta verdad descubierta, pronto tendremos que transportarnos del planeta Tierra y buscar un nuevo hogar, y nuevamente comenzar desde el principio. Buscaremos un nuevo planeta o sistema, un nuevo hogar.
Según la NASA la Tierra desaparecerá en unos miles de años por una muerte solar que incinerara a nuestro planeta antes de consumirse. Sin embargo, para entonces nosotros, nuestra especie ya no estará presente en el planeta, pues será devastada antes por guerras (La Tercera Guerra mundial) y catástrofes que se encuentran a la puerta.
Desafortunadamente aun son muchos los necios, ciegos y egoístas que piensan que sus cuentan en el banco los salvaran.
La carrera hacia el poder, y la competencia por el poder económico y las posesiones y acumulaciones son la enfermedad, no la solución, a menos de que a partir de ahora los recursos sean puestos en práctica correctamente, y el objetivo de los medios sea corregido.
Si no, viviremos una vida corta y vana, llena de satisfacciones falsas y falsos espejos de la realidad o espejismos.
Para conseguir la meta de la preservación y continuidad de la especie es necesario deshacerse de las telarañas mentales que tantos sufren, y conseguir decisiones planetarias que cambien el curso de nuestra existencia.
De lo contrario, volveremos a ser espíritus, y estaremos atareados en un scouting en la búsqueda de un nuevo hogar.
En un hogar no hay cabida para extraños, solamente para seres de la misma especie que se consideran uno solo y uno misma, la misma cosa, la misma sustancia.
En el sistema perfecto que perseguimos no hay cabida para la pobreza, la inmoralidad, la perversión, la corrupción, la maldad, la injusticia, la falsedad y la muerte.
Nuestra especie esta destinada a ser eterna, pero no dentro de un cuerpo, ya que en el momento en que entra en un cuerpo, pierde su conciencia como especie.
Por lo pronto estamos en los albores del fin, y esta en nuestras manos, en la decisión de toda la especie, cambiar el curso hacia un curso mas positivo. Para ello hay que anular los dogmas y mentiras de las religiones, las naciones y las culturas.
El pluralismo no es la solución, es solo una amnesia, porque en el fondo todos somos iguales, de modo que no hay motivos para que existan diferencias.
Si, las diferencias existen en nuestros cuerpos, en nuestros egos, pero no en el espíritu.
Debemos encontrar el camino de vuelta a casa, al hogar, y para ello quizás haya que cambiar nuestra forma de vida.
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