Nuestro Mundo: La Era del Disimulo

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En lugar de discutir la naturaleza y la amenaza de la supremacía islámica, los medios de comunicación occidentales, los líderes políticos occidentales y los académicos, la niegan.

Después que pasen años, cuando los historiadores busquen un concepto integral para definir nuestro tiempo, se referirán al mismo como la Edad del Disimulo. Hoy en día nuestras mentes líderes dedican sus energías y facultades cognitivas para imaginar nuevas formas de ocultar la realidad, a sí mismos y al público en general.

Tomen, por ejemplo, al asesor principal sobre contraterrorismo del presidente de EE.UU. Barack Obama. El domingo, John Brennan habló, en Fox News, sobre el último intento de ataque terrorista islámico en suelo estadounidense.


Dado que la administración Obama prohíbe a los funcionarios de EE.UU. referirse a los terroristas como terroristas y prohíbe efectivamente que funcionarios de EE.UU. reconozcan que los terroristas islámicos son musulmanes, Brennan, en relación a los terroristas islámicos de Yemen que trataron de enviar bombas a sinagogas de Chicago, se refirió a ellos simplemente como “individuos”.

Hoy en día, prácticamente, las únicas personas dispuestas a hablar honestamente acerca de quiénes son y qué quieren los integristas islámicos, son los integristas islámicos.

Por ejemplo, en una entrevista con Reuters de la semana pasada, el “ministro de relaciones exteriores” del movimiento integrista islámico Hamas, Mahmud al-Zahar, le dijo al Occidente cristiano, “Ustedes no viven como seres humanos. Ustedes no viven [ni siquiera] como animales. Ustedes aceptan la homosexualidad. ¿Y ahora nos critican?”.

Al-Zahar se refirió también al feminismo islámico. Como él mismo dijo, “Nosotros somos los que respetamos a las mujeres y honramos a las mujeres… ustedes no. Ustedes usan a las mujeres como animales. Ellas tienen un marido y cientos de miles de novios. Ustedes no saben quién es el padre de vuestros hijos, por la forma en que respetan a las mujeres”.

Por último, al-Zahar afirmó que los occidentales no tienen derecho a cuestionar o criticar al Islam. En sus palabras, “¿Es un crimen islamizar a la gente? Yo soy un musulmán que vive aquí de acuerdo con nuestra tradición. ¿Por qué debería vivir bajo vuestra tradición? Los entendemos muy bien. Ustedes son gente pobre. Moralmente pobre. No nos critiquen por lo que somos”.

Al-Zahar, puede dormir tranquilo. Los ciudadanos de Occidente rara vez han escuchado a alguien, en alguna posición de poder e influencia, criticar a los integristas islámicos “por lo que son”.

De hecho, lo más destacable de la entrevista de al-Zahar, no fue lo que dijo, sino lo que Reuters decidió publicar de lo que dijo. Al permitir que sus lectores sepan lo que al-Zahar, piensa de ellos, inadvertidamente, Reuters les dio a los occidentales un vistazo a la simple verdad, la que sus editores, y sus homólogos en todos los medios de comunicación occidentales, rutinariamente purgan de la cobertura de los acontecimientos actuales.

En lugar de discutir la naturaleza y la amenaza del integrismo islámico, los medios de comunicación occidentales, junto con casi todos los dirigentes políticos occidentales y académicos, niegan y disimulan. En lugar de enfrentar la amenaza, aceptan la línea islámica y culpan a Israel por todo lo malo que sucede en el mundo.

El grupo de personas a los que casi se les puede perdonar este crimen contra la realidad, es el de los no musulmanes que viven bajo el dominio islámico. El domingo recibimos un sombrío recordatorio de la difícil situación de esas minorías, con el ataque terrorista islámico en la iglesia más grande de Bagdad, la Iglesia Católica Nuestra Señora de la Salvación.

Mientras un centenar de fieles celebraban la misa vespertina, terroristas islámicos irrumpieron en la iglesia. De acuerdo al relato de un testigo, se encaminaron directamente hacia arriba, donde el sacerdote administraba la misa, y lo ejecutaron. Los terroristas musulmanes tomaron luego como rehenes a los fieles cristianos.

Cuando las fuerzas militares iraquíes irrumpieron en la iglesia, bajo la supervisión militar de EE.UU., los terroristas islámicos lanzaron granadas contra los fieles y detonaron sus cinturones bomba. El lunes, la cifra de muertos había llegado a 52.

Será interesante ver cómo los funcionarios católicos de Irak y de alrededor del mundo responderán a este ataque. El mes pasado, en el Sínodo del Vaticano sobre la situación de los cristianos en Medio Oriente, Emmanuel III Delly, jefe de la Iglesia Católica Caldea en Irak proclamó: “La población de [Irak]… es de 24 millones, todos musulmanes, con quienes vivimos pacíficamente y en libertad… los cristianos están bien con sus hermanos musulmanes y en Irak hay un respeto mutuo entre ellos”.

Como el renombrado experto islámico Robert Spencer escribió la semana pasada en Frontpage Magazine, Emmanuel no siempre ha sido tan abierto en su elogio de los musulmanes iraquíes. En 2008, cuando las fuerzas de EE.UU. estaban a cargo de Irak, Emmanuel emitió una declaración que reflejaba con más exactitud la difícil situación de sus correligionarios.

Dijo entonces: “Los cristianos son asesinados, expulsados de sus hogares, ante los propios ojos de los que se supone que son responsables de su seguridad… La situación en algunas partes de Irak es desastrosa y trágica. La vida es un calvario: no hay paz ni seguridad… Todo el mundo tiene miedo de ser secuestrado”.

Los clérigos cristianos en los países musulmanes están tan aterrorizados por la agresión islámica que, sistemáticamente, ocultan la verdad de su opresión y, a menudo, distorsionan su propia teología para obtener tolerancia de las autoridades integristas islámicas. Spencer señaló que el presidente de ese Sínodo del Vaticano, el Arzobispo Cirilo Salim Bustros, quien actualmente encabeza la Iglesia Católica Oriental en EE.UU., y que en el pasado se desempeñó como Arzobispo de Baalbek en su país natal, Líbano, sigue un patrón similar de disimulo.

En el caso de Bustros, su prevaricación va más allá de las descripciones falsas de la difícil situación de los cristianos. En su intento por ganarse el favor de sus señores feudales integristas islámicos, Hezbollah, Bustros ha recurrido regularmente al revisionismo teológico.

En el sínodo del mes pasado, Bustros repudió las enseñanzas del Concilio Vaticano II de la Iglesia Católica y abrazó la desacreditada teología sustituta que el Vaticano II denunció. Bustros afirmó que el pacto de Dios con el pueblo judío y su promesa de darnos la Tierra de Israel “fueron anulados por Cristo”.

En su opinión, “Ya no hay un pueblo elegido”.

Bustros no se limitó simplemente a afirmar una visión teológica en contradicción con la doctrina de la Iglesia Católica. Utilizó su reemplazo teológico para deslegitimar políticamente a Israel. Bustros dijo: “El tema de la tierra prometida no puede utilizarse como base para justificar el regreso de los judíos a Israel y la expatriación de los palestinos”. Está previsto que Bustros regrese pronto a Líbano para servir como Arzobispo de Beirut. El hecho que utilizara su posición como Presidente del Sínodo del Vaticano sobre la situación de los cristianos en el Medio Oriente, para ganarse la protección de Hezbollah cuando regrese, se pone de manifiesto cuando se comparan sus declaraciones en la conferencia con un discurso que pronunció en 2006, cuando todavía estaba cómodamente instalado en EE.UU.

Como señala Spencer, Bustros pronunció un discurso en la Universidad St. Thomas de Florida, en 2006, Bustros no escatimó palabras acerca de la difícil situación de los cristianos en Medio Oriente. Enfrentando a los preceptos islámicos sobre las relaciones con los no musulmanes, Bustros dijo: “Las doctrinas del Islam imponen la guerra contra los infieles… El concepto de no violencia está ausente de la doctrina y la práctica musulmanas… La paz, en el Islam, se basa en la rendición de todas las personas al Islam y al poder de Dios sobre la base de la ley islámica. Tienen que defender esta paz de Dios, incluso por la fuerza”.

El temor a masacres islámicas de cristianos – como la del domingo en Bagdad – aporta mucho para explicar los pronunciamientos antijudíos y proislámicos por parte del clero cristiano en el mundo islámico. Pero, ¿qué puede explicar el abrazo occidental de las mentiras sobre el Islam?

¿Por qué las personas que no viven bajo la férula de Hezbollah, Hamas o de sus grupos hermanos en lugares como Irak, servilmente repiten como loros falsedades sobre la historia islámica y la teología y niegan la existencia misma del integrismo islámico?

El caso más notable de tal comportamiento, en las últimas semanas, llegó con las declaraciones de la Comité Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, acerca de Israel y la historia judía. En su reunión del 21 de octubre, el comité ejecutivo de la agencia de la ONU, encargada de nombrar y preservar los sitios del patrimonio mundial, participan en un impactante episodio de revisionismo histórico al servicio del integrismo islámico.

El Comité de la UNESCO emitió cinco declaraciones con respecto a Israel. Además de sus condenas de rutina a la valla de seguridad, a la soberanía israelí en Jerusalén y a la negativa de Israel a darle a Hamas el control de su frontera con Israel. El Comité de la UNESCO afirmó que la Tumba de los Patriarcas en Hebrón, donde Abraham, Isaac, Jacob, Sara, Rebeca y Lea están todos enterrados, es una mezquita. La Tumba de Raquel, donde Raquel está enterrada, también es una mezquita, según el cuerpo rector de la UNESCO.

No es sorprendente que los miembros musulmanes de la UNESCO hayan presionado para obtener estas declaraciones. El Islam es una religión sustituta. Afirma que todos los patriarcas y matriarcas judíos, así como todos los profetas, reyes y jueces judíos, eran musulmanes. Similarmente afirma que Jesús, María y los apóstoles eran musulmanes. Es una práctica Islámica habitual el transformar en mezquitas los lugares sagrados judíos y cristianos, en las tierras conquistadas por el Islam.

Es esta práctica islámica la que llevó a Yasser Arafat a impactar y disgustar a Yitzhak Rabin, en julio de 1995, cuando proclamó que, “Raquel fue mi abuela”.

La declaración de Arafat fue la primera vez que un líder musulmán, en la época moderna, declaraba que la sepultura de Raquel es una mezquita. Arafat hizo su absurda afirmación en el curso de las negociaciones sobre la disposición de la Tumba de Raquel en Belén. Debido a su importancia para los judíos, Israel exigió el total control de seguridad sobre la tumba. Arafat basó su contra demanda en el habitual revisionismo histórico islámico.

Mientras Rabin rechazó la infundada afirmación de Arafat, el mes pasado el comité ejecutivo de la UNESCO, entre cuyos miembros se incluyen Francia, Bélgica, España, Japón, Polonia, Alemania, Grecia, Haití, Italia, EE.UU. e India, aceptó la totalmente falsa interpretación de Arafat de los registros históricos. De este modo, colaboraron con un intento Islámico para erradicar la historia judía.

¿Por qué hacen esto? Ellos no son obispos que tienen que preocuparse que sus comunidades sean aniquiladas si se salen de la línea.

Sin duda, el miedo al terrorismo islámico alimenta algunos de sus comportamientos. Pero el miedo no puede ser la explicación completa. La mayoría de los occidentales no tienen contacto con musulmanes. Y los ataques terroristas islámicos en occidente no ocurren diariamente.

La recién descubierta obsesión de Occidente con la islamofobia, probablemente también tenga algo que ver con ese comportamiento. Las elites occidentales están aterrorizadas de ser acusadas de racismo. Esto es particularmente cierto cuando – como es el caso de la islamofobia – el fiel de la balanza se inclina en favor de las personas que fueron oprimidas en el pasado por los occidentales.

Pero mientras que el miedo a la acusación de islamofobia juega un papel en el doblegamiento occidental frente al integrismo islámico, la aversión de Occidente a la percepción que está oprimiendo a los que una vez oprimiera, no proporciona una explicación adecuada a su voluntad de colaborar con los intentos del integrismo islámico para borrar la historia judía. El historial de Occidente de opresión de judíos es mucho más sangriento y más largo que su historial de opresión de musulmanes.

Al final, sólo hay una explicación creíble para la voluntad que Occidente tiene para mentir acerca de la naturaleza y objetivos del integrismo islámico. Sólo hay una explicación creíble para la voluntad de Occidente para colaborar con el integrismo islámico, cuando purgan el registro histórico de las raíces judías de la civilización occidental. Sólo hay una explicación para la disposición de Occidente a aceptar la afirmación del integrismo islámico: que Israel es el culpable de la agresión islámica contra los judíos y cristianos por igual.

Pero si menciono el antisemitismo, voy a ser atacada como judía paranoica.

Fuente: JPost
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusion:
www.porisrael.org

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