Nuestros Gobernantes (Primera Parte)

Por:
- - Visto 999 veces

Tal vez muchos de los lectores mexicanos de mi generación, y otros de generaciones contiguas, recuerden algunos episodios que han formado parte de la historia de nuestro país, que esclarecen o por lo menos dan una idea de las causales, comportamientos y actitudes del actual entorno nacional; un entorno que no se hizo de la noche a la mañana, sino que en la mayoría de las ocasiones, es producto de las ideas y acciones de unas cuantas personas, que han detentado el poder a través de los siglos. Hoy a ese país el mundo lo conoce y reconoce como México; apelativo originado de una civilización (mexica, meshica o mejica), que le tocó -para bien o para mal- el encuentro físico y cultural con los conquistadores españoles, de cuya fusión surgió la Nueva España.

Sería inapropiado por su extensión -no así por su importancia, interés y variedad- el tratar de relatar todos los pasajes históricos desde Tenoch, el primer gobernante que fincó su poder en una ciudad del altiplano Mesoamericano fundada en 1325, llamándola México Tenochtitlán; nombre que se conservó hasta 1521, cuando cambia por el de Nueva España, hasta el año 1821, cuando surge el México Independiente. Casi 7 siglos de un marcado poder supremo, con sus aciertos, excesos y errores, que continúan moldeando a una generosa gran nación, y a los que en ella habitamos.


Dada la limitante de espacio expuesta, la intención de origen es la de abarcar -con cierta holgura- tan sólo un período de un poco más de 60 años, época que considero importante por dos razones: 1.- Ha sido la que me ha tocado vivir, y de la que presumo tengo más uso de razón al intentar describirla; y 2.- Por los cambios -en ocasiones abrumadores- que se han desatado desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial, donde los mexicanos pasaron de ser gobernados por personas de extracción militar, a la de mandatos de políticos civiles; lapso relativamente corto, que incluye poco más de 50 años de impulso oficial hacia una franca industrialización, dentro de un marco económico que los profesionistas en la materia llaman “de substitución de importaciones”; sistema que aparentemente se agotó y que fue cambiado aceleradamente en las últimas décadas del pasado siglo, por otro diametralmente opuesto de “libre comercio y globalización”.

Cambios a granel, muchos de ellos de raíz en casi todas las áreas de nuestras vidas, como por ejemplo: la educación, valores éticos-morales, soberanía y hasta los modos de expresión…entre muchos otros, que probablemente las nuevas generaciones admitan y hasta aplaudan sin mayores comentarios, pues cada día son menos -para esos jóvenes- los puntos de referencia y comparación directa con un pasado no tan lejano que no vivieron; sin embargo existimos personas -que han dado en llamarnos “adultos mayores”- con diferente óptica, experiencia o forma de ver y valorar las cosas.

Aclaro que con esta serie de artículos, de ninguna manera deseo avalar nostálgicamente el dicho de que: “Todo tiempo pasado fue mejor”, pues creo que el presente y futuro pueden, y deben admitir cambios para poder ser perfectibles, y por ende mejores; tampoco deseo justificar a una o varias generaciones, las que se conocen como “perdidas”, por darse en ellas los mayores cambios, sobre todo los más veloces y radicales hacia un modernismo tecnológico, a los que no todos se han adaptado por motivos de edad o falta de preparación.

En lo que sí creo firmemente, es que: “Aquel que no conoce la historia, está condenado a repetirla”, y además, no creo en los sistemas que se señalan “como irreversibles”, mayormente cuando éstos se implantan “a contra pelo” de la misma naturaleza humana. De ahí que antes de pasar a puntualizar y comentar la trayectoria de mis Presidentes, desde Manuel Ávila Camacho (último de extracción militar), hasta el actual (segundo que ha roto una larga tradición política), creo indispensable se den algunas referencias y características generales -a vuelo de pájaro- de aquellas épocas de Tlatoanis, Virreyes o Presidentes, que en su momento marcaron el rostro de toda una nación.

Mundo Prehispánico

No debemos olvidar que en la época a que hacemos referencia, el territorio que hoy conocemos como México, estaba compuesto por varias naciones con sus respectivos gobernantes, incluso esa forma se mantuvo -claro está que en menor escala- cuando la nación mexica, o si se prefiere llamar azteca, estaba en su apogeo, después de que ya se había dado en 1325 la fundación de Tenochtitlan, nombre que deriva de su fundador Tenoch (Tuna de piedra); gobernante que mantuvo el mando hasta su muerte, cuando comenzó a humear el volcán Popocatépetl en el año 1363. Fue el único a quien no se le consideró como Tlatuani (El que habla), sino más bien como caudillo o sacerdote. Con su sucesor Acamapichtli (El que empuña la caña), se inicia una estirpe real o de Tlatuanis, que engrandecen el territorio y las riquezas, mediante luchas con los demás pueblos como el de Azcapotzalco; que en un principio se realizan por el temor a ser atacados por los más fuertes, y posteriormente por el deseo de poder, conseguir mayores tributos y conflictos en creencias religiosas; estas últimas que requerían el sacrificio de humanos, por lo general los de prisioneros de guerras.

Continuará…

Acerca de Jacobo Contente

Egresado de la carrera de Contador Público del ITAM, por varios años trabaja en la industria de la confección, transformación y la industria editorial.Es de destacar su actividad en organizaciones comunitarias judías mexicanas entre ellas la Comunidad Sefaradí y el Comité Central. Al mismo tiempo se dedica a la edición de varias publicaciones como la revista "Emet" (1984); periódico "Kesher" (1987) y "Foro" en 1989.Dentro del campo intelectual siempre ha tratado de mantener vigente la Asociación de Periodistas y Escritores Israelitas de México y por lo menos un medio escrito lo suficientemente amplio, con calidad y profesionalismo como lo es "Foro", para que más de 60 escritores de México y el extranjero expresen mensualmente a través de sus páginas los pensamientos e inquietudes que forman opinión dentro del gran número de lectores que hasta la fecha tiene.Dentro de esta misma práctica de edición, ha colaborado, cuidado y diseñado más de 40 libros de escritores e instituciones que se lo solicitan y tiene en su haber tres libros histórico-biográfico y de consulta, como el "Prontuario Judaico".

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: