Nuevos conceptos evolutivos de la sociedad

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“El futuro del mundo pende del aliento de los niños que van a la escuela”.
(Talmud)

El proceso de globalización tiene repercusiones no sólo en lo económico sino que está acompañado por grandes transformaciones en los ámbitos sociales, laborales y culturales. Con los procesos de modernidad en curso se produce una gran diversidad de formas y estilos de vida, heterogeneidad de influencias en cuanto a hábitos, valores, imágenes, modos de pensar y entretenerse fuertemente potenciados por los procesos de globalización que ha afectado los vínculos sociales entre grupos y con fuertes efectos sobre los aspectos más personales de nuestra experiencia y donde la seguridad que proporcionaban las tradiciones y costumbres no ha sido sustituidas por la certidumbre del conocimiento racional (Giddens, 1995).

En los países desarrollados, y muy probablemente también se de el caso en los países emergentes, la sociedad será mas importante que el nuevo ciclo económico que se generara fruto de la crisis económica. La sociedad del futuro será una sociedad muy distinta a la existente en el siglo XX, más de lo que la gente espera. En los países desarrollados el factor dominante con el que se deberá lidiar es el rápido aumento de la población de más edad y la rápida disminución de la generación mas joven. Aunque dentro de los distintos gobiernos existan unas constantes promesas de salvaguardar el sistema de pensiones, la realidad es más bien distinta. Dentro de aproximadamente 25 años, la gente tendrán que alargar su actividad laboral hasta los 75 años. Aunque en la actualidad pueda sonar este hecho como algo inconcebible, la realidad es, que el numero de personas mayores de mas de 50 años no continuara trabajando tal como lo han estado realizando hasta la actualidad, es decir, a tiempo completo.


Lógicamente, este aumento del envejecimiento, al que hacíamos referencia, viene acompañado de un crecimiento en la tasa de dependencia, es decir, de un incremento del porcentaje de personas que no trabajan en relación a las que trabajan, o lo que es lo mismo, la proporción de gente que trabaja está disminuyendo. Así, según el Instituto Nacional de Estadísticas, en 2049, por cada 10 personas en edad de trabajar, habría en España casi nueve personas potencialmente inactivas, es decir, las que son menores de 16 años o mayores de 64. Es decir, la tasa de dependencia se elevaría hasta el 90%, desde el 48% actual. El fuerte envejecimiento en las próximas décadas es inevitable y solo se verá atenuado si la tasa de natalidad sube. Los datos indican que la fecundidad en España está aumentando (gracias a la aportación de las madres extranjeras) alcanzando 1,44 hijos por mujer, el valor más alto desde 1993, pero todavía muy lejos del 2,1 (tasa de reemplazo generacional). Pero la inmigración, aunque puede contribuir a aliviar el envejecimiento de la población, no será capaz de invertir la tendencia a una mayor longevidad ni a un aumento suficiente en el número de nacimientos que permita el reemplazo generacional. Es preciso, por tanto, tomar medidas para facilitar la viabilidad financiera del actual modelo de Seguridad Social. Además, no podemos transmitir a nuestros hijos la carga de una fuerte deuda pública y un sistema de pensiones tanto más oneroso cuanto más jubilados haya. El peor de los escenarios seria la desaparición del derecho a la pensión, tenido solamente los contribuyentes más desfavorecidos derecho a percibirlas.

En referencia a los empleados públicos, muchos dan por hecho que no se verán afectado por la medida de trabajar a media jornada o de manera temporal como ocurre en el sector privado, pero puede suceder que en el transcurso de dos décadas, la mitad de quienes trabajan para el Estado ya no lo harán de forma directa sino a través de empresas externas y no a tiempo completo tal como ocurre en la actualidad. Evidentemente existirá una mayor disposición de tiempo libre por parte de las personas para poder conciliar la vida familiar, disfrutar del ocio, viajar, […], aunque seguramente muchos de esos empleados a tiempo parcial, tendrán que optar a un segundo o incluso tercer puesto de trabajo para poder llegar a un sueldo digno que le permita sobrevivir. Esto que planteamos no es nada nuevo en ciertos países, pero si encontramos en otros, sobre todo en el viejo continente, la casi inexistencia de esta estructura laboral, teniéndose que concienciar la población actual activa y futura a esta nueva circunstancia.

Existen datos que manifiestan una clara disminución de la población joven en todos los países desarrollados, China y Brasil. La tasa de nacimiento es en la actualidad muy baja y la tasa de reemplazo no cubre las tasas actuales de defunción. Políticamente esto significa que la inmigración vendrá a ser una cuestión importante y altamente disociadora en los países ricos. Un ejemplo actual lo presenta Alemania, que carece de mano de obra cualificada, tales como médicos, ingenieros, […]. Ya no buscan al emigrante de los años ´60 de baja calificación, sino al emigrante formado, preferiblemente de la UE (aunque no hay descarte que sea de terceros países, no Comunitarios, en el caso que no se logre cubrir los puestos), con un buen dominio del idioma con el fin de poder permanecer a la cabeza del mercado competitivo. Muchos de los emigrantes que se desplazaran a esos países procederán de aquellos países mas ferozmente azotados por la crisis, y consiguientemente, esos países se quedaran sin mano de obra cualificada (ya que no tienen mercado para ellos) volviéndose menos competitivos. La paradoja será, que a pesar de todos los males, los países que no participaran en esa “red profesional”, a su vez tendrán que “importar” mano de obra de terceros países, normalmente de África, Latinoamérica u otros, para cubrir el sector servicios y labores menos cualificadas.

Sociedad del conocimiento

La sociedad futura será una sociedad del conocimiento. Su recurso clave será el conocimiento y los trabajadores del conocimiento serán el grupo dominante de su población activa. La informática, aun cuando solo es uno de los muchos aspectos de la sociedad futura, se está haciendo cada vez más accesible para todos. La rapidez con la que viaja la información, obligara a todas las instituciones de la sociedad ilustrada hacerse globalmente competitivas, aunque sus actividades se desarrollen y tengan su mercado en el ámbito local. Internet como herramienta para mantener a los clientes informados acerca de que hay disponible en cualquier parte del mundo y a qué precio. Una sociedad que se basa en el conocimiento hace que su economía lo haga igualmente. En la actualidad se usa esta expresión para designar a los individuos que poseen conocimientos teóricos, pero el desarrollo más notable será el de los tecnólogos del conocimiento.

Otro elemento de ese conocimiento que será imprescindible para poder formar parte de un mercado competitivo es el aprendizaje y conocimiento de lenguas extranjeras. Este es un proceso costoso que requiere tiempo entre otras condiciones. La necesidad de incrementar el contacto con las lenguas extranjeras es una de las razones que aconsejan su introducción temprana. Este aprendizaje temprano proporciona a los alumnos un nuevo instrumento de comunicación y expresión, les permite desarrollar una conciencia intercultural de respeto a formas de vida y costumbres diferentes, e incluso mejora el conocimiento que tienen de su lengua materna y de las demás que puedan adquirir.

El mundo de la educación, debe replantear sus objetivos, sus metas, sus pedagogías y sus didácticas si quiere cumplir con su misión en el siglo XXI, brindar satisfactores a las necesidades del hombre. Las mismas fuerzas tecnológicas que harán tan necesario el aprendizaje, lo harán agradable y practico. Las corporaciones se están reinventando en torno de las oportunidades abiertas por la tecnología de la información, las escuelas también tendrán que hacerlo. La educación busca dentro de sus objetivos últimos la formación integral del ser humano, entendido como un ser de necesidades, habilidades y potencialidades. Busca intervenir en las dimensiones cognitivas (conocimientos) axiológica (valores) y motora (habilidades y destrezas), para mejorar la calidad de vida.

Así, por ejemplo: la autonomía de los centros educativos, la calidad en la enseñanza de todos los aspectos, la interdisciplinariedad especialmente en la educación avanzada, la utilización plena y apropiada de las nuevas tecnologías en el aprendizaje, la formación profesional después de cada uno de los niveles educativos como complemento de una sólida educación general que forme para la vida, o la educación para “aprender a ser, a hacer, a vivir y a convivir”, son todas ellas parte de ese largo etcétera de numerosos intentos renovadores, cargados de frecuentes frustraciones para cuantos nos hemos dedicado a estos menesteres en nuestra vida profesional, en particular durante las últimas tres décadas.

Estas personas, son tanto trabajadores manuales pero a su vez también intelectuales. Aunque el tiempo empleado para desarrollar su labor este basada en el trabajo manual, este se basara en una cantidad apreciable de conocimientos teóricos que solo se adquieren mediante educación formal, no trabajando como aprendices. Eso ha llevado a países como Alemania a tener que importar inmigrantes en edad de trabajar. Se estima que para 2020, este país importara anualmente la cifra de un millón de mano de obra externa para poder mantener su población trabajadora. Alemania no será en el continente europeo la excepción. Del mismo modo le ocurrirá a Japón, donde se habla de admitir 500.000 coreanos al año que serán devueltos cinco años más tarde a su país de origen. Las fricciones políticas ya se han sentido. En Austria obtuvo un partido xenófobo de derechas en 1999, el éxito electoral basando su tesis principal en “no a la inmigración”. Movimientos análogos se producen igualmente en países como Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, Italia o EE.UU.

La expectativa de vida para los negocios y organizaciones de todo tipo estarán sujetas al tiempo de supervivencia. En el pasado, las entidades que daban empleo vivían más que los propios empleados. El futuro de los empleados, en especial el de los trabajadores del conocimiento, vivirán más que tales entidades, aunque estas gocen del mayor éxito. Pocas empresas o programas del gobierno duraran más de treinta años. Las expresiones segunda carrera y segunda mitad de la vida son hechos comunes y corrientes en EE.UU. Es frecuente ver, como los empleados se retiran de su empleo a temprana edad, tan pronto como se les quede asegurado su derecho a una pensión y a percibir los beneficios del seguro social llegado el momento de su jubilación. Esto no significa que dejen de trabajar. Lo habitual es optar por una “segunda carrera” que puede no ser nada convencional. Tal vez trabajen independientemente, o quizás trabajen a media jornada o como empleado temporal. Otros pueden ocupar puestos de asesoramiento, donde basándose en su experiencia laboral, orientan a empresas o despachos como poder sacar el máximo rendimiento a su organización.

Evolución económica y política

Europa ha sido el centro del mundo durante siglos. Su influencia sobre la economía y la cultura es una señal inequívoca de su vitalidad en la historia de la humanidad. El planteamiento inicial de los precursores de la futura Unión era el de reformar las viejas estructuras política y sociales, conseguir un progreso y un avance sustancial en todos los campos, especialmente en lo que concierne la paz, la justicia y la solidaridad. Esto hará que la actual Europa sea más fuerte, moderna y con un vínculo duradero entre sus miembros. No obstante, Europa ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, afrontando con esperanza el reto del futuro, con dificultades que no son pequeñas. La demografía, la economía particularista, los nacionalismos y sobre todo el peso de la historia y del Estado, son las fuerzas, en ocasiones disociadas, con una influencia trascendente en las relaciones de las naciones europeas. La unión monetaria está pasando por uno de sus momentos más delicados, llevando a los países a plantear unas reformas estructurales que en muchos casos son sostenidos por los ciudadanos. Las deudas que algunos países lastran, podría generar el abandono voluntario de la moneda por aquellos que no son capaz de sostener económicamente la presión de los mercados.

La unión monetaria no está consolidada, ya que existen países del continente que se mantienen fuera de ella. Del mismo modo habrá que plantear una política de economía fiscal común al igual que de los servicios sociales prestados a los ciudadanos. Del mismo modo se programará una política de retribuciones a los trabajadores más igualados entre los países que permanezcan en la unión monetaria para evitar las desigualdades actualmente existentes. Existen dos retos decisivos, que pueden influir positivamente o por el contrario muy negativamente en el futuro de Europa: la ampliación cimentada, hoy por hoy, más por intereses económicos que políticos, y el problema de las corrientes migratorias, que, mal conducido, puede dañar la estructura de nuestra sociedad. Nuestros sucesores merecen un futuro mejor y más seguro, basado en los conceptos básicos heredados de su cultura: el de persona y el de sus derechos inherentes.

Vemos a EE.UU, cuya base estructural ha estado basada en la noción de unidad, inseparablemente de la diversidad. Hoy como nación hegemónica, que influye en muchas naciones, y como no también en Europa, no debería esperar que la crisis acabe por penetrar dentro de su estructura social creando unas dificultades en ocasiones insalvables. Probablemente llegado el momento, tenga que ponerse en cuestión el carácter nacional americano, para revisar e incluso reformar, instituciones y pautas políticas innovadoras y eficaces en una determinada época y ejemplo para el resto del mundo, que han quedado arcaicas y en desuso.

Nuevos modelos de familia

Entre los muchos cambios acaecidos en la sociedad en los últimos años, quizás los más vertiginosos, por su rapidez y su, al menos aparente, fácil aceptación por la ciudadanía, se encuentran los relativos a las relaciones sociales y, más concretamente, la transformación del modelo familiar tradicional. Efectivamente, como es conocido, a la familia tradicional se han sumado recientemente, amparados por los últimos cambios legislativos, otros modelos como el monoparental (que si bien siempre han existido, ahora se han extendido en gran medida, al tiempo que es cada vez más aceptado socialmente) y, sobre todo, las unidades familiares conformadas por dos individuos del mismo sexo.

El cambio más fundamental ocurrido es la declinación de Ias bases de sustentación de un modelo patriarcal de familia que se caracteriza por la autoridad ejercida por el padre sobre la esposa y los hijos (Castells, 1998). Esta declinación se asocia con los siguientes hechos:

La incorporación masiva de Ias mujeres al mercado laboral ha modificado los patrones tradicionales del funcionamiento del hogar, produciéndose una nueva distribución del tiempo, poder y trabajo al interior de la familia que afecta especialmente a Ias mujeres y que significa en parte una sobrecarga de trabajo para ellas. También el debilitamiento del sistema patriarcal se asocia con el agotamiento del sistema del aportante único al hogar y el cambio en la valoración de los nuevos aportantes económicos al hogar (mujeres, hijos…). Asimismo, surgen nuevos arreglos familiares. Los hogares encabezados por mujeres, que en su mayoría corresponden a los hogares con ausencia del cónyuge masculino han crecido en todos los países.

De esta forma, los cambios sociales, económicos y culturales afectan de manera importante Ias relaciones internas de Ias familias. Cabe indicar la importancia que ha adquirido un fenómeno muy antiguo pero de relativa reciente presencia en el ámbito público, como es el de la violencia intrafamiliar o de genero. En algunos casos esta violencia se ha acentuado por la oposición masculina que han encontrado Ias mujeres para ejercer los nuevos roles económicos que la propia familia demanda y que se reflejan en conflictos para ejercer su derecho a trabajar o en la difícil negociación sobre trabajo doméstico compartido. Con la incorporación al mundo laboral, la mujer también ha ganado un grado de independencia que décadas atrás obligaban muchas veces a permanecer junto al conjugue solo por motivos económicos.

Atendiendo por otra parte a la dinámica de los procesos y a los roles que se desempeñan en el seno familiar, es evidente que el creciente acceso de las mujeres a la educación y al empleo remunerado, así como el cambio ideológico en que éstos se han asentado, está ocasionando cambios progresivos en la dinámica familiar. Así, los roles que hombres y mujeres desempeñamos dentro de la familia se han ido acercando, a un ritmo más rápido en su vertiente más pública, y a un ritmo más lento en la vertiente privada. En el caso particular de las madres solteras, existen mayores dificultades en el acceso a la vida laboral derivadas principalmente de la falta de formación y de las limitaciones impuestas por las cargas familiares.

Todos estos cambios han llevado a un nuevo concepto de familia que podría definirse como “un conjunto de personas, unidas por relaciones de afecto y apoyo mutuo, comprometidas personalmente en un proyecto de vida en común que se quiere duradero”. Esta aceptación y reconocimiento de situaciones familiares y vitales que anteriormente fueron rechazadas u obviadas se está traduciendo en un proceso de equiparación jurídica tanto de distintos tipos de uniones como de distintos tipos de filiaciones.

Acerca de María José Arévalo Gutiérrez

María José Arévalo Gutiérrez (1967) nació en Goslar (Alemania), siendo hija de emigrantes, retornando a España en el año 1985 donde reside en El Puerto de Santa María (Cádiz). Diplomada en Turismo, cuenta con un amplio currículum académico, donde se especializo en el sector Vitivinícola (Master) y Gestión de Empresa (MBA). Su carrera profesional se ha realizado durante más de dos décadas en el sector turístico y últimamente se esta desarrollando en el ámbito de la docencia. Su inquietud e interés por el mundo judío, le vienen desde la juventud, entrando en contacto históricamente con el holocausto en Alemania, donde efectuó los estudios obligatorios. Su enamoramiento por Andalucía y su diversidad cultural, le llevaron a investigar los aspectos históricos - culturales en el ámbito mas cercano, entre ello la cultura sefardí. Colabora en varios boletines y revistas especializadas con el fin de aportar con su trabajo a la difusión de la información recabada.

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