Introducción
La administración Obama, como cualquier gobierno, se la vive haciendo declaraciones públicas sobre sus intenciones. Consideremos tres casos recientes, todos del mes pasado.
1. “La secretaria de Estado Hillary Clinton,” reportó un periódico, “está empujando por un nuevo round de sanciones de las Naciones Unidas contra Irán.” Traducción: El gobierno de Estados Unidos considera que los iraníes son ‘los malos’ y trabaja para socavar a Irán. [1]
2. Una semana después, el jefe de gabinete del Presidente Obama le dijo a un grupo de rabinos que ” ‘en lo que concierne a las políticas públicas, hemos hecho todo lo que podemos para avanzar la seguridad — y los intereses de largo plazo — israelíes. Observen bien lo que hace la administración.’ “ [2] Traducción: El gobierno de Estados Unidos considera que los israelíes son ‘los buenos’ y trabaja para fortalecer a Israel.
3. A los dos días, se reportó que “el enviado especial a Oriente Medio, George Mitchell, tiene programadas entrevistas con el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas, con lo cual se lanzan las ‘conversaciones de proximidad’ con Israel.” [3] Esto sigue declaraciones fuertes y firmes de la administración Obama exigiéndole a Israel que firme un acuerdo final sobre la así llamada ‘solución de dos Estados’ con la Autoridad Palestina. Como la ‘Autoridad Palestina’ no es otra cosa que OLP/Fatah, aquí la traducción:El gobierno de Estados Unidos considera que OLP/Fatah son ‘los buenos’ y deben gobernar su propio Estado en territorio estratégico que ahora controla Israel.
¿Acaso estas tres declaraciones de intención, casi simultáneas, son entre ellas consistentes? Hay un escenario hipotético en el que sí lo son. Este escenario requiere que aceptemos ciertas cosas como ciertas…
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