Con una nutrida asistencia se llevó a cabo la función en High Definition, directo desde el Metro de Nueva York de la ópera “El Elixir de Amor”, de Gaetano Donizetti.
A pesar de que no es el primer año que se lleva a cabo este ciclo de funciones en pantalla gigante, confieso que es la primera vez que vivo esa experiencia, por lo cual me encontraba bastante expectante acerca de lo que me esperaba, o podría esperar.
Público eminentemente operístico, caracterizado por esa conducta tan de conocedores.
Muy respetuosos, como ya era de esperarse, tomaron sus respectivos lugares, y estuvieron muy atentos a cada uno de los momentos de esa tan simpática obra.
Precedida de una breve explicación acerca de ¿quiénes son los patronos? que hacen posible tanto la ópera en sí como su transmisión a una gran cantidad de países, dio inicio esta espléndida y cuidada producción.
Jocosa y ágil desde que comienza, como ya lo sabemos quienes conocemos “El Elixir de Amor”, la ópera arrancó todo tipo de reacciones, sobresaliendo la admiración durante toda su ejecución.
Aplausos en su sala de Nueva York y en el Auditorio Nacional, algo que llamó la atención fue que coincidieron también las partes simpáticas que provocaron risa en ambos lugares.
Durante un intermedio poco común, se llevó a cabo un interesante recorrido sobre el Back Stage, y algunas entrevistas con los cantantes principales, y desde luego el director.
Esa fue la única parte que no correspondió con la calidad de todo el programa, ya que la conductora “muy a la americana”, fue bastante aburrida y superficial, no haciendo justicia a la calidad de los entrevistados. Pero bueno, es muy difícil que las cosas salgan perfectas al 100%.
Una obra que personalmente me encanta, por decirlo con una palabra bastante coloquial; además de una producción y una ejecución espléndidas e impecables.
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