Orgullo árabe por ser israelí

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El Índice de democracia de 2014 reveló un aumento importante en el orgullo que sienten los árabes israelíes por ser israelíes. En 2013, solo el 40 por ciento de los árabes israelíes estaban orgullosos de ser ciudadanos, mientras que en 2014, alrededor del 65 por ciento de los árabes israelíes se describían como muy orgullosos o bastante orgullosos de ser israelíes.

Además, más palestinos de Jerusalén Este, que disfrutan un estatus de residentes permanentes debido a la anexión de la ciudad por Israel, han sido elegidos para convertirse en ciudadanos israelíes. Alrededor del 10 por ciento de los palestinos de Jerusalén Este se han convertido en ciudadanos israelíes por decisión propia. Por supuesto, los niños nacidos de palestinos que solicitan y se les aprueba la ciudadanía israelí también son ciudadanos israelíes.


Los solicitantes reconocen que la ciudadanía israelí les facilita conseguir empleos, comprar viviendas y viajar al extranjero. Ha habido un gran salto en las solicitudes palestinas para obtener la ciudadanía israelí durante la década pasada a entre 800 y 1000 solicitudes al año. El juramento que realizan incluye las siguientes palabras: “Declaro que seré un ciudadano leal del estado de Israel”.

Estos individuos con visión de futuro tan solo quieren dejar a un lado el odio irracional a los judíos y continuar con sus vidas felices como ciudadanos israelíes. Tendencias como esta siempre provocan el pánico a la Autoridad Palestina. Abbas y sus compinches de la OLP tienen todo que perder de la integración con éxito de los árabes en la democracia de Israel.

Los palestinos que desean vivir en paz con Israel son lo suficientemente inteligentes como para ver que la última ola de terror es un signo de desesperación de un envejecido liderazgo palestino que fue elegido en 2005 para gobernar solo hasta 2009. Ya no es el representante legítimo del pueblo palestino. La Unión Europea, las Naciones Unidas y Estados Unidos están apoyando a un dictador y a un líder terrorista.

Dos chicas palestinas atacaron a un palestino anciano con tijeras el lunes, confundiéndole con un judío. Hawala Jaber, una mujer palestina de unos cincuenta años y residente en Um al-Fahm, estaba cerca y dijo a un reportero de Channel 2 que los adiestradores de terroristas dan pastillas a los adolescentes palestinos para hacer que sus cabezas “den vueltas”. Les llamó locos, sin cerebro.
Hawala, que ha trabajado en hogares judíos durante años, dijo que lo que los terroristas están haciendo a los judíos es “una mierda”. Dos mujeres soldados israelíes que estaban cerca y que escucharon los comentarios de Hawala comenzaron a cantar: “La nación eterna no tiene miedo, no tiene miedo del largo camino que tiene enfrente”. Hawala se dirigió a ellas, abrazó y besó a una de las soldados y comenzó a bailar con ellas.

Los palestinas realmente ya no tienen que soportar más a Hamás o a Fatah. Las Naciones Unidas, trabajando con la Liga Árabe, comenzó a denominar a la OLP como la “única representante” del pueblo palestino en los años 70, aunque no habían sido elegidos democráticamente por voto popular. El largo y oscuro capítulo de la dictadura palestina y el terror finalizará cuando los palestinos decidan que ha terminado.

El terror de los pasados dos meses está pasando factura a los israelíes, claro, pero también a los palestinos. Según la Agencia de Seguridad Israelí, los terroristas palestinos lanzaron 602 ataques en tan solo 30 días. Desde el 1 de octubre, casi cien palestinos han resultado muertos mientras intentaban cometer actos de terrorismo.

Los ataques terroristas de los últimos dos meses no son el resultado de los llamados lobos solitarios que viven aislados. Los terroristas son elevados al papel de modelo y llevan mucho tiempo recibiendo el reconocimiento y los honores de los líderes de la Autoridad Palestina. Los medios oficiales de la AP proporcionan a las ciudades y pueblos palestinos una dieta continua de odio, racismo y provocación hacia los judíos.

Una encuesta de 2014 del Centro Palestino para la Investigación Política y de Opinión indicó que el 80 por ciento de los palestinos respaldaba la ola de terrorismo contra los israelíes a finales del año pasado. Además, la investigación indicaba que Hamás habría ganado unas elecciones presidenciales en caso de que se hubieran celebrado en ese momento. Ciertamente no queremos a Hamás en Cisjordania, pero Fatah, Hamás y otros grupos terroristas no son las únicas opciones.

Una encuesta del Centro Palestino para la Opinión Pública realizada del 12 al 18 de noviembre de este año concluyó que el 60 por ciento se oponía a la forma en que Abbas había gobernado. Además, el 48 por ciento cree que Abbas debería dimitir. Solo el 42 por ciento de los palestinos está ahora a favor de continuar con la violencia. Las cosas tienen un aspecto más positivo.

La declaración de Mahmoud Abbas en la televisión palestina el 16 de septiembre diciendo que le alegraba cada gota de sangre derramada en Jerusalén fue el comienzo oficial de esta última intensificación del terror. Cualquier israelí que afirme que los llamados lobos solitarios no se tomaron esta declaración como una aprobación oficial y como ánimos para continuar con los ataques terroristas se está engañando a sí mismo.

Las indirectas y sugerencias del presidente palestino son tomadas como instrucciones. Si no hacen lo que se espera de ellos, entonces ellos o los miembros de sus familias quizá no lleguen vivos al día siguiente. Un palestino en una cafetería de Ramallah que expresara su apoyo a la paz con los judíos mordería el polvo antes de terminarse el café si cualquiera de los matones de Abbas estuvieran cerca.

La Resolución del Gobierno de la AP de 2010, números 21 y 23, formalizaba lo que la AP lleva haciendo mucho tiempo. La Autoridad Palestina tiene miles de palestinos en nómina que están cumpliendo condena en prisiones israelíes por cargos relacionados con el terrorismo. Los terroristas también pueden hacer que sus cheques se envíen a sus familias. Para las personas que viven en la pobreza, este es un gran incentivo para cometer actos terroristas.

Un padre palestino cuyo hijo adolescente no haya arrojado rocas a soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, roto un parabrisas israelí o intentado apuñalar a un judío es acusado con frecuencia de ser un colaborador israelí. Los palestinos que ya deben su subsistencia a la dictadura de la OLP saben que serán empujados a actuar cuando sus líderes crean que hay que castigar a los judíos. Aquellos que todavía no están en nómina saben que pronto lo estarán si sobreviven a un ataque contra judíos y terminan en una prisión israelí.

No todos los palestinos dependen de Hamás o de la OLP para obtener ingresos o su sustento. Aparte de los muchos palestinos que trabajan en Israel, muchos de ellos en Cisjordania ven el futuro con esperanza al trabajar en asentamientos israelíes. Más de 20 000 palestinos trabajan en los asentamientos regularmente, y hay miles de personas más que trabajan sin permisos.

Aunque el empleo de los palestinos en los asentamientos judíos ha sido criminalizado por la Autoridad Palestina, hasta ahora ha habido pocas acusaciones debido al devastador desempleo y pobreza en Cisjordania. Así, el dinero de los asentamientos judíos llega a Ramallah a pesar de la oposición de la AP.

Hasta ahora, la Autoridad Palestina ha gobernado la ruina del pueblo palestino. Fatah despilfarró y robó miles de millones en ayuda extranjera en lugar de gastarlo en los palestinos a los que iban dirigidos. Hamás y Fatah existen para el beneficio de los líderes de esas organizaciones, no para el pueblo palestino.

Quizá la mayoría de palestinos dirán que ya es suficiente y verán que es mucho mejor vivir en paz con los israelíes que recibir órdenes de la Liga Árabe. Con el tiempo, se cansarán del terrorismo y cuando los palestinos estén hartos del asesinato de judíos y de las duras medidas de las fuerzas de seguridad israelíes, los palestinos verán a la OLP y a la AP como realmente son: tan solo un puñado de matones criminales.

Unos cuantos israelíes podrían seguir apoyando la continua dictadura de Abbas, pero los palestinos que aman la paz darán un paso al frente cuando Israel disuelva organizaciones terroristas como Hamás y la OLP. Los palestinos se merecen un líder que desee construir un futuro próspero para los palestinos en lugar de desviar el dinero a su propia cuenta bancaria. Se merecen un líder que desee construir un futuro compartido y próspero con Israel.

Cuando los palestinos se den cuenta finalmente de que no abandonaremos la tierra que hemos llamado nuestro hogar durante 4000 años, quizá un número mayor de ellos aceptará convertirse en israelí. Esta es la mayor pesadilla para Hamás y para la Autoridad Palestina. Cuando suficientes palestinos se enorgullezcan de ser israelíes, Hamás y la OLP ya no podrán imponerles su agenda.

Una economía palestina construida sobre el terrorismo y la extorsión no puede sobrevivir para siempre. Después de todo, como señaló Hawala Jaber, los árabes y los judíos viven en Jerusalén a pocos pasos cruzando la calle. Son vecinos. Con el tiempo, las espadas se transformarán en arados para trabajar juntos. ¡Ojalá esto suceda rápidamente y en nuestros días!

Mandato de Yoeli: Deja tu marca, supón una diferencia para el bien y haz lo que te corresponde para asegurarte de que ellos nunca devoran de nuevo a Jacob o hacen un desecho de su morada.

Yoeli Kaufman obtuvo su título de grado (B.A.) en Cultura e Idiomas del Cercano Oriente en la Universidad de Indiana y, luego, trabajó como traductor de árabe para el Servicio de Inteligencia Militar de los EE. UU. Obtuvo su título de máster de la Universidad Temple en Administración Educativa. Como fundador de los Amigos de Israel de la Costa de Oregón, Yoeli es un defensor apasionado de Israel.

Original in English: http://www.jpost.com/Blogs/Standing-Against-the-Wind/We-Refuse-to-Be-Raped-Anymore-434770

 

 

Acerca de Yoeli Kaufman

Yoeli Kaufman obtuvo su licenciatura en Lenguajes y Culturas de Oriente Próximo y después trabajó como analista y traductor de árabe para la Inteligencia del Ejército de EE. UU. Realizó un Máster en Administración Educativa en Temple University de Filadelfia. Eli escribe ahora con regularidad para el Diario Judío México, el Jerusalem Post, y el Times of Israel.

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