Los que viajamos en metro más frecuentemente vemos estos pequeños y a veces bastantes grandes locales donde todo es de 3.00 pesos o una cantidad cercana, también los hemos visto en la calle, hace años por Insurgentes había una que vendía productos de plástico, de hecho en mi casa se siguen utilizando dos moldes donde se queda la comida de los cuyos y el pollo del perro.
Todavía hay vasos de plástico para el licuado o pequeños vasos para el jugo, su origen viene de hace siete años, Francisco Rodríguez de la Mora, director general de Franquicias de Alto Consumo piensa que su éxito se debe a un esquema diseñado para soportar la crisis y es rentable en una época con tantos problemas económicos, estos productos baratos a un solo precio satisfacen sus necesidades.
Cuando la economía es positiva hay más inversionistas en una franquicia de este tipo, en 2005 se ofrecieron todos los productos a tres pesos, ahora hay dentro de plazas o centros comerciales.
Este producto no por ser barato, son de mala calidad, son tres marcas: Tiendas de tres pesos, Baranos y Chissa, con 500 unidades en todo el país en una generación de mil 200 empleos, el año pasado fueron finalistas en el concurso mundial de mejor franquicia del año, compitieron con Subway entre otros.
Las ganancias deja de 15,00 a 18.000 pesos al mes, la inversión es recuperada en 8 meses, podemos encontrar desde platos, vasos, plumas, pasadores, diademas, es decir el cuidado de nuestro pelo, monederos, etc.
Sin que todas las tiendas pertenezcan a estas marcas, por un lado crean empleos, ayudan cuando los salarios son muy bajos y cubren necesidades básicas.
El siete es número de buena suerte en la comunidad judía, deseo que sigan por muchos más.
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