Oye papá…

-Oye papá –dijo la pequeña mientras su padre terminaba de rascar la pasta quemada de la olla y ponerla en su plato.

-¿Sí hija? –contestó él, trayendo la comida para los dos.

Dalia olió la pasta y supo que su padre era un desastre en la cocina, no que nunca antes lo hubiera pensado. Fingió que comía un poco y luego le preguntó:

-Entonces, ¿de dónde vienen los bebés?

Su padre se atragantó un poco y se apresuró a tomar de su vaso de agua. Después, al recuperar el aire, la dijo:

-¿Disculpa?

-Sí, ¿de dónde vienen los bebés?

-Este… -dijo mientras pensaba en cómo evitar el tema. No podía entender de dónde provenía la curiosidad de su hijas de siete años por saber sobre este tema.

-¡Cuéntame! –le pidió su hija.

-Muy bien, existe un animal llamado cigüeña… -pero fue interrumpido por su hija:

-Sí –dijo riéndose:- no puedo creer que algunos padres la usen como escape para hablar del tema. Estuve investigando en internet sobre ese animal y para nada, no sirve para eso.

-Aha, eso era lo que te quería decir –dijo él riendo nerviosamente:- ¿por qué no esperamos a que llegue tu madre para que podamos hablarlo los tres juntos?

-No, quiero saberlo ahora.

-Pero…

-¡No!

-Bueno está bien, hay unos campos llamados “Bebe-flor”. Los papás toman una semilla y la plantan en un espacio que les es asignado en el campo. Las madres la riegan con una pócima mágica que solamente ellas pueden hacer y cada día tienen que ir a hablarle a la semilla y pedirle que crezca, también regarla con nutrientes y diferentes vitaminas para que se pueda ir desarrollando. Tiempo después, sale una flor como de este tamaño –dijo su padre formando con las manos una esfera mediana:- y a los nueve meses se abre y sale un bebé.

Dalia empezó a reír:

-¡Por favor! Otro típico pretexto. Busqué en internet…

“¡Maldito internet!” pensó él “pero esta vez le contestó todas”.

-… y no puede ser que vengamos de ahí.

-¿Qué significa tu nombre cariño?

-¿Cómo que qué significa? –dijo la pequeña.

-Sí, no sé si lo sepas pero Dalia es una flor. Puedes buscarlo en internet si quieres.

-Pero de todas formas sigue siendo ilógico que hablarle a una semilla funcione, ó que regarla con esas cosas la haga crecer.

-Busca “terapia con la voz” y “vitaminas y nutrientes”, verás que no te miento.

La niña se quedó callada. Entonces se paró de la mesa y le dijo:

-Gracias papi –mientras le daba un beso y salía corriendo hacia su habitación.

El padre se alivió al pensar que ya se había librado del tema, pero lo que el no sabía era que su hija estaba en la computadora confirmando todo eso y que muy pronto volvería para decirle que no era verdad. Lo que ella no sabía era que su padre desconectaría el internet por un tiempo y lo que su papá no sabía era que ella iría a buscar en libros para poder regresar una tarde y preguntarle:
-Oye papá.

-¿Sí cariño?

-¿Te explico de dónde vienen los bebés? Porque creo que no tienes la menor idea.