No es lo Mismo Pederastia o Pedofilia que Amor
El divorcio, la unión libre, y finalmente la homosexualidad, son una serie de temas tabú para que muchas religiones y sociedades, que los condenan ya en pleno siglo 21.
Temas difíciles de tratar, pero situaciones más complejas de vivir para tantas gentes, que aún luchan por establecer más que sus derechos, su respeto y el respeto de los demás hacia ellos.
Hace 30 años parecía muy lejano o casi imposible que se legalizaran, permitieran, o se vieran con mas o menos buenos ojos, las uniones de individuos del mismo sexo.
Sin embargo, era un “mal necesario” que se vivía, y se vive todavía en poblados pequeños, donde la censura es mucho más grande.
Bien reza aquel dicho, de qué “Pueblo Chico, Infierno Grande”
https://www.youtube.com/watch?v=b-8MMBvc10s
Aunado al pueblo chico, y a la relación prohibida de la época, viene todavía otro hecho totalmente condenado; es que uno de los integrantes fuera menor de edad, aunque fuera por poco tiempo.
Joven hijo único de un matrimonio progresista, quienes reciben en su casa de la provincia italiana a un investigador estadounidense para pasar el verano en medio de estudios junto con el padre del muchacho.
El muchacho, de 17 años, es el encargado de mostrarle las bellezas de los alrededores. mientras que el hombre joven de 24 años, proveniente de Nueva Inglaterra, se encarga de despertarle otros intereses…todavía “dormidos”.
Dos personas nativas de lugares muy diferentes, pero al fin y al cabo, donde sus respectivas comunidades no ven con buenos ojos este tipo de amor.
Pero más allá de sus propias comunidades, están las de los lugares per sé.
¿Qué puede suceder?
¿Quienes ven, pero no saben?
¿Quiénes comparten el “secreto”?
¿Quienes comprenden o pretenden comprender?
¿La propia comunidad judía, y familiar?
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Historia ubicada hace 30 años, en 1988, cuando las circunstancias eran difíciles, eran prohibidas… eran prácticamente imposibles.
Los dilemas son acatar, permitir, prohibir, o simplemente VIVIR, y decirse “Llámame Por Tu Nombre”.
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