Cuando de momento nos enojamos, nos irritamos, al fin y al cabo vamos con quién creemos que nos pudiera escuchar, al fin y al cabo ponemos a dieta a nuestra cartera.
En muchas ocasiones se prestan a escucharnos y otras hasta nuestro interlocutor nos hace más que perder la cabeza de escuchar siempre lo mismo.
¿Lo mejor es sentar cabeza aunque nos las magullemos por un rato?
Artículos Relacionados: