El viaje de jóvenes israelíes a Polonia conforma una de los emprendimientos principales del sistema educativo israelí en torno a la enseñanza y preservación de la memoria histórica del Holocausto. Los viajes se celebran durante todo el año. En la semana en la que se recuerda el día del Holocausto y Heroísmo, se celebra la Marcha por la Vida en la que toman parte jóvenes israelíes y judíos del exterior, así como representantes del Ejército y el Estado de Israel. Cabe señalar que durante el año amén de las antedichas delegaciones juveniles, visitan Polonia igualmente representante de distintos colectivos de la sociedad israelí: ejército, estudiantes y organizaciones obreras.
El viaje insume una semana e incluye la visita a los campos de exterminio y de trabajos forzados así como visita a los grandes centro judíos del pasado ubicados en ciudades como Varsovia, Cracovia y Lublín. A este emprendimiento lo precede una cuidadosa preparación de los guías y alumnos y cuando finaliza se extraen y analizan las conclusiones del caso.
Las edades de los alumnos que conforman las delegaciones oscilan entre 16 y 18 años de edad y pertenecen a las clases superiores de la Enseñanza Secundaria. A ellos se acoplan entre otros, sobrevivientes del Holocausto quienes relatan sus vivencias personales en los espacios pertinentes.
Estos periplos comenzaron el 4 de abril de 1965 por iniciativa de Freida Mazia, integrante de la organización clandestina judía polaca durante en la Segunda Guerra Mundial, quien lanzó la idea de los viajes a Polonia luego de participar en Varsovia en un acto en el que se conmemoró veinte años del Levantamiento del Gueto de Varsovia. Este emprendimiento se interrumpió inmediatamente después de la Guerra de los Seis Días al cortar Polonia relaciones diplomáticas con Israel pero se reanudó en los años 80 al culminar el período soviético. La estimación es que cada año más de diez mil alumnos realizan este periplo. Según la Central de Estadísticas de Israel del año 1999, 56% de los colegios judíos de Israel participaron en este evento en tanto que desde 1988 más de 300.000 alumnos hicieron otro tanto.
Pauta de la trascendencia de este tópico, es que desde un principio, estos periplos fueron seriamente cuestionados desde una perspectiva educativa, psicológica, sociológica y antropológica. Es precisamente en este espacio en quiero detenerme y abordar las dos posturas, es decir tanto de las que apoyan este emprendimiento así como los que lo cuestionan categóricamente.
Entre quienes lo respaldan, cabe señalar las siguientes consideraciones:
- No hay otra opción para comprender la Holocausto en toda su dimensión, sino a través de la vivencia directa, de la presencia en el lugar de los acontecimientos . Imposible alcanzar este propósito a través de la enseñanza impartida desde Israel o visitando referentes recordatorios en Israel
- Contribuyen a acrecentar la conciencia de la trascendencia de Israel en tanto estado judío independiente y democrático, su sensibilidad por los derechos humanos, todo ello previo al enrolamiento al ejército de los alumnos.
- El periplo fortalece la identidad judía e israelí de los alumnos y su relación con el Estado y sus valores, acrecentando su vocación de servicio
- Configura una oportunidad de acceder al conocimiento de mil años de vida judía en Polonia y de la rica creación diaspórica.
- Tanto los alumnos como sus guías atraviesan un largo y sustancioso proceso de preparación previo a los viajes bajo la égida del Ministerio de Educación y al finalizar, se extraen las conclusiones pertinentes.
Los opositores a este emprendimiento sostienen que:
- Estos viajes conforman una evidente distorsión. En la tradición judía se asciende de la Diáspora a Israel, en tanto que en este caso se opta por la vía inversa.
- El énfasis recae sobre el Holocausto y la destrucción generando en los alumnos la condición de víctimas y en cambio se desconoce o no se pone suficiente énfasis en el rico bagaje de la tradición y culturas judías elaborado en la Diáspora. Precisamente, al conocer los alumnos este acervo, tomarán conciencia de la enorme pérdida acaecida y no sólo de vidas humanas.
- Estos periplos reconocen de hecho el fracaso del Sionismo o ciertas corrientes del mismo que al no ofrecer una identidad asentada en parámetros positivos y sólidas raíces, echa mano y recurre a facetas negativas de la opción diaspórica y al Holocausto. La respuesta es Jerusalén y no Auschwitz.
- La edad de los alumnos no se presta a este tipo de periplos, su preparación es superficial e insuficiente y en algunos casos esta constante se refleja en su conducta durante los viajes.
- Un estudio practicado evidenció la existencia de un trauma secundario en 13.5% de los alumnos del Colegio Secundario Tijón Jadash, originado un mes después de efectuada la visita a los campos de exterminio. Pauta complementaria que este tipo de visitas debe efectuarse en una etapa posterior en las vidas de estos jóvenes e imbuidos de una mayor madurez, por ejemplo cuando cursan su servicio militar o posteriormente.
- En este colectivo, afloraron otro tipo de reacciones. El Colegio Secundario Herzlía decidió que sus alumnos en lugar de viajar a Polonia , recorran Israel durante cinco días acompañados de distintos sectores de la sociedad israelí. El Colegio Secundario de Artes y Ciencias de Jerusalén decidió cancelar los viajes a Polonia desde el año 2008.En la red social rotulada Facebook, surgió un grupo denominado “opositores a enviar los jóvenes a Polonia” y de respaldo a padres que se oponen a enviar a sus hijos a los antedichos periplos.
Cabe por cierto analizar la contribución de este emprendimiento al conocimiento del Holocausto. Una encuesta realizada entre 430 alumnos de los años superiores de la Enseñanza Secundaria por el Instituto Masuá de Estudios del Holocausto del Kibutz Tel Itzjak, revela que los viajes a Polonia ocupan el tercer lugar en cuanto a fuente importante de conocimiento del Holocausto, lo anteceden el testimonio de sus sobrevivientes así como películas que abordan este tópico. Estudios complementarios ratifican de un modo u otro estos guarismos y acreditan que si bien estos periplos contribuyen al conocimiento del Holocausto de los alumnos, no configuran su único referente y fuente de conocimiento.
Finalmente, hay que considerar en este emprendimiento el matiz ideológico de cada corriente educativa de Israel así como la de sus instructores y guías. Habrán quienes acentuarán la singularidad judía de la tragedia, otros enfatizarán el signo universalista y finalmente estarán aquellos que acentuarán ambas facetas.
El tópico no sólo atañe a Israel, no sólo por tratarse del Holocausto, sino porque jóvenes judíos diaspóricos participan en la antedicha Marcha por la Vida y asimismo visitan Polonia frecuentemente cuando residen un año en Israel en el marcos de distintos programas educativos.
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