En nombre de mi familia y en el mío propio, quiero agradecer a la Comunidad BET-EL, a su Consejo Directivo y Comité Ejecutivo, por la honrosa distinción que tuvieron con mi padre Manuel Levinsky Zijronó Libraja al otorgarle La Zarza Bet-El 2010, por su destacada trayectoria en la vida judía de México.
Hoy estamos recordando a Manuel Levinsky. Su ausencia no ha sido ni puede ser total porque su presencia continúa siendo un fuerte estímulo para nuestra propia superación. Sus enseñanzas han sido tan valiosas que su imagen fluye imperecedera en todo el ámbito de las actividades, como en los diversos organismos sionistas, comunitarios y culturales en que se distinguió. Los que tuvimos la suerte de convivir con él, de comprender su fortaleza y nobleza de espíritu no podemos olvidarlo. Durante el año de duelo, recuerdo en múltiples ocasiones como personas se me acercaban a comentarme como sus vidas fueron entrelazadas con la de él, tu papá me enseño lo que es sionismo, tu papá me inculcó el amor al Estado de Israel, tu papá era nuestro líder cuando éramos jóvenes, tu papá me ayudó a tener una visión para ayudar a la comunidad; estos y otros ejemplos se repetían una y otra vez. Mi papá se distinguía por tener siempre una frase de aliento, un sabio consejo, un estímulo generoso y un elogio que inspiraban a las personas a seguir adelante.
Fiel a sus convicciones y motivado siempre por sólidos valores humanitarios Manuel Levinsky no dejó de aprender a lo largo de toda una vida que, invariablemente, cuando se tiene un espíritu como el suyo no es importante únicamente dar, sino darse a los demás. Se entregaba con pasión a sus ideales sionistas, comunitarios y culturales, involucrándose con todo su ser y con toda su energía; aún en el ocaso de su vida y estando enfermo escribió su último libro, o bien aún en su enfermedad y con su cuerpo debilitado tomaba parte en las peñas en idioma yiddish, porque era importante para el que no se perdiera esa parte de la cultura judía.
Como escritor social comunitario, escribió sobre temas que en su momento fueron muy controversiales en la comunidad, como el de los matrimonios mixtos, la drogadicción y la homosexualidad. Escritor inteligente, además de visionario e intenso; atrevido y decidido, pero sobre todo sensible. Sensible al sufrimiento humano, y a su compromiso personal para luchar con todas sus fuerzas para mitigarlo.
Mi padre, tuvo muchas inquietudes, vivía la pasión de lo que realizaba, comprometido con sus ideales, un ser perseverante y trabajador. Hoy la melancolía inunda la emoción de mi familia, y aunque existe un vacío, su recuerdo y ejemplo de vida llenan nuestros corazones e iluminan el camino a seguir.
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