Pety una mujer de ochenta y cinco años se encuentra en un salón de fiestas perteneciente a un club de la tercera edad. Esta preparando la fiesta de Chola quien cumple 90 años, ambas pertenecen a la OLEI (Organización Latinoamericana en Israel) de Herzelya.
Entra Chola.
Pety: Hola Chola, ¿cómo estas?
Chola: Apurada, ¿no ves?, si no hago yo las cosas nadie las hace, ¿y tú para que vienes tan temprano?
Pety: Si vengo temprano porque vengo temprano, y si vengo tarde te enojas y si llego a tiempo…
Chola: ¿Enojarme yo? No se porque dices semejante tontería, y apúrate en acomodar los platos, Ah! y no mezcles los rojos con los blancos, y los amarillos con los verdes, y los vasos altos son para café, los medianos para el vino y los naranja ponlos para los que toman mucha agua para ahorrarse la de su casa y dobla las servilletas, fíjate que no vengan pegadas, porque el presupuesto que nos da la OLEI es cada ves menor. ¿Y a donde vas?
Pety: Primero a tomarme una pastilla para los mareos que me estas causando, y luego a traer un papel con un lápiz para escribir tus instrucciones que son complicadas.
Chola: Que complicadas ni que nada, es que ustedes no son responsables, ni ordenadas, mezclan todo, por eso mañana mismo vengo temprano en la mañana a acomodar el armario. Ah! Y hablando de papel, pon varios rollos en los baños, acuérdate que a nuestra edad nos pasamos más tiempo ahí que en el salón.
Pety: A propósito no dijiste hace unos días que te retirabas de la mesa directiva y que no contábamos más con tu ayuda?
Chola: ¿De qué hablas?… Por supuesto que me retiré.
Pety: Entonces ¿por qué estas acá acomodando todo y también sigues yendo a las reuniones?
Chola: Y ¿qué quieres que haga?, si ustedes sin mi no saben hacer bien las cosas, y si dejo de ir a las juntas, mi silla, y mi puesto lo va a ocupar otra. Dime Pety, ¿acaso te molesta mi presencia?
Pety: ¿Cómo crees? Al contrario, lo que no entiendo es que por un lado renuncias y por el otro…
Chola: Y por el otro lado soy como los políticos, defienden la silla aunque renuncien al puesto.
Pety: No te entiendo nada.
Chola: Tú nunca entiendes nada y deja de doblar las servilletas como barquitos, que ya pasamos por el jardín de niños.
Pety: Hablando de niños, ¿ya no les haces comidas a tus nietos?
Chola: Bueno, ya deje de hacer esas grandes comidas, ahora las hacen mi nuera y también mis nietas. Yo solamente les llevo cualquier cosita cuando voy.
Pety: ¿Cómo que?
Chola: Para la nuera, pie de manzana, para mi hijo knishes de papa, para mis nietos milanesas, papas fritas y puré, para mi hija soufflé de queso y de brócoli y por supuesto un buen pastel de fresas con queso.
Pety: Y ¿entonces que hacen ellas?
Chola: Invitarme, ¿te parece poco? Y, ¿ya acabaste de doblar las servilletas?, Ya es tarde y me tengo que ir.
Pety: Pero ¿a dónde vas? Si hoy festejamos tu cumpleaños.
Chola: ¿Mi cumpleaños? Y ¿quién te dijo que yo cumplo años?
Hace mucho que deje de hacerlo, ahora solamente los disfruto.
Pety: Pues hoy, como todos estos muchísimos años que somos amigas, queremos festejarlo contigo.
Chola: De acuerdo, pero con una condición.
Pety: ¿Cuál?
Chola: Que no empiecen a dar mil discursos para recordarme todo lo capaz y maravillosa que soy.
Pety: De acuerdo, tú sabes que al final aquí en la OLEI, tú eres la que manda. Y que todos te queremos mucho, además querida amiga cumplir 90 años no es algo tan simple, y estar tan activa es un regalo de la vida.
Chola: Si amiga, mi familia, mis amigos y mi salud son lo mejor que me puede dar la vida, pero apúrate y déjame de estar haciendo la barba para que yo te organicé tu próximo cumpleaños…
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