-¿Y cuál es esta paz a alcanzar sino el conocimiento real? ¿Y cómo la alcanzaremos si nos oponemos a el?- pregunto Abraham tratando de hacer nítida la pregunta lo máximo posible. ¿Cómo haremos la paz con los Reptilianos si estos determinaron nuestro destino desde el principio y nos transformaron en seres dramaticos? ¿Es posible cambiar para bien y ver el bien absoluto en todo?
-Lo averiguaremos-.
El problema era complicado. De una cultura Edénica que se esperaba donde el hombre era feliz, la genética humana se había dividido: Cain Y Abel, connotaban dos hijos de la misma mujer, uno de Adam, pero uno… quizas… de Tuma, la serpiente del árbol del conocimiento, transformando a la existencia en una adivinanza.
Adan y Eva nacieron desnudos, perfectos, gloriosos, pero el cambio, hizo que vistieran ropas de piel, que se cubrieran y sintieran vergüenza y frio, que pensaran que la multicultura era un posible cubrimiento de este repentino pudor zagas.
-Los Sabios de Israel estudiar meticulosamente el tema, y llegaron a conclusiones, que las “Vestimentos” que adquirieron estaban vinculadas a su mismísima “Traicion”, “La Traicion se convirtió en una Tradición”. Estar vestido denotaba traicion, haber traicionado la confianza en Dios en el paraíso, haber comido de la manzana de la sabiduría. Esto seria grave de no ser porque debe ser interpretado como un texto místico, un código de dulzura. Solo varios siglos después, llego Elihau el profeta, Elias, a tratar de dilucidar y resolver el problema del codigo, y escribir una plegaria, hablando sobre la salida del Sabado, el Shabbat, declamando que había que disfrutar en este de todas las manzanas. Es decir, dio la orden, para superar este temor o miedo a la sombra, comer de todas las manzanas del universo, y convertir a todas en un manjar de dulzura y placer, y amar a cada una de ellas, símbolos de Dios, de luz, de conocimiento, de progreso, de desarrollo y futuro, de humanidad, y finalmente en la Kabbalah, de espiritualidad, hasta convertirlas en símbolos de la Tora en Rosh Hashanah y Simja Tora- las fiestas de la Tora- donde se mezclan las manzanas con miel y azucar- termino de conferenciar David.
Por ello había amado la ropa de firma, los símbolos de la manzana, y por ello sin embargo, al subir al trono, en Jerusalem, 3,000 años atrás, subir por las escaleras de Jerusalem desnudo. Consideremos que la desnudez es nuestro camino, el cielo nuestro cuerpo o mente, y la tierra nuestra vestimenta o pensamiento e ideas.
Sin embargo, Tuma, cambio esta direccion, creando un conflicto entre luz y oscuridad. Los Hijos de Eva, serian mitad luz, mitad oscuridad. A menos de que cambiemos estos pensamientos.
-Pero Rab… insistió Abraham- ¿Como haremos esto en Las Vegas?
Polanco ya no tenia nada que desear de Las Vegas, tenia las mejores tiendas de ropa: Zara, Berksha, Pull&Bear, todas las mejores, Pabellón Polanco, Plaza Polanco, y mas alla, Perisur y Perinorte, todo esoo en el corazón de la Ciudad de Mexico, el gran condon.
-La paz- contesto David- es la paz mundial e infinita, un mundo sin guerras ni armas, sin pobreza ni maldad, sin vergüenza ni odio, sin miedo ni dolor, y tenemos que traerla cuanto antes y hacer esto real, antes de que sea demasiado tarde y los nervios del cerebro exploten así como anuncia el Apocalipsis o el Final de los Tiempos. La paz es como ser un nudista sin temor a serlo, es como volar, es amor al Templo.
Tuma injerto la vergüenza en nuestras almas a través de la Madre Eva -la madre experiencia- y desde entonces perdimos nuestras alas y nos sentimos igual que ellos, anfibios. Si, sentimos dolor al nacer. Dolor al parir. Dolor al amar. Esa será la corrección en el Eden, cuando volvamos alla, en el mundo futuro o venidero.
Aun sin alas hemos podido volar, pero ellos lo intentaran evitar, de modo que construimos naves espaciales y alianzas en el universo. Nos encontramos con el mismo Da Vinci en Italia siglos atrás para ello. El dinero son las cadenas y el peso que no nos permiten volar en espíritu y ser felices en verdad, no nos permite saber la sabiduría de la desnudez espiritual. El dinero, de Tuma, es el espejo que lo distorsiona todo, por ello, nuestra salvacion, estará en depositarlo en el Banco del Paraiso. Banco del Eden. Namco de nuestras acciones espirituales. El hecho de pensar que el dinero tiene sentido y existencia central en nuestras vidas mas allá de Dios, nuestro Creador, nuestros ancestros, nuestra tradicion, es infinitamente incoherente. ¿No es eso Las Vegas? ¿No es lo que enseñan allí? ¿La pasión por el dinero en la incoherencia final?… Pues, debe ser la escena final.
Esta paz era el equilibrio, el equilibrio de la Fuerza, mas alla de las amarras y cadenas a las que se habían sujetado los humanos verdaderos, la armonía de la vida misma mas allá de la oscuridad del espiritu, nuestro espíritu glotón y anfibio, injertado en nuestros genes el dolor del parto.
“La paz solo será posible mediante un código genético que nos explique cómo comportarnos y rearmar las piezas del puzzle celestial”
-Necesitamos comprender que todo es bueno y positivo, y que en verdad no existe el mal, sino piezas que hay que armar- dijo David -Miremos en el universo, en el cosmos, en la génesis de nuestro hogar. La búsqueda infinita de un hogar.
-También Tuma fue creado por Dios. ¿O…? …
-No hablemos de cuestiones que no comprendemos, a menos de que tengamos pruebas. De ello trata la Tora, de vivir según las pruebas.
La Cábala ha descrito este proceso durante dos mil años, desde que el maestro Bar Yojai escribió su libro de Zohar en las cuevas de Meeron al Norte del Galil, La Galilea.
-La Tora es el código, la torre. ¿Lo comprendes?- dijo David-. Sin este código no hubiéramos llegado a la Tierra, es una torre de control, de donde salen las instrucciones, y sin este código no podremos sobrevivir en la Tierra, pues nos depara el caos y la ceguera, la desnudez falsa. Al perecer como raza en Jupiter y Saturno, y fallas en Marte y Venus, fuimos enviados a La Tierra, pero con una condicion, herederos, superdotados, a ver y comprender la verdad, aunque esta sea cósmica e infinita como el cosmos mismo, y aunque caigamos en las trampas de los universos paralelos y la ficción de mentes distorsionadoras, a pesar de todo, estudiar y obedecer un código, judíos y gentiles, fieles y herejes, todos juntos, la Tora y decir juntos contra Tuma: Jazak Veematz, “Fuertes y Valientes”.
-Comprendo, ¿Pero cómo podemos decodificar hasta su núcleo este código. ¿Quién lo escribió? ¿Cuándo?-…
-Entiendo tus preguntas, es el “Codigo de la Paz”, el “Ose Shalom Bimromav”, y las he de ir contestando, aunque poca importancia tiene, solo la Tora nos puede salvar, y hacernos comprender que hemos venido del cielo, de las estrellas, y he allí neutra génesis y denudez. Las estrellas no son un fondo de ficción de películas Hollywoodenses, Tuma nos hace pensar que lo son, las estrellas son nuestro alimento y ser cósmico, nuestra esencia vital y espiritual mas allá de las capas de nuestros ojos. Son nuestras gafas. Por lo mismo, debemos comprender que nuestro hogar esta mas allá de La Tierra.
Luego de la revelación en el Monte Sinaí, el llamado Dios Unico, dicto una serie de leyes al Pueblo de Israel y a la humanidad. Estas incluían las leyes de sirvientes; las penas por asesinato, secuestro, asalto y robo; penas civiles por daños, las leyes sobre préstamos y las reglas que gobiernan la conducta de la justicia en las cortes. También las leyes advirtiendo contra el maltrato a extranjeros; la observancia de las festividades en las diferentes estaciones y las leyes de las ofrendas de la agricultura que debían ser llevadas al Templo en Jerusalén; la prohibición de cocinar carne con leche; el precepto de orar y meditar, entre muchas otras mitzvot.
El Pueblo de Israel proclamo: “Haremos y escucharemos” todo lo que Dios nos manda. Dejando a Aarón y Jur a cargo del campamento Israelita, Moisés ascendió al Monte Sinaí y permaneció allí por cuarenta días y cuarenta noches para recibir la Tora. Un código que fue escrito en otra galaxia para salvar al universo. Para que este código se cumpla como profecía, Israel deberá vivir en paz en su tierra, la Tierra Prometida, la tierra que emana leche y miel, y los gentiles protegerla.
David ingreso en la computadora Edén en la Pathfinder mientras viajaban hacia el norte de México. Con su voz escribió el mensaje:
“Moises”
Recibió un mensaje en la pantalla.
“Area 51”
-Nuestras computadoras nos dicen que se podría encontrar en Nevada, en el Área 51- dijo el mensaje.
-No es tan sencillo, ¿comprendes? La primordial ley de la Tora es “Amaras al prójimo como a ti mismo”, la predico el mismo Yeshuah, para tratar de salvar a la humanidad, ¿y qué sucedió? Lo crucificaron en el madero. De modo que si esto fuera tan sencillo, entonces todos nos amaríamos a todos como si fuésemos un solo ser, un solo Dios, pero… ¿Por qué entonces Dios habría escrito: “Si vienesen a matarte, te levantaras a matarlos”? ¿Por qué? Porque hemos venido siendo aniquilados por movimientos reptiloides en nuestra propia Tierra-.
-Fuimos expulsados de Shabtai y Tzedek, por habernos matado y destruido, la computadora programo un nuevo destino, y fue germinado el germen del amor en nuestros genes. Tenemos esperanza en esta generación. Lo podremos lograr si germinamos la paz.- continuo David.
“La Tora es el código Jedi para traer la paz al universo”.
“No hay emociones, solo hay Paz”
-¿Entonces que debemos hacer?- pregunto Abraham.
David saco un arma secreta y cósmica de su asiento:
-Preparate para la fiesta-!!
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