Abraham había estudiado con un discípulo de Umberto Eco, Alfredo Troncoso, su profesor de Comunicaciones: Teoría de la comunicación. Abraham comprendió, no solo en teoría, sino en la práctica que el mundo estaba dividido en Apolíneos y Apocalípticos. Los Apolíneos veían todos con lentes de armonía, integración, festividad, los lentes del vino que lo unen todo, también les llamaban: “Integrados”. Mientras que los Apocalípticos esperaban el Día del Juicio y se regocijaban en la idea del castigo sobre la raza humana, eran como Drácula y revoloteaban en la crítica y el juicio a los demás en nombre de sus valores religiosos y de su Dios.
Abraham deseaba hacer una película sobre el Uno, sobre como todo el mundo es parte del uno, todos los seres humanos como fichas en el mismo tablero, y por lo mismo reflejar la festividad y alegría, éxtasis y clímax era parte de la naturaleza del reconocimiento de los demás, mientras que Sara preferiría un guion artístico, cine de arte, en donde se hallaran y expresaran las fallas y miserias humanas.
Los puntos de vista eran diferentes.
Paradójicamente ambos coincidían en la frase de la canción de Bárbara Streisand:
“Gente…gente que necesita gente”.
La única diferencia es que Abraham consideraba que había que ver a la gente como amigos, aliados, seres elevados, seres del cielo, mientras que Sara veía las limitaciones humanas y terrenales, mismo motivo que movía a los humanos a convertirse en artistas en busca de su lado creativo.
-En verdad quizás todos comenzamos nuestro viaje en el dolor y la soledad, pero no tiene porque así, eso es lo que desean los políticos, que nos veamos como competidores y asesinos.
-No importa cuál es el motivo- contestaba Sara- aún no hay motivo para celebrar.
Abraham consideraba que las palabras no únicamente narraban ficción, o enviaban un mensaje como un mensaje bonito y conmovedor, sino que el tema era mucho más profundo, las palabras no solo comunicaban, sino que programaban a hombres como hormigas en un hormiguero. La comunicación en realidad era una forma de programación del cerebro humano y el futuro. Mientras que Sara pensaba que la raza humana era sumamente imperfecta y primitiva, y era injusto celebrar mientras que había millones de seres humanos, especialmente niños, quienes aún sufrían de toda clase de abusos e ignorancia, incluso de mortalidad.
Abraham pensó que si hacían una programación positiva esos niños serian felices, y en lugar de observar la miseria observarían el infinito, mientras que Sara pensaba que el infinito era una utopía y lo único que valía eran las actitudes del instante.
-No hay motivo para celebrar?- insistió Abraham- solo mira la Creación- mira el universo, el cielo, los planetas, las estrellas, el sol, el cosmos, la atmosfera, mira la naturaleza, la tierra y el mar, los árboles y las flores, es todo hermoso, es un canto a la vida, como podemos no cantar junto con esto nosotros mismos? De eso estoy hablando… de cantar y bailar.
-Lo que yo veo es diferente Abraham, es verdad que la Creación es un poema, pero mira lo que los hombres están haciendo con ella, la naturaleza está en camino a su destrucción, la contaminación de cielos, ríos, mares, la extinción de especies animales, y lo más triste de todo, el trato de seres humanos a otros seres humanos: la explotación, la manipulación, la guerra, y todos jugamos este juego. Tus mensajes parecen mensajes de Facebook.
-Sara, este es el juego humano, no hay nada que hacer, por ello queremos hacer una película, justamente por ello, para transmitir un nuevo programa de felicidad. Además todo es relativo, tú hablas sobre la extinción de las especies, yo hablo de que debajo de la superficie del mar, en las profundidades del océano, hay más criaturas que sobre la superficie de la tierra.
-Quieres dar un mensaje de felicidad? Un mensaje positivo realmente? Que te parece si comenzamos por darle empleo a millones de personas. Empleos para que las familias y sus individuos puedan sobrevivir, y puedan traer el sustento a casa cada mes. Que te parece si comenzamos por crear familias funcionales?
-Pero no somos políticos.
-Nuestro mensaje es político.
Abraham conmovido casi derramo una lágrima, pero la reprimió. Había llorado en decenas de ocasiones en las oficinas de Asistencia Social donde pedía, bueno… exigía, la tutoría legal de su hija.
-En eso estamos Sara, estamos escribiendo este guion de cine, que además de darnos empleo a nosotros y un sueldo potencial, también daremos empleos a otra decenas de personas, artistas, tu sabes que los artistas a veces son muertos de hambre. Hay mucho dinero allá afuera, solo hay que encontrarlo como una excavadora en la mente de los millonarios.
-O como en la película Incepcion, tú sabes… entrar en sus sueños.
Abraham y Sara, Sara y Abraham, ambos hablaban de una forma de vida compleja, pero sin las drogas. Ambos habían sido víctimas de las drogas. Hablaban de la creación de comunidades en la naturaleza, como lo habían sido los Kibbutzim, pero junto a la agricultura light, se trataría de comunidades de artistas de la aldea global, comunicadores, cineastas, diseñadores, programadores y microagricultores.
-Para poder ayudar a los demás, primero tenemos que ayudarnos a nosotros mismos. Si no soy yo para mí, quien es para mí?
-Sí, pero si solo pensamos en nosotros mismos, estamos destinados al fracaso, tenemos que pensar e interactuar con los demás. Si solo soy para mi…que soy?
La realidad era que Abraham y Sara no podían seguir actuando como consumistas si deseaban cambiar al mundo. El juego, pues, así comenzaba, como en un juego virtual, cada vez que se portaran como consumistas perdían puntos a los ojos del Señor, en cambio, cuando pensaban en la meta y el propósito, avanzaban.
-No estoy del todo de acuerdo Sara, no hay porque demonizar la realidad, el capitalismo, el consumismo, no son en sí malos. Si viéramos la semiótica de las firmas y las marcas es fascinante. Se trata de un mundo de creativos, se trata de un mundo que imita la realidad superior. El comunismo y sus ideales comunes fueron a la bancarrota.
-Te sorprenderás pero aún existen los socialistas, los idealistas, los utopistas. Aún existe el ideal de los trabajadores y los obreros!
Abraham rio a carcajadas.
-Suena a una anacrónica total. No sabía que aun tenías ese lado romántico.
Sara se sonrojo.
-Ser un trabajador o un obrero hoy en día es un privilegio. Mira cuantas millones o millares de personas en el mundo están desempleadas- inquirió Abraham- incluyendo nosotros.
-Te sorprenderás que los obreros aún tienen sus ideales, es decir, su corazoncito.
-Sí, sustituir a los ricos, tener televisiones plasmas, ganarse la lotería, viajar a las Vegas, comprar un Porsche, tener un condominio en Florida, hacer un viaje en crucero al Caribe. Sí, todos tenemos nuestro corazoncito.
-Entonces que somos nosotros?
-Para los que no nos conocen es hora de decirlo, el pueblo judío somos y estamos involucrados en todos los proyectos de la raza humana, incluyendo Facebook. Fuimos líderes del comunismo y somos líderes del capitalismo. Fuimos líderes de revoluciones y somos líderes del stablishment. Somos y estamos a favor y en contra de todo. Pero… estudiar semiótica cambio mi punto de vista. No existe el mal realmente. Todos los seres humanos somos parte de un todo que aparentemente es incongruente.
-No existe el mal Abraham? Cuando niños son abusados por sus padres, cuando gente es explotada, cuando hombres son torturados, no es eso el mal? No existe el mal? Cuando los políticos mienten y ocultan, no es eso el mal? Cuántas mujeres no han sido violadas y maltratadas? Y los secuestros?
-Claro, estamos a favor de los derechos humanos, pero no a favor de aquellos que están a favor de los derechos humanos para estar en contra de los derechos de ciertos humanos. Es complicado. Creo que lo podría resumir así, el bottom line, estamos a favor de todo excepto de la violencia, y a la violencia cualquiera sea su rostro y cara, venga de quien venga, ya no le llamaremos más violencia, a partir del Once de Septiembre le llamaremos “terrorismo”.
-Ahora me puedes decir que tiene que ver el terrorismo en nuestra película?- pregunto Sara inquieta tratando de dominar la situación- Y porque esperaste al Once de Septiembre, porque no hablas de la Plaza de Tlatelolco que sucedió aquí en nuestro patio trasero.
-El terrorismo no tiene que ver directamente con ningún evento particular, aunque lo hay en todas las facetas de la vida y naciones, y más aún, proviene de
nuestro interior. Los Cabalistas le llaman “La Fuerza”, la misma fuerza de la que hablaron en Star Wars, te acuerdas?… “Que la Fuerza te acompañe!”. Con esta fuerza fue creado el universo. Es decir que llevamos una Fuerza en nuestro interior como el fuego, una cantidad de energía, y de nosotros depende en que la convertimos, y por ello yo digo que hay que convertirla en vida, creatividad, alegría, festividad, unidad, celebrar la existencia, dar gracias por todo.
-Pero que eres, un maestro, un filósofo, o un cineasta?
-No lo sé, quizás de todo un poco. Quizás también podría ser un mesero en un universo paralelo.
Abraham y Sara caminaban en Mazaryk entre Musset y Oscar Wilde.
-Demuéstramelo- dijo Sara riendo-. Mira, allí en Kleins, hay un letrero que dice que solicitan meseros.
-Mira y aprende- dijo Abraham con una sonrisa.
Abraham entro a Kleins ajustando sus pantalones y pidió hablar con el manager. El Sr. Bernardo, el gerente, salió y hablo con Abraham con su camisa blanca de algodón Jart y su corbata Navy de lana roja con puntitos plateados.
Abraham salió de allí con una sonrisa en su expresión, moviendo la cabeza al ritmo de la música Hip Hop en su nuevo iPod.
-Y bien?- pregunto Sara- emocionada.
-Estás viendo un hombre nuevo! Soy el nuevo mesero de la colonia.
-Entonces cuando vas a tener tiempo para escribir el guion?
-Eso es lo que no has comprendido Sara, te lo he estado tratando de decir todo el tiempo, el tiempo es infinito. Entre menos rápido vayamos, mejor. Lo último que deseamos es cumplir nuestras metas personales, porque cuando las logramos, nos quedamos sin metas, y un anticlímax sucede, por eso hay que ir lento, lentos pero seguros, mira…es como comer, hay que aprender a comer lento para disfrutar, masticar lentamente, digerir, y finalmente disfrutar de la digestión.
-Así me gusta tu actitud. Que te parece si para celebrar vamos a beber algo al Hard Rock Café.
-Al Hard Rock Café será! En cuanto a las metas, estaba bromeando, el chiste es cumplir todas las metas y sueños de la raza humana, siempre y cuando sean buenas y positivas y deriven en la armonía de todos y cada uno de nosotros.
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