Tzedek y Shabtai habían estado en una batalla cósmica por varios milenios, por culpa de los reyes Reptiles, que estaban en sus células corrompiéndolas, evitando el crecimiento de sus cerebros, y despojándolos de toda sociedad racional y científica. No podría existir la justicia si no había paz total en el universo, ni paz hasta alcanzar la justicia perfecta, sino solo un grito al cielo.
Tzedek y Shabtai perturbaban a la Fuerza y al universo con un profundo dolor ancestral, que nadie comprendería jamas. Se dejaron tragar por la vorágine del caos que los llevo a su ultima autodestrucción sin introducción alguna de sabiduría divina. Pero entonces, el sabio Yaweh comenzó la busqueda, enviando a Adam al espacio, a navegar en busca de un nuevo hogar para una nueva raza.
-Al mismo tiempo, como en el Arca de Noé, según escrito en nuestra Biblia, Yaweh envió en la capsula del Génesis, una comunidad de células de animales y vegetales, que posteriormente servirían a Adam en su medicina y labor, así como sus sirvientes y alimentos, y a su mujer Java, cuya principal labor era fructificar. Dar frutos mediante el acto de reproduccion. No contaba con que Java contendría la inteligencia tambien, y una gran boca.
“Adam estaba jugueteando en el Edén, no sentía su desnudez, y era un chico de largas trenzas doradas con chispas plateadas, cuando llego, así se puso su cabello por el sol, como espigas de trigo y reflejos de brizna, pero con el tiempo se quemo y se convirtió en oscuro. Recibiendo la meditación de los arboles, oro y pidió a su padre genético Yaweh, mediante el conocimiento de un libro que recibió de un profeta, volver a ser el que era antes.”
Los enviados de Yaweh, -Raziel y sus ejércitos-, traicionados, llegaron finalmente mediante hologramas y gusanos de luz fraccionados como el el agua y el hielo, en burbujas de tiempo-espacio espacial y entre las ramas del universo quantico, a Edén, para salvar la vida de Adam e informarles sobre el paradero de Yaweh.
Yaweh y los espíritus de Tzedek y Shabtai, se convirtieron en información para conformar un futuro donde reinase la paz infinita y universal mediante la honradez de su código ancestro, los hologramas, la voz divina que posteriormente seria llamada “profecia” y la inteligencia cuántica y psicometrica, en lugar de un corrupto juego de ajedrez con los valores originales primitivos de los reptiloides.
-¿Y cuáles eran estos valores originales?- preguntando Abraham trato de integrarse en la controversia. ¿La Tora?…
-No únicamente la Tora, sino el motivo por el cual fue creado el universo: La absoluta y perfecta bondad y amor.
Los arboles no eran otros hologramas de oxigeno enviados por Yaweh, eran una nueva realidad. Estaban allí para proteger a Adam y a sus descendientes. Pero había dos tipos de arboles: los Pacificadores, y los Justicieros. Así dos tipos de ángeles envolventes que comenzaron a mezclar nuevamente a la raza humana. Los arboles Justicieros así se fueron mezclaron con el metal, el hierro, los minerales, y los flujos bajo la Tierra.
En ese entonces La Tierra era llamada “AriTrea” o “ArTea”: “Tierra de Luz”. Luego le llamamos “Terra”.
“En treinta y dos caminos volaba en el Edén, por encima de los ríos inferiores y superiores sintiendo la brisa del vapor y los chapuzones de agua caliente del rayo, que provenían de los soles, hasta que estos se unieron en constricción formando los mares mezclando la vida y la muerte, el fuego y la luz; la luna celosa que intentaría en el ultimo siglo destruir al sol, creando entre ellos una nueva guerra de dioses y ángeles, poderosos y humildes”
-Raziel-
-Así está escrito todo este libro, el Libro de Raziel, en códigos que parecen poemas como el Popol Huh de los ancestros de estas nuevas tierras donde vives.
Adam llevaba una pequeña formula en un chip mental mediante el cual crearía a las nuevas criaturas del nuevo planeta, llamándolos por nombres y programas, en este nuevo planeta, virgen, salvaje, natural, viscoso y húmedo, que no era para el sino un nuevo software, un juguete.
En esta fórmula genética estaban los códigos para crear las nuevas células –habitantes para el retorno de los espíritus-. Y de estas nacerían nuevos seres, los habitantes de Tzedek y Shabtai que habían perecido en las guerras de la galaxia, y volverían, para hacer la paz final, hombre-mujer, o para perecer y morir para siempre.
-Depende de nosotros, ¿lo comprendes?…- le dijo David en un tono paternal tocando su mano.
-Ahora comprendo, pero…-.
Yaweh, su padre, le advirtió que los arboles Pacificadores y los arboles Justicieros no se podían unir ni mezclar sino hasta recibir el Código de la Paz Infinita, el Código de la Tora cuando todas las semillas volviesen a ser una.
No se debían mezclas semillas ni células de comunidades distintas. No así lo pensaba Tuma, quien se dedicaba a experimentar con este nuevo ADN, y apareció como Menguele en los campos de exterminio.
Tuma creía que los dinosaurios tenían derechos de propiedad sobre los seres humanos. Que los humanos habían nacido esclavos.
-Los humanos no hemos probado ser mejores en ningún sentido que los dinosaurios, tenemos todas sus fallas y defectos genéticos, todo su salvajismo y horror por la supervivencia- dijo Abraham bromeando para tratar de agilizar la situacion.
-No es momento para bromas Ab- dijo David.
Tuma, el Lagarto Rey del Imperio Antiguo, la “Criatura Vieja” como o había llamado Elias, -Eliahu el Profeta-, en seguida supo los planes de Yaweh, y dio la orden de destruir a la raza de los Jupitenses y los Saturnianos, Tzedek y Shbtai, hijos del mal y el dolor eterno, y en especial destruir a los honorables ancianos de este nuevo planeta donde se habían reproducido por generaciones, a ellos y a sus familias, quienes se oponían fielmente a la batalla.
Tuma veía en la guerra un negocio, doloroso, pero productivo, una oportunidad para experimentar con sus planes y secretos salvajes, de dominio eterno, sobre los nuevos genes racionales y programados. Según Tuma, la vida original era mejor, sin cerebro ni pensamiento tan profundo como absurdo. Por ello los seres humanos inventaron el pensamiento abstracto.
Así devendería para la humanidad armas nucleares y estelares que se vendían a todos los bandos, sectas, religiones o naciones, pero esta tribu de ancianos sabios se oponían a la destrucción, a las armas y a los negocios, y tenían que pasar desapercibidos en los Templos o hablar de “leyes de desarmamiento” en senados y congresos. Los únicos lugares de pureza y de paz eran sus almas.
-Tuma tuvo que enviar un ejército de droides para matarlos a todos, a los ancianos, a los sabios, a los justos, a los pacifistas, y a todas sus familias. Estos ejércitos enfermos, reencarnaron generación tras generación en carne humana, como injertos. Hasta 1933, cuando apareció el líder mismo en Europa. Alemania-.
Todos fueron aniquilados, excepto Adam, y su hermana Java, aun en estado fetal, quienes fueron enviados con un disco tele transportador, Génesis, con un nuevo programa y misión, Sion, el programa Transbordador Uno, una capsula del tiempo y el espacio mental, con la misión de habitar un nuevo planeta con un código de honor trayendo la redención a las Galaxias, y buscando el sentido de la paz, el amor, la trascendencia, y extirpando el dolor y el sufrimiento para toda la eternidad.
Ahora solo quedaba una misión, evitar que Tuma descubriera AriTrea, pero no fue así. Y tomo siglos hasta que los dinosaurios se extinguieron, pero quedo uno, que entro en la secuencia en la llegada de Adam al Eden.
-Todo esta en La Biblia-.
-Según mis cálculos, se encuentran en Terra desde hace millones de años- dijo David. –Nos llevan millones de años de ventaja-.
-¿Qué haremos ahora Señor?- pregunto Abraham.
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