La reciente visita del secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo suscita no pocas preguntas. ¿Se origina en un sentimiento de nostalgia y afiebrada adhesión considerando las convicciones evangelistas que le modelan? ¿Es un gesto de solidario apoyo a la reciente ofensiva israelí contra puestos iraníes y sirias instalados en Damasco? ¿Llegó para escuchar la gratitud del gobierno de Netanyahu por la reciente normalización de las relaciones con Baréin y Sudán? ¿Y por qué consideró atinado visitar una de las colonias productoras de vinos localizada en zonas militarmente administradas por Israel?
Tal vez la respuesta alude a una verosímil intención de Bibi en el caso de conducir al país a una cuarta puja electoral. Si tal posibilidad toma vuelo – lo sabremos en las próximas semanas – la anexión formal e irreversible de las colonias judías localizadas en Judea y Samaria podría convertirse en una firme promesa de Netanyahu en el caso de ser favorecido en este torneo. Promesa que, ciertamente, deberá contar con el apoyo – elocuente o silencioso – de los países que recientemente suscribieron acuerdos con Israel y con palabras positivas del todavía residente de la Casa Blanca.
En cualquier caso, la apertura del 2021 conocerá algunos giros, y no sólo por las acertadas incursiones de Moderna.
Vino a su ultima visita, para no volver jamas. Visita provocativa, superflua y dañina.
Por supuesto es un gesto en apoyo de Bibi, ademas de un guiño a la base de el y su patron, los evangelistas y sus lunaticas ideas sobre el papel de Israel y los judios en “lo postrero de los dias”
David Livne
Rehovot
De acuerdo con David Livne sin olvidar que lo hace también para darle alas a su amigo anaranjado quien pretende haber ganado las elecciones con menos de 7 millones de votos y eso sin trampas.