Se podría decir que la violencia y desigualdad son un problema que aqueja prácticamente a cualquier parte del mundo, sea éste un sector desarrollado o no del mismo, sin embargo de acuerdo con el último Informe del Estado de la Región, Centroamérica presenta altos niveles de violencia que superan incluso a algunas zonas del planeta que se encuentran inmersas bajo grandes conflictos armados.
De acuerdo con lo que se expuso en el último Informe presentado por el referido Organismo el 3 de agosto en Ciudad de Guatemala, donde fueron evaluados los avances y retos desde el periodo 2010 al 2015 por parte de su Coordinador Alberto Mora, quien comentó que a pesar de que hubo una leve mejoría en los indicadores de esperanza de vida, además de los de mortalidad infantil, servicios de salud y educación; la recuperación económica obtenida pasada la crisis internacional del 2009, no fue lo suficientemente exitosa como para que en materia de Desarrollo Humano Sostenible se revertieran los paupérrimos niveles existentes.
Sin embargo, sin entrar a analizar las estadísticas, aunque Centroamérica logró reducir en términos generales sus tasas de homicidios entre el 2010 y 2014, aún sigue siendo la Región más violenta del Mundo, debido a la consolidación del narcotráfico y el crimen organizado, siendo la zona más violenta, con tasas de homicidios entre 500 y 600 % mayores que la de 10 por cada cien mil habitantes, nivel que las Naciones Unidas reconoce como un problema de salud pública.
Con lo cual la Región Centroamericana es la más violenta no obstante sin guerra, ya que las tasas de homicidios son mayores a las promedio que tienen países en el Sur de África con importantes conflictos internos de origen étnico político.
Además uno de los factores que atenta contra la reducción de la pobreza y desigualdad en Centroamérica, radica en el bajo nivel de inversión social que en términos generales registran la mayoría de los países, donde no hay una cobertura eficiente en educación y salud.
Por ello es importante resaltar que países con grandes conflictos bélicos como lo puede ser Israel, ya sea por diferencias territoriales, culturales o religiosas, sirvan de ejemplo en cuanto a sus niveles de inversión social, la cual supera por mucho a una parte del subcontinente centroamericano donde a pesar de su gran extensión y riqueza no se perciben grandes cambios en mejorar las condiciones de vida de su población.
Demostrando una y otra vez que aunque Israel vive constantemente asediado, se interesa sobre todo por sus habitantes brindándoles la mayor calidad de vida posible en cuanto a educación, salud e inversión, no solo económica, científica, sino también tecnológica además de combatir el terrorismo que tanto daño le ha producido desde hace décadas. (Especial para el Diario Judío.com de México)
22 08 2016
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