¿Por qué tenemos que marchar en la marcha del orgullo gay? Me preguntó mi hija, la mañana del jueves pasado. “Dicen que es peligroso, después de lo que pasó en la marcha del año pasado”. Tenemos dos opciones, le dije. Una es no ir, y la otra es ir para asegurar que podemos seguir viviendo en este país, de manera libre. Igualmente siempre muestran la marcha en Jerusalem como una marcha peligrosa. Asistimos, y con nosotros vinieron por lo menos otras 25.000 personas que pensaron igual que nosotros y millones que se quedaron en sus casas pero que apoyaron la marcha desde lejos.
La marcha de Jerusalem fue una marcha para la vida aquí en Israel. Fue una respuesta muy clara a aquellos que quieren que todos se porten de la manera que ellos dictan y fue una respuesta a los que piensan que tienen el derecho de decidir por los demás. Y si no deciden por lo menos usan palabras que abren la opción a dañar a todo el que es diferente o a los que apoyan que cada uno viva su vida.
Uno de los fenómenos más notables de esta marcha fueron los ortodoxos que caminaron en la marcha. Ellos, que estuvieron toda la semana antes en el foco de la polémica por negar la marcha, se dividieron en dos. Los que apoyan especialmente que la ortodoxia cambie la actitud frente la comunidad gay y los que quieren seguir negando la comunidad homosexual por sus preferencias sexuales.
En ese aspecto fue una marcha histórica. En general en Israel después de tanto tiempo que el gobierno está adelantando leyes que son problemáticas respecto a los valores democráticos, sólo con el propósito de seguir liderando, vino la marcha y levantó la cabeza de todos los que quieren cuidar a Israel como un estado judío-democrático occidental, que camina en términos de derechos humanos, avanzando y no retrocediendo.
Siempre, la pregunta es, ¿cómo queremos ver Israel en el futuro?, ¿qué imagen tenemos de esta aventura? Lo más fácil siempre es decir todos nos tenemos que respetar unos a otros. Eso es totalmente verdad. Pero la traducción Israelí a todos tienen que respetar a todos es: los laicos y todos los otros que no son ortodoxos, tienen que respetar a los ortodoxos.
Eso tiene que cambiar. Absolutamente TODOS, tenemos que respetar los unos a los otros.
Ayer se aceptó la ley en la cual el MIkve (baño ritual) pagado por el estado, no estará abierto para las mujeres antes de la boda, si se casan de manera reformista o conservadora. Quiere decir que los impuestos de los habitantes de Israel se usan para discriminar a los que no caminan en la línea ortodoxa. Esa ley es tan increíble que nos dejó a todos en shock.
Pero todavía la sociedad Israelí mantiene el concepto que hay que respetar a los ortodoxos y si eso dice discriminar a otros eso se hará.
Es un momento importante para todos en Israel y el judaísmo fuera de Israel, para mirar a los ojos de los líderes del estado y decirles: Nuestro apoyo ocurrirá nada más si cada uno en la manera que vive, que cree, y que interpreta su vida judía e Israelí será respetado y recibirá lo mismo que todos.
Llegó el tiempo a poner el fin a un monopolio que hace un gran daño al judaísmo, que hace que la gente vea el judaísmo como una religión y cultura negativa, desconectada, y especialmente cruel.
El judaísmo es una bonita religión, una cultura fascinante. Pertenece a todos los judíos sin necesidad que un judío le pida permiso a otro judío, para vivir su judaísmo según su camino elegido.
La Torá tiene setenta caras. Lamentablemente lo que nos muestran los que se creen son los dueños del Judaísmo, nos enseña su cara más fea.
El camino es largo y lo seguiremos también si hay momentos difíciles. En unas semanas veremos a los maratonistas en los Juegos olímpicos y aprenderemos de ellos que es correr a larga distancia.
Por eso le contesté a mi hija, que marchar la semana pasada en Jerusalén fue parte de nuestro Maratón en nuestro querido país.
Ya he mencionado en otras que me gusta este rabino y considero que tiene mucho valor siendo yo no creyente, secular, laico o como quieran mencionarlo. Si bien no he marchado en la marcha del orgullo he manifestado en el pasado el derecho de manifestarse. Considerando que mi nieto cumpliendo 13 años y residiendo en Jerusalem desee algo para su barmitzwa di el nombre a mi hija.
No nos equivoquemos, en Israel mandan los ortodoxos y por lo tanto no sorprende lo que escribe el rabino:
o tiene que cambiar. Absolutamente TODOS, tenemos que respetar los unos a los otros.
Ayer se aceptó la ley en la cual el MIkve (baño ritual) pagado por el estado, no estará abierto para las mujeres antes de la boda, si se casan de manera reformista o conservadora. Quiere decir que los impuestos de los habitantes de Israel se usan para discriminar a los que no caminan en la línea ortodoxa. Esa ley es tan increíble que nos dejó a todos en shock.