¿Prensa Vs Internet?

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Desde ya algunos años en casi todos los países del mundo, se nota la gran influencia que el Internet, con sus páginas web tienen en el público, sobre todo entre las generaciones más recientes. De ello surge la duda del retiro definitivo o desaparición del periodismo y los medios escritos que a través, de por lo menos dos siglos lo han engrandecido.

En la última revista “Letras libres” número 127, se trata este tema ampliamente con un título genérico de “Adiós a la prensa”, participando tres periodistas de diferentes países. El análisis que ellos hacen es muy amplio y abarca casi todos los temas, pero realmente al llegar a las conclusiones, ninguno de ellos puede dar resultados o vaticinios de mediano o corto plazo. Lo que si es una realidad es que muchos medios escritos han tenido que cerrar sus puertas ante una modernidad y altos costos que la prensa escrita genera y que antes cubría con facilidad mediante la venta de todo tipo de anuncios y avisos.

Sin embargo esta crisis, aún la prensa más fuerte se sigue sosteniendo ante una panacea electrónica de comunicación instantánea, surgida a finales del siglo pasado y que ha crecido en el presente siglo. Pero aunque no lo parezca esos tan sonados triunfos del progreso no dieron los frutos esperados y la eferversencia surgida sobre todo en los medios juveniles, por las facilidades que el Internet les brinda, ha resultado una moda que con el paso del tiempo se transforma pero con menor interés, pues muchos se han dado cuenta de la poca profundidad con que se tratan muchos temas en la web (generalmente encapsulados) que dejan sin tratar varios análisis que por lo general los periodistas y editorialistas de carrera efectúan y que al elevarlos a la página los excluyen por razones propias hacia un menor esfuerzo en la lectura. Esta costumbre de sintetizar todo, en muchos casos no transmite la metodología y esfuerzos desarrollados por los autores.


No hay que olvidar que la existencia exitosa de los periódicos se debió a que se integraban a la vida diaria de las poblaciones o naciones, constituyendo elementos valiosos en política, cultura y negocios. La formación de criterios de opinión mediante una prensa libre sirvieron de ojos frente a corruptelas de algunos gobiernos, abusos de ciertos gremios y alarmas en tiempo de muchos desvíos que podían desembocar en catástrofes; algo que el Internet, no obstante su rapidez y economía, no ha podido lograr por su falta de responsabilidad.

La debacle se ha sentido no sólo en el periodismo sino en general en toda la industria literaria, cuya época dorada y progresista al parecer ha llegado a una situación de serio deterioro, no obstante que respeta las bases y reglas profesionales para expresar las distintas verdades que personas o grupos trataban de concertar en sus páginas. Esta carrera entre la caída del “punto com” y el deterioro económico que ha surgido en la prensa escrita es verdaderamente lamentable pues hasta nuestros días resulta paradójico que se siga confundiendo en aras de un modernismo lo bueno y lo malo. Por otra parte se le ha dado más importancia a opciones de entretenimiento que al valor que puede contener una buena información; fenómeno decadente en varias temáticas y en varios medios como la radio y la televisión, que no obstante el aumento y calidad en el número de frecuencias a canales tiene una importante reducción de calidades que trata de cubrir con temas superfluos, degenerando incluso el buen gusto y el idioma de los radioescuchas o televidentes. Se puede considerar que a partir de los años 70’s y a mayor desarrollo tecnológico, ha sido menor la substancia y sus contenidos. No ha pasado mucho tiempo y las consecuencias es la falta de interés del público en campañas políticas, programas vacíos y hasta noticias de orden mundial.

De esta batalla se piensa no saldrán bien libradas ninguna de las partes, pues por un lado el sostener una prensa escrita mediante recursos públicos o privados, daría una prensa dependiente con mordazas de todo tipo para editores, escritores y público en general. De ahí que muchos medios incluyendo radio y televisión se han convertido en políticos, no sólo de partidos que desean el poder sino de los mismos empresarios que tratan de conseguir mayor poder e influencia. Esto por lo general siempre ha existido pero no en los grados de deterioro que ahora se notan.

Existen otro tipo de prensas de menor escala que también han sufrido los embates de falta de recursos y que verdaderamente sería un parricidio que comunidades de artistas, intelectuales, científicos o de determinadas étnias con su bagage de cultura, pudieran desaparecer, dejando a un lado los intereses que con mucho esfuerzo han tratado de dar a conocer y conservar por un legítimo orgullo de pertenencia, no obstante que editores y autores (sin ningún beneficio económico) se empeñan en continuar, tratando de ilustrar con sus mejores plumas todo tipo de temáticas, para beneficio de determinado grupo de lectores.

Esta aparente guerra económica tiene mucho más fondo, pues en ella se debate la responsabilidad y ética que la fuerza de la palabra escrita en manos de profesionales siempre se ha defendido, aún a costa de su integridad física o prestigio profesional.

Pienso como estos autores de “Letras Libres”, que la última palabra de este importante conflicto la tendrán los mismos lectores; lo importante es saber si para entonces las cosas no hayan cambiado tanto, que imposibilite dar marcha atrás.

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