Propiedad, seguridad y desarrollo

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Una de las trampas que se observan en casi todos los debates alrededor de las reformas que México necesita es atribuir todos los problema a ideas frases y conceptos que, por su generalidad, terminan explicando nada. Por ejemplo, creer que todos los males residen en lo que se llama el “modelo económico”, especialmente en eso que se llama peyorativamente “neoliberalismo”.

Bajo esta óptica simplista se afirma que los que los propietarios siempre explotarán a los desposeídos. De esa forma, prosiguen, se debe proteger a los pobres a través de la intervención estatal. Sin embargo la evidencia señala otra cosa: la propiedad individual es la base de la prosperidad. Al contrario, la simple provisión de apoyos sólo genera dependencia de los beneficiarios frente a quienes reparten las dádivas; perpetuando el ciclo de la pobreza.

Hace unas semanas la Alianza para los Derechos de Propiedad (PRA, por sus siglas en inglés) presentó su Índice Internacional sobre los Derechos de Propiedad (IRPI, también del inglés), donde mide la fortaleza de éstos en 129 países. Sirva esta oportunidad para hablar sobre la relevancia del tema por encima de atavismos ideológicos.


¿Por qué son importantes los derechos de propiedad?

Uno de los elementos más relevantes de la condición del ciudadano es la libertad y ésta sólo se puede ejercer a través del respeto vigoroso al derecho de propiedad. Gracias a esta garantía el propietario sabe que tiene un patrimonio base sobre el cual trabajar y construir. La experiencia muestra tiene un impacto directo en el crecimiento de un país y la prosperidad individual.

Los países de propietarios con derechos actualizados y un registro público eficiente son menos vulnerables al crimen organizado, toda vez que eso dificulta la adquisición de tierras de manera ilícita o hace más fácil identificar a quienes las compran o se adueñan de ellas a través de la coacción u otros métodos fraudulentos.

Para decirlo de otra forma las posibilidades para el desarrollo económico son mayores para quienes poseen derechos de propiedad legales y formales. Los propietarios pueden ser identificados por sus acreedores y deudores, así como comprar, vender, hipotecar, rentar, legar y transmitir su patrimonio. Esto además fomenta la responsabilidad de los individuos para su preservación y uso responsable.

De hecho una de las tácticas más exitosas para el combate a la pobreza es hacer a los individuos propietarios de los predios que ocupan. Gracias a ello, y como lo ha comprobado el economista peruano Hernando de Soto, comienzan a responsabilizarse de su patrimonio y romper con los esquemas y conductas que los mantenían en el atraso y la miseria.

El IRPI y sus conclusiones

El IRPI mide la fuerza de los derechos de propiedad física e intelectual en 129 países, y se realizó con el apoyo de 67 instituciones de investigación.[1] Se midió a través de 11 factores, los cuales se agruparon en tres áreas: I. Legal y Política, II. Física y III. Intelectual. Para los países que no son miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) se utilizó además un componente de equidad de género.

Los resultados permitieron agrupar a los países en cinco quintiles, que van desde aquellos que tienen derechos de propiedad más fuertes a los más débiles. Con el fin de invitar a su lectura, se presentan aquí sus tres principales conclusiones:

1. En promedio, los países en el quintil superior tienen un ingreso per cápita promedio ocho veces superior al de los países en el quintil inferior. En el primero el monto es de 38,350 dólares, encontrándose naciones como Finlandia, Suecia y Singapur. Al segundo le corresponden 18,701 dólares; en el tercero 9,316; al cuarto 5,065 y en el último 4,785. En esa categoría se encuentran Bangladesh, Brundi, Bolivia y Venezuela.

2. Los países con derechos de propiedad más fuertes tienden a presentar un ingreso per cápita promedio superior y atraen más inversión extranjera directa.

3. Los países en desarrollo con derechos de propiedad más fuertes disfrutan, en promedio, de un mayor crecimiento.

¿Qué pasa en México?

México se encuentra en el cuarto quintil, correspondiéndole una calificación de 5. En el área legal y política alcanza el 4.2, en la propiedad física 5.7 y en la intelectual 5.0. Ocupa el lugar 77 de los 129. ¿En qué estamos mal? A continuación, y sin el afán de ser exhaustivos, se presentan algunas razones.

La primera es que simplemente no hay garantías para la propiedad. El artículo 27 constitucional la permite, pero el Estado puede expropiarla por “causas de utilidad pública”, las cuales nunca se especifican. Esto proviene del constituyente de 1917, que representó una ruptura de la ley fundamental de 1857 en la medida que la última garantizaba plenamente los derechos de propiedad.

Como resultado el Estado usó su derecho de expropiación como instrumento de control político, favoreciendo a los cercanos y perjudicando a quienes se distanciaban. Gracias a ello se reforzaron los esquemas patrimonialistas.

Por otra parte tampoco existe un régimen único de derechos de propiedad. Junto con la privada existen varias modalidades de propiedad comunal, las cuales diluyen la responsabilidad en el ejercicio de la propiedad a un grupo; lo cual genera esquemas improductivos. Naturalmente eso favorece a dirigentes que usan la asignación de recursos como mecanismo de control político y creación de bases clientelares. Lo anterior se agrava cuando se tolera la invasión de tierras o predios por parte de líderes de base.

También es importante la debilidad de las instituciones: registros públicos de propiedad opacos, obsoletos y desvinculados; colegios notariales caros, opacos y morosos en casi todas las entidades; o catastros no actualizados. En contraparte es preciso señalar la casi nula conciencia que existe en amplios sectores de la sociedad sobre la importancia del tema.

El problema de la pobreza va más allá de un “modelo económico”. Es hora de hablar claro y empoderar a la población para generar ciudadanía. Quienes apelan a los grandes debates son los beneficiarios del actual estado de las cosas.

Invitación

El jueves 24 del presente se presentará el Índice Internacional sobre los Derechos de Propiedad a las 19 horas en la Casa Lamm (Álvaro Obregón 99, Col. Roma). Los comentaristas son Arturo Damm (analista económico), Alberto Saracchio (Director Ejecutivo de la Fundación IDEA) y Sergio Sarmiento (Presidente de Caminos de la Libertad). Quien esto escribe será moderador. Ahí nos vemos.


[1] Se le puede consultar en: www.propertyrightsalliance.org

Acerca de Fernando Dworak

Licenciado en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y Maestro en Estudios Legislativos en la Universidad de Hull, Reino Unido. Fue Secretario Técnico de la Comisión de Participación Ciudadana de la LVI Legislatura de la Cámara de Diputados (1994-1997). Durante los trabajos de la Comisión de Estudios para la Reforma del Estado, fue Secretario Técnico de la Mesa IV: “Régimen de gobierno y organización de los poderes públicos” (2000). En la administración pública federal, fue Director de Estudios Legislativos de la Secretaría de Gobernación (2002-2005). Ha impartido cátedra, seminarios y módulos en diversas instituciones académicas nacionales. Es Coordinador Académico del Diplomado en Planeación y Operación Legislativa del ITAM. Es coordinador y coautor de El legislador a examen. El debate sobre la reelección legislativa en México (Fondo de Cultura Económica, 2003). En este momento, se encuentra realizando una investigación sobre las prerrogativas parlamentariasy e scribe artículos sobre política en diversos periódicos y revistas.

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