¿Providencia Divina?

Por:
- - Visto 591 veces

José-el hijo que sigue al más joven de los hijos de Jacob- ha sido maltratado por sus hermanos, lo arrojaron a un pozo y lo vendieron como esclavo. Con el tiempo, sin embargo llegó a convertirse en el segundo personaje más poderoso de Egipto y estar en condiciones de salvar la vida de sus hermanos, quienes no tenían qué comer.

En un acto de perdón sin precedentes, el libro del Génesis, capítulo 45 relata que José se dirigió a sus hermanos de la siguiente manera:

” Por favor no se aflijan más ni se reprochen el haberme vendido…”


Su razón para absolver a sus hermanos de la responsabilidad de su mal hacer es- en las propias palabras de José- porque:

“… Fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes;”

Son muchos los teólogos que a través del tiempo han acordado con José. Esta comprensión se encuentra expresada popularmente en refranes tales como los que se leen en el libro de Proverbios:

” La mente del ser humano planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos. ” (Prov. 16: 9).

” El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor.” (Proverbios, 19: 21):

La pregunta que se suscita inmediatamente es entonces: ¿Por qué Dios envió a José a Egipto? ¿Cuál era el plan de Dios?

Shalom Carmy y David Shatz, dos rabinos ortodoxos que enseñan filosofía en la Yeshiva University de Nueva York, responden que el plan divino que envió a José a Egipto tenía como intención el de esclavizar a los descendientes de Jacob en “una tierra no suya.”

Tal esquema divino parece ser tortuoso hasta la exageración, sin mencionar su crueldad. José fue esclavizado y posteriormente enviado a la cárcel por cargos fraudulentos y, a efectos prácticos, olvidados por Dios, (por lo menos durante una buena cantidad de tiempo).

Como lo reconocen los rabinos Carmy y Shatz , Dios tiene muchos agentes, y un plan divino puede ser realizado de varias maneras diferentes.

Por otra parte, el difunto profesor asociado de Biblia en el Jewish Theological Seminary, Nahum Sarna, señala que en la historia de José el elemento milagroso o sobrenatural brilla por su ausencia. No hay revelaciones divinas, ni altares, ni actos de culto. Dios nunca interviene abierta y directamente en la vida de José, contrariamente a como lo hace con Abraham, Isaac y Jacob.

Aún más, añade el profesor del Lexington Theological, el fallecido George W. Coats:

“Dios no interviene en el transcurso de las gestiones de José. José se eleva a sus posiciones de poder, debido a su capacidad administrativa. ”

Es cierto, dice el profesor del Seminario Teológico de Chicago, Andre LaCoque, que hay veces que se nos dice que “el Señor estaba con José” (Génesis capítulo 39: 2, 21).

“Sin embargo”, se apresura a añadir, “este tipo de declaraciones son notoriamente raras y se encuentran todas en un solo capítulo, lo que despierta la sospecha del lector sobre la posibilidad de que probablemente se trate de piadosas adiciones a lo que de otra manera es un cuento “secular .”
“Sólo cuando Jacob está a punto de bajar a Egipto para reunirse con su hijo hay una multiplicación de referencias a Dios por parte de José (Génesis capítulo 45: 4-8; Génesis capítulo 50: 15-20).”

¿Habremos de mantener entonces, que entretejida en el relato del accionar humano esta la mano invisible de la Divina Providencia?

A falta de revelación directa, el tratar de separar los propósitos humanos de los divinos es una peligrosa inclinación que vacía al concepto de las capacidades humanas, para no hablar del de la libertad humana, de todo significado
El filósofo Ernest Nagel astutamente argumenta que la hipótesis de una providencia divina no explica nada que no se puede explicar sin esta hipótesis.

Así que, ¿Qué dice el TaNaKh, la Literatura Fundacional de Israel, respecto a la providencia divina?

Sería obviamente dudoso decir, como lo ha señalado H. Wheeler Robinson, que la fe de Israel en la providencia deriva su fuerza inquebrantable y de una intensidad única que enraíza todos los haceres, sin excepción, en la actividad de Dios.
Deberíamos mejor decir que cualquier evento podría ser enraizado de tal manera, pero que el israelita común, al igual que nosotros, probablemente dejó una buena parte de su vida fuera de cualquier relación consciente con Dios.
Por otro lado, él era mucho más proclive que nosotros, en ver una providencia particular en cualquier acontecimiento, si su contexto así lo sugiriera

Sin lugar a dudas, el TaNaKh está impregnado de un delicado equilibrio entre la libertad humana y la providencia divina.

Menahem Kellner, profesor de pensamiento judío en la Universidad de Haifa en Israel, nos recuerda que

“La cuestión de la providencia divina plantea de inmediato otras tres preguntas, en relación con el conocimiento de Dios, la justicia de Dios, y la libertad de la humanidad. Si Dios provee para nosotros, en algún sentido, premiando nuestros buenos actos y castigando nuestras infracciones, Dios tiene que conocernos de alguna manera. Si el conocimiento de Dios es perfecto, como la mayoría de los creyentes religiosos quieren afirmar, ¿se incluye a continuación el futuro, lo que vamos a hacer mañana? Si es así, ¿cómo podemos ser considerados seres libres y, por tanto, responsables de nuestro comportamiento? ”

Según el profesor Kellner la posición judía normativa ha sido a través de la historia la del rabino Akiva en el siglo segundo. Este sabio hizo una famosa declaración en el sentido de que a pesar de que Dios lo sabe todo, la libertad humana está preservada. Algo que, como reconoce el profesor Kellner, es una reformulación del problema, no su solución.

Eliezer Berkovits, entre los teólogos y filósofos judíos, es el que ha formulado más claramente lo que, de hecho, parece ser la posición de los judíos. Él pregunta:

“¿Cómo sabemos … ¿Cómo puedo saber de alguna manera que otra persona se preocupa por mí? Ciertamente, no por deducción lógica, sino que viviendo realmente su cuidado y preocupación.
Cuidado que no se expresa, que no es demostrado, que no puede ser sentido por la persona hacia quien está dirigido, no existe. “

1 comentario en «¿Providencia Divina?»

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: