Las drogas quimoterápicas son uno de los métodos más comunes para el tratamiento de tumores malignos. Sin embargo, en más del 80% de los casos los tumores desarrollan resistencia a un amplio rango de drogas anticancerígenas, un fenómeno conocido con las siglas inglesas MDR (multidrug resistance). Este fenómeno suele neutralizar la efectividad de la quimoterapia y el paciente termina perdiendo en su lucha contra la enfermedad.
La Prof. RimonaMargalit, experta en bioquímica de la Facultad Wise de Ciencias de la Vida y el estudiante de post-doctorado Dan Peer descubrieron que la droga Prozac (fluoexetine) inhibe el proceso MDR. Su investigación, publicada recientemente en Cancer Research, sugiere que Prozac incremente la respuesta de las células de los tumores a la medicación quimoterápica de manera segura y sin efectos laterales tóxicos.
Superando la resistencia
Los científicos descubrieron que las células de tumores malignos desarrollan resistencia a las drogas quimoterápicas debido a las proteínas de MDR existentes en las membranas de las células tumoríficas. En las membranas de células normales, estas proteínas cumplen un papel de autodefensa, rechazando materiales nocivos que acosan a las células. Sin embargo, copias múltiples de estas proteínas en células tumoríficas ejercen el efecto opuesto: alejan las drogas de las células dañadas antes que aquellas logren cumplir su función, impidiendo de tal manera la destrucción del tumor.
Los investigadores buscaron entonces, durante largos años, soluciones al efecto MDR en pacientes enfermos de cáncer. Un enfoque es el bloqueo de las proteínas nocivas, lo cual permitiría la acumulación suficiente de drogas dentro de las células cancerígenas. Sin embargo, esto no es nada simple debido a la carencia de agentes que puedan ser suministrados a los pacientes de manera segura, sin efectos laterales tóxicos.
Nuevos beneficios del Prozac
El equipo de la UTA descubrió el beneficio del Prozac de manera casual, en el transcurso de una serie de análisis dedicados al suministro de medicamentos. La Prof. Margalit señala que este descubrimiento no tiene nada que ver con las propiedades del Prozac como droga contra la depresión, sino que se trata de una actividad clínica completamente diferente. “El Prozac mismo no actúa contra las células tumoríficas sino que permite que las drogas qumoterápicas funcionen de manera más efectiva”. Una ventaja adicional de este descubrimiento es que el beneficio del Prozac se manifiesta incluso en dosis pequeñas, muyo por debajo del límite de seguridad de la droga, lo cual indica que el tratamiento estaría exento de efectos adversos.
La Prof. Margalit agrega que si este descubrimiento es confirmado por medio de pruebas clínicas, ello podría implicar un avance considerable en la lucha contra el cáncer ya que se estaría incrementando la efectividad de los tratamientos quimoterápicos. Las pruebas clínicas deben determinar asimismo el rango preciso de dosificación del tratamiento. La investigación ha despertado el interés de empresas farmacéuticas internacionales y está siendo llevada a cabo con la asistencia de Ramot, el ente de transferencia tecnológica de la UTA.
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