El origen de un buen vino es la uva y para alcanzar la excelencia en la uva, las fincas de Gérard Bertrand practican la biodinámica. Más que una práctica, la biodinámica representa una forma de vida para Marc-Olivier, gerente de Château l’Hospitalet: “Buscamos el equilibrio y estamos en una perspectiva de comprensión de la planta. Como ocurre con las personas, tratamos de comprender sus problemas e interpretar visualmente lo que nos presenta. Trabajamos mucho los sentimientos y aplicamos infusiones, preparados naturales para curarlos o ayudarlos a enraizar.”
En biodinámica, la observación, el análisis y la toma de decisiones son esenciales para la vida de un viñedo. Protegiendo lo vivo después de un invierno cubierto de maleza, los suelos reciben sus primeros cuidados, guiados por la biodinámica donde 300 personas trabajan diariamente para revelar los Grandes Vinos de la región. Comprometidos con la preservación del medio ambiente, los viñedos de Gérard Bertrand reciben un cuidado especial, entre arados y tratamientos con tés de plantas.
De estos terruños preservados nacen grandes vinos que respetan las especificaciones de la biodinámica con certificación Demeter. Fermentados sin el uso de levaduras químicas y vinificados con dosis de sulfitos muy inferiores a las de la agricultura ecológica, estos vinos gozan de una excelente sanidad. Un ambiente preservado y vinos magnificados demuestran la relevancia del enfoque.
Luego, el tiempo de cosecha se puede extender a lo largo de dos meses y medio. Un período crucial que da cabida a las diferentes características de las parcelas y suelos de La Clape. Para Marc-Olivier, “Es un período intenso de vigilancia. Podemos comparar el viñedo con un niño pequeño. Lo estamos mirando para que no le pase nada. Hacemos todo lo posible para que evolucione correctamente y sin contratiempos. Estamos de gira dos o tres veces por semana en todas nuestras parcelas y también hacemos análisis. El objetivo es acompañar la uva en la medida de lo posible y conseguir la calidad esperada por Gérard Bertrand. ”
Las cosechas se replican pero no son iguales. Cada año tiene sus especificidades y cada añada es única. Siempre con esta constante, la de la búsqueda de una maduración óptima, central en la elaboración de las mejores añadas de Gérard Bertrand.
En biodinámica, los tratamientos no son automáticos. A diferencia de la viticultura convencional, el suelo se trabaja solo cuando existe una necesidad corroborada por análisis. Más complejo, este método requiere un fuerte compromiso por parte de los equipos, una estrecha colaboración entre lo natural y lo científico, además de tener en cuenta los diferentes terruños.
El Grupo Gérard Bertrand es la punta de lanza de una viticultura comprometida con un futuro mejor liderado por su fundador, el enólogo homónimo. Conocido por su gran talento como ensamblador, así como por su audacia y creatividad, él y sus equipos trabajan para hacer brillar les vinos del sur de Francia en todo el mundo.