Cuantas veces estas consiente que debes de controlar tus sentimientos y no dejar que el enojo o el coraje te ganen. Qué pasa cuando sabes que a pesar de que vas a ver a esa persona que te provoca, y en tu mente ensayas exactamente lo que vas a decir y como te vas a comportar, ella hace un comentario o te da una miranda que no esperabas… y wow, tu inconsciente te delata y actúas como sabes que no deberías…
¿Por qué cuando ya quedas contigo que no vas a decir “esa frase” que va a causar conflicto, sin querer se te sale de la boca? O ¿Qué tal cuando en realidad querías decir que no y dices que si por no tener el valor de hacerlo?
Muy sencillo, los sentimientos te ganan y sin querer te traicionan porque la conciencia se escapa y esta hace lo que siente. Lo que piensas es lo que sientes y eso motiva la forma de actuar. Así que si crees que hablas o actúas sin pensar, NO es verdad. Siempre dices y haces lo que está en tu corazón, no solo lo que está en tus pensamientos.
En realidad el decir lo que uno siente no es malo, al contrario. El problema surge cuando uno se lo guarda y no lo confronta, por lo que sale el comentario correcto en el lugar equivocado, provocando conmoción y conflicto.
Existen muchas personas que les cuesta trabajo mostrar su vulnerabilidad y evitan a toda costa cometer errores, sobre todo cuando estos ponen en evidencia sus sentimientos. Quizá los errores son incomodos y no son gratos, sin embargo cuando se solucionan traen como recompensa el fortalecimiento de carácter.
Gloria estaba herida, decepcionada y muy enojada con la hija su una amiga. Esta joven aprovechando de sus conexiones se hizo de unos buenos amigos en el extranjero. Sin dolo, en una de las múltiples reuniones, esta muchacha hablo mal de Gloria con sus nuevos amigos. Causando un mal entendido y la perdida de la amistad y credibilidad de la mujer.
Gloria por su parte, nunca pensó que debería de ponerse a discutir con la muchacha que bien podría ser su nieta. Simplemente dejo que el enojo se le acumulara, y según ella se diluyera. Gloria siendo una mujer mayor aseguraba controlar sus pensamientos.
En una cena reciente donde se encontraban la joven, sus padres y abuelos, la joven sínicamente le pregunto que si sabía algo de sus “amigos” sin pensar y por supuesto sin querer, Gloria le comento que no sabía de nada desde que ella se había robado su amistad.
Se produjo un silencio incómodo en la mesa, Gloria se sintió muy avergonzada.
Las palabras salieron sin pensar, ella se sintió desprevenida y vulnerable. Posiblemente en otro lugar hubiera sido más fácil arreglar esta situación. Ahora Gloria siente que no se pudo controlar y sus miedos se hicieron realidad, la joven secuestro a sus amigos y ella se ensució con la familia de la muchachita, que mal lio.
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La receta
Limpiando los pensamientos destructivos
Ingredientes:
- 1 taza de valentía – aceptación sin reproches ni justificaciones lo se siente y se hace
- 1 taza de humildad – reconocimiento de la propia vulnerabilidad e incomodidad
- 1 caja de sentimientos positivos – editar y redirigir los pensamientos para encontrar bondad
- 2 piezas de responsabilidad – compromiso de lo que se hace y se dice y hacer
- 1 rebanada de conciencia – sabiduría y respeto para entender lo que pasa. Saber cómo actuar
Recomendación del chef:
Es importante descubrir la arrogancia personal para poder tener pensamientos efectivos. Cuando aprendes a reconocer y aceptar tus sentimientos, puedes cambiar tu manera de actuar. Así te ayudas a no exponerte y lastimarte continuamente
Modo de preparación:
No es tan malo sentirse incomodo emocionalmente. Aprender a tolerar esta condición, ayuda a confrontar los miedos y creencias. La molestia provoca movimiento, responsabilidad y acción, ingredientes necesarios para solucionar cualquier situación.
El estado de conciencia otorga la licencia para no condenar a los errores emocionales. Cuando uno puede entender la información que proviene del conocimiento del estado de ánimo especifico que se siente, entonces obtiene las herramientas que necesita para dejar de repetir dichas conductas y conquistar efectivamente sus pensamientos.
Hay que validad todos los sentimientos que tenemos. Las emociones vienen cuando llegan, no cuando tú quieres que aparezcan. Todos los sentimientos son válidos y necesarios para vivir. Reconócelos y guíalos para que no detonen en el lugar equivocado.
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“Reconocer y validar tus sentimientos es entender lo que te pasa y lo que sientes a pesar de que no puedas cambiar nada de la situación.”
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