La Torá nos dice: “Y Abraham era anciano, venia con sus días” (Bereshit 24:1).
Hay una idea expresada por muchos de nuestros Sabios de que Abraham venía con todos sus días, es decir, no perdió ninguno de los días de su vida; en todos y cada uno de ellos logró algo (Maayaná Shel Torá).
De aquí aprendemos cuán valiosa es la vida y el valor que tiene cada día de ella. Por tanto, es de suma importancia aprovechar el tiempo al máximo.
Debemos pasar por la vida y no dejar pasar el tiempo, para que no sea la vida la que termine pasando por nosotros.
Cuentan sobre el Gaón de Vilna que un día se encontraba muy preocupado. Le preguntó uno de sus discípulos a qué se debía tanta preocupación, a lo que el Gaón respondió:
—No recuerdo qué hice en unas cuantas horas de mi vida.
Saludos.
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